¡¡Hola papá!!
Gracias por todo lo que me sigues enseñando aunque no sea en persona.
Gracias por estar ahí cuando más lo necesito,
gracias a ti he cumplido mis sueños.
¿Sabes una cosa?
Recuerdo cuando era pequeña,
me desperté a las 8 de la mañana en fin de semana para desearte un feliz cumpleaños,
fui corriendo a tirarte de las orejas,
tú estabas con tu café,
aún recuerdo el olor de ese café.
No sé como podías aguantar el sabor porque yo lo odio.
Papá te amo y ojalá algún día pueda estar contigo y no separarnos más.
Te amo mucho.