- Estoy segura de que Marko no tuvo nada que ver...- me dice Yvonne entre sollozos y yo sinceramente estoy ciega de ira.
Ni bien abrí los ojos, los llamados a mi celular no cesan. Ayer le dije a Marko todo ese pasado que oculto, del que solo lo saben las personas que confío... ¡Ni siquiera Phillip ha visto la cicatriz! Y ahora me despierto con mi pasado hecho público. Aunque siendo sincera, no creo que el mismo Živković haya hecho público. Él también es un obseso de esconder lo suyo, hasta cuida a Dragan que se ha convertido en uno de los deportistas destacados en la ciudad. Lo que es aún peor, hay un párrafo mencionando como nos conocimos con Yvonne y Marianne. El maldito que hizo esto pagará por esto.
- Tengo que quitarme la duda, las personas pueden ser muy engañosa a veces.- no dejo de observar mi teléfono con los mensajes de nuestras compañeras de equipo preguntando si es cierto y lo lanzo al sillón- Hay muchos lobos con piel de oveja, en este mundo todo es posible Yvonne...
- ¿No le darás el beneficio de la duda?- me reprime- ¿En verdad crees que Marko fue el culpable?
- No lo creo, pero tenemos que ir a su casa y sacarnos la duda.- suspiro y bebo el batido. Apenas me he alimentado, esto me tiene con el estómago cerrado.
Mi amiga está en tal estado de shock que su celular suena y debo atender por ella. Marianne se escucha igual o peor que su hermana. Intento tranquilizarla al igual que Yvonne, algo que se me hace imposible. Me lleva bastante tiempo calmarlas a las dos pero lo logré. Necesito enfrentar a Marko y saber si fue él quien ha creado todo revuelo, algo me dice que estoy culpando al hombre equivocado. La duda existe en mí y no pararé hasta encontrar al culpable de todo esto. Unos golpes en la puerta irrumpe el camino en búsqueda de las llaves y giro para ver quien es la persona del otro lado.
- Me creerían si les digo que estoy aliviada al saber que no la única huérfana del equipo?- quedo en shock ante el comentario de Dana. Ni bien abrí la puerta y que te lancen esas frases no es nada agradable.
- ¿Eres adoptada?- escucho que Yvonne le pregunta con su voz entrecortada y ésta niega- Entonces sabes lo que es vivir sin las personas que te dieron la vida...- esta vez asiente con una sonrisa triste.
- En mi caso fue mi abuela quien me crió.- entra al departamento y se acomoda en uno de los sillones individuales- No pude conocer a mi madre, ella falleció en el parto y mi padre no pudo soportar su ausencia...- cierro los ojos y las lágrimas recorren mis mejillas.
- Nosotras crecimos juntas.- mi amiga parece algo más tranquila después del abrumador amanecer- Mis padres nos dejaron abandonadas en la puerta de la casa de los señores Storstrand y ellos nos tomaron como sus propias hijas.- se ahoga entre sollozos de nuevo y la rodeo con mis brazos. Es de público conocimiento que Yvonne y Marianne son gemelas- No solo nos dieron su apellido, también una identidad.
- Perdí a mis padres en un accidente.- sigo yo y cierro mis ojos, apoyando la cabeza en el hombro de mi amiga- Hay algo del que nadie sabe, y eso es que nadie de mi familia se tomaron la decencia de buscar a mi hermana y a mí.- suspiro y abro los ojos, mirando en dirección a Dana- Y te lo digo porque siento cierta confianza en tí.- frunce el ceño pero asiente- Por el apellido sabrás nuestro origen portugués, solo que no nacimos en Noruega.- asiente como si confirmara algo en sí misma.
- Creo que ahora podremos entendernos...- Dana se acerca a nosotras y nos abrazamos.
Mis manos se aferran a su brazo izquierdo. Le he pedido un tiempo antes de tocar el timbre. De nuevo la duda de que si habré hecho bien en contárselo me lleva a la realidad y la ira me invade. Golpeo la puerta con la angustia de que mi corazón se equivocara en confiar en él. Las manos de mi amiga sostienen de mis hombros y la ignoro, por lo que pide que me tranquilice y solloza de nuevo. La misma se abre y nos recibe un Marko con su cabello castaño despeinado y algo dormido. Nos observa a las dos confundido.
- ¡Confié en tí Marko!- mis manos se transforman en puños y entro a su casa empujándolo con mi propio cuerpo... ¡No sé como hice para que pierda el equilibrio!- Te di mi completa confianza contar todo mi pasado. ¡Tú se lo vendiste al mejor postor!
- ¿Qué? No entiendo lo que me estás diciendo. ¿Me podrías explicar desde el principio?- no deja de observarnos y mi amiga corre a abrazarlo.
- Salió esto en los portales digitales...- le tiende su celular y el color de sus ojos oscurecen- Empezaron a llamarnos desde el orfanato lloqueados por la noticia que empezaron a difundir... No puedo evitar como sus brazos la rodean.
- ¡Les juro que no tuve nada que ver!- grita Marko y mi respiración se acelera ante la extraña sensación que me invade- No soy tan estúpido por hablar algo tan delicado como su pasado...
- Yo te creo Marko.- llego a contestarle Yvonne- No creo que un hombre como tú, que esconde su pasado, pueda dañar a otras personas...
- ¡Y es que no hice nada!- suspira y lo observo- Son parte de mi vida y es lo último que les puedo hacer... Sabes como soy un obseso de esconder de mi vida... Hasta me avergüenza decir que mis padres me tienen amenazado de vender al mejor postor todas sus verdades. ¡Ellos son capaces de eso y mucho más!- Yvonne se acerca a mí y sus palabras no dejan de resonar en mi cabeza.