Mi destino, tu corazón (extras)

Extra ONCE

Un simple llamado ha adelantado el regreso a Eslovenia. El llamado su rápido regreso es lo que lo tiene frustrado. Por más que intentara mantener la seriedad al decirme que Jürgen se lesionó y su reemplazo en un adolescente de diecisiete años no más que hacerme reír. El nuevo reemplazo es un niño y debo tener piedad con él fue lo que me dijo y fue imposible no tomarlo para broma. Lo raro es que no se enojara, sino todo lo contrario y es lo que más me llama la atención de Marko Živković. Siempre se quejó de que Jürgen es el niño mimado del equipo y ahora le toque un pupilo que quiere ser adulto.

A sus amigos no les cayó nada bien la noticia de su vuelta a Cerkno y no pude evitar apegarme más al pequeño Lex en estos pocos días en Frankfurt. Es el calco de su padre, solo sacó la piel blanca y delicada de su madre... Lex Armages se lleva todo el crédito. Pero Marko se lleva un sermón de parte de Lex por no avisar de nuestra visitar y él no me dejó defenderlo, ya que había sido idea mía el de llegar hasta aquí.

Me contó su pasado ya que se sentía en deuda conmigo y la verdad es que hubiese querido no saberlo. Nacer en el seno de un padre alcohólico y una madre maltratadora es peor que vivir en un orfanato. Marko vivió en carne propia la violencia y ese fue su motivo de escapar de su casa y buscar su futuro, ese futuro lejos de todo eso. Verlo llorar es lo más doloroso que he tenido que pasar, un hombre seguro de sí mismo y encontrarme con esta parte sensible de él es difícil de digerirlo. No es ese hombre duro que se muestra públicamente, ese que llevó años sufriendo por abandonar a sus hermanos y no pensaran que solo se preocupara por él mismo.

Luego de eso, Hannah con su llamativo cabello despeinado aparece y hablan a solas mientras me dedicaba a jugar con el niño. Traté de convencerlo de decirme que era tan importante para dejar de hacer lo que tenía con su esposo, no pude sacárselo y me tiene intrigada.

Descendemos del avión y caminamos hacia la zona de embarcación. Con nuestras pertenencias a mano a Marko, me ruborizo al sentir su brazo rodear mis hombros y todas las miradas puestas en nosotros. En el estacionamiento nos esperan la joven familia Živković y Marko me deja en el camino para tomar a su sobrino... Es increíble ver personalidades desconocidas ante todos y eso me enamora más de él. Radojka me abraza y observo de reojo que los hermanos se alejan para hablar.

- No sabes lo feliz que me pone que se den una oportunidad...- me alejo unos pasos de ella y le sonrío- Mi cuñado tiene otro semblante en su rostro y te lo debo a tí.

- Creo que Marko sea el hombre indicado después de besar tantos sapos valió la pena esperar.- le respondo encogiéndome de hombros y ella se ríe- Tu enderezaste a un mujeriego y lograste formar una hermosa familia, mientras yo hago el intento de ser feliz...

- Nada en esta vida es fácil Britt y eres un gran ejemplo de ello.- suspiro y asiento- Nosotros tomamos como un plan B llegar a Cerkno cuando nuestras familias nos dejaron solo cuando se enteraron del embarazo. Y ahora nos ves, mas feliz no puedo estar.

- ¿Primos?- Marko parece sorprendido y lo observo frunciendo el ceño- ¿Radovan no es el único sobrino que tengo?- dejo a Radojka para acompañar en la alegría de el y mi mano se aferra a su hombro.

- Radovan es el primer heredero Živković, pero ellas ya están formando su propia familia.- están hablando de sus hermanas. Su mirada pasa de mí a su hermano- Pero tenía entendido que llegarías a la noche. ¿Porqué adelantaste el vuelo?- desvía la conversación y camino de nuevo hacia ella.

- La casa está invadida, Marko se llevara una gran sorpresa.- susurra cerca de mi oído- le hago señas para que me lo diga- Jelena, Karolina y Sabina están en casa con sus respectivas familias.- estoy perdida, ¿Quienes son? Se da cuenta de la interrogación de mi rostro- Son las hermanas Živković.- el aire queda atascado en mis pulmones... Marko hablándome de su pasado y no quiero imaginarme su reacción al ver que sus cuatro hermanos estén bajo su mismo techo.

El camino de regreso a Cerkno, Marko se ve perdido en sus pensamientos y prefiero dejarlo así. Me dedico a admirar el paisaje solitario de la ruta, lo que es todo montaña. Lo bueno de esto es que se tomaron el atrevimiento de acarrear el tan conocido vehículo azul de Marko y no pasar momentos incómodos con su familia. Necesito demostrarle que estaré a su lado, que tiene mi apoyo. Acaricio su muslo y se sobresalta ante el tacto. Disminuye la velocidad para dirigir su mirada a mí y le sonrío. Siento como se me eriza la piel cuando entrelaza sus dedos con los míos y besa mis nudillos.

En la entrada a la ciudad noto como Marko se pone nervioso y sus nudillos blanquean al forzar las manos al volante. Quisiera encontrar ese alivio para calmar esos palpables en el ambiente, pero solo acariciar su mejilla y besar la misma. Pero ni siquiera eso lo calmaba y me pone a mí de igual manera, hasta que varias preguntas inundan mi mente... ¿Cómo lo tomarán al ver a su hermano mayor acompañado? ¿Cómo me presentará ante sus hermanas? Y la principal duda, ¿Tomarán bien la diferencia de edad? No todos les caen bien el saber que Marko es siete años mayor, es otra generación pero dicen por ahí que para el amor no hay edad.



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En el texto hay: amor, admiracion, handball

Editado: 29.05.2020

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