Mi destino, tu corazón (extras)

Extra DIEZ

Suspiro cuando llegamos al edificio donde vive Phillip. Quisiera que todo esto sea una pesadilla, mantener todo en privado como lo fue siempre. Giro mi cabeza para encontrarme con Marko dormido, imaginándome las noches en la que podría disfrutar de verlo con esa serenidad que trasmite su rostro. Le pido al taxista que le pagaremos el tiempo de demora mientras lo despierto, éste solo asiente sin desviar su mirada de mí... Temo que me reconozca a pesar de cubrirme con lo que llevo puesto.

- Estamos su edificio...- le susurró al oído y lo veo removerse...

Se unen los cabos sueltos, ni siquiera pudo disimular el de no llamarme... Es irónico lo que puedes hacer con ese sexto sentido, porque algo me dice desde hace días que Phillip tiene algo que ver con todo esto. Cuando busco a tientas algo de dinero, Marko ya le ha entregado al taxista y se estrechan las manos. Mi bolso y su valija están a su lado, por lo que me digno a tomar lo mío. Siento su presencia y levanto mi cabeza para encontrarme con su mirada puesta en mi, con esa sonrisa que calma un poco los nervios. Con el brazo libre rodeo su espalda y el me quita el bolso para colocárselo al hombro... La caballerosidad está en peligro de extinción, pero tengo la suerte de tener uno a mi lado.

A medida que nos acercamos al piso de Phillip, el corazón late más rápido al paso de los segundos. El momento incómodo que pasamos con el matrimonio de ancianos casi delata la identidad de Marko, ¿Pero hacernos pasar como marido y mujer? Puede que entrara en pánico para que no lo reconozcan. El hombre que paso a ser de perseguidor a perseguido, espera en la puerta donde vive mi prometido.

- Es él.- giro la cabeza al ver al mismo entrar y esa voz medio chillón de Phillip llega a mis oídos- Es su voz y lo hace entrar a su departamento.

Es hora. Marko me observa frunciendo el ceño cuando freno mis pasos, mientras los míos se alternan entre esos ojos marrones y su valija. Se lo quito de sus manos y me pongo en cuclillas para buscar alguna vestimenta para el intercambio. Una remera de cuello redondo color blanco y una camisa beige con puntos marrones es lo primero que encuentro... Muy original. No me convence mucho, pero se lo entregaré igual.

- Necesitas ir allí y ver lo que ocurre.- señalo la puerta y el desvía la mirada hacia el lugar- Una vez te dije que Phillip te admira, solo le dices que llegaste hasta aquí para conocerlo.

- ¿No crees que es el lugar menos indicado para cambiarme?- pregunta observando el pasillo- ¡Pueden verme en paños menores!- tengo que morderme los labios para no reírme. Es como Yvonne, un ser inocente en cuerpo de un adulto- Solo lo hago por tí.- me sorprende al unir nuestros labios.

Mi cuerpo reacciona de igual manera cuando lo vi aquella madrugada donde lo tuve que despertar para que nos llevara al aeropuerto y me recibía a medio vestir, solo que esta vez prefiero admirar esa mirada profunda e hipnotizante a la que es difícil de escapar. La atracción va más allá de lo físico, es algo que te lleva a lo desconocido cuando de sentimientos se trata. Marko Živković no se define como hombre atractivo, pero si llama la atención su gran porte y la seriedad que lo caracteriza públicamente. Somos pocos los que conocen su verdadera personalidad, aquellos que forman parte de su día a día... Esa personalidad tan suya que me atrapó sin darme cuenta. Me sorprendo sentir sus manos en mis mejillas y sus labios en los míos, que me lleva a otro mundo. Se dirige hacia la puerta con la enumeración 729, allí donde se develará la verdad.

Escucho que la puerta se abre y el cuerpo de Marko se tensa ante la persona que se esconde a mi vista, lo que no me sorprende es escuchar una voz chillona irritante de mujer y no creo que sea la mujer que se encarga de limpiar el lugar. No sé cómo tomarlo, porque Yvonne tuvo la razón todos estos años y me preparé mentalmente para este momento. Unos golpes se escuchan desde allí adentro y frunzo el ceño viendo que él levanta la mirada, es Phillip conociéndolo en persona.

- ¿Qué...? ¿Qué haces aquí?- su voz suena nerviosa, momento justo para enfrentarlo.

- Britt me había dicho de darte la sorpresa para conocerte en persona...- dice Marko algo frustrado.

- Pero soy yo la sorprendida.- interrumpo y fijo mis ojos en una cabellera castaño oscuro a causa del agua, ignorando a la mujer de baja estatura que está frente a Marko- Fui una estúpida en no creer a Yvonne que sólo estabas conmigo solo por ser "Britt Montanes".- hago comillas con mi dedos al decir mi nombre - Vaya sorpresa la mía...- bajo la mirada ella que se ve aturdida- Phillip, esto no debe pasar de nuevo.-ya está, con esto ya no hay casamiento ni un felices para siempre.

Observo de reojo a Marko y lo empujo para luego tomar del brazo a Phillip, merezco que me explique todo este cuento que se armó. Es ese un cierre para terminar con todo esto, liberarme de este gran peso que yo misma me lo cargué.

- Bien.- cierro la puerta de su habitación y lo enfrento- ¿Siempre fuiste infiel?- me cruzo de brazos sin mostrar expresión en mi rostro y abre la boca para contestar- Supongo que no es con la primera que te enredas...

- Todo hombre tiene necesidades...- me río y él frunce el ceño.

- Claro, la persona es fiel cuando ama y cuando es correspondido eres el ser más feliz sobre la tierra.- me acerco a Phillip y lo miro a los ojos- Los sentimientos no fluyeron con el paso del tiempo, y el peor error que pude cometer fue aceptar ser tu esposa...



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En el texto hay: amor, admiracion, handball

Editado: 29.05.2020

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