Renata salió de bañarse y se sentó con nosotras, estuvo callada por un rato escuchando los disparates que decíamos, hasta que de la nada dijo.
Renata:_ Ya no se que pensar ¿todos los hombres serán iguales?
Ambar:_ Creo que no.
Morenita:_ Obvio que no, lo que pasa es que tenemos tendencias inconscientes, buscamos lo que creemos que merecemos y si no te crees lo suficiente como para merecer algo bueno siempre vas a buscar chicos que a tus ojos no sean así.
Renata:_ Quizás tengas razón, pero ¿a qué
te referís con que no me creo suficiente?
Morenita:_ Cuando uno vive diferente tipos de situaciones que nos marcan llegamos a creer que no valemos lo suficiente, ya sea que nos creemos así como para pensar que no merecemos ser amados, respetados y valorados. Nosotros aunque no lo tomemos en cuenta transmitimos energía y la gente nos trata como perciben que merecemos ser tratados, eso es al final como nos sentimos y como nos vemos.
Renata:_ Es que yo a veces no me creo lo suficientemente inteligente o bonita.
Ambar:_ ¿Qué decís? Sos hermosa, inteligencia, atenta y constante. Sos una buena persona, aunque tengas tus defectos, todos los tenemos, pero tenes que aprender a quererte tan cual sos, todos somos diferente y especiales por ese mismo motivo, porque quizás existan otras Renatas ahí afuera, pero ninguna va a ser igual a vos.
Renata:_ Gracias por escucharme y compartir momentos conmigo, voy a tener muy presente lo que me dicen y voy a tratar de ponerlo en práctica.
Hablamos un poco más, hasta que nos dio sueño, Renata se acostó a dormir y le pregunté a la Morenita.
Ambar:_ ¿Qué vas a hacer? ¿Te quedas o te vas? Porque yo ya me quiero acostar a dormir.
Morenita:_ No lo sé. Bueno, me quedo.
Nos acostamos en mi cama ella me abrazó, me dio un beso y se durmió.
Seguía recostada y la cabeza no me paraba, comencé a pensar en que pasaría con nosotras, faltaba una semana para irme, mis lágrimas comenzaron a caer, me levante, como de costumbre prendí un cigarrillo y comencé a escribir en mi diario.
¿Porqué conocí a una persona tan especial tan lejos de mi hogar? No quiero volver, juro que no quiero, es tanta la angustia que siento y lo peor es que mi familia no lo va a aceptar, todos en el pueblo me van a juzgar. Este lugar parece el paraíso y mi hogar parece un infierno, es irónico porque creer en la iglesia y acá no se habla tanto de eso. No quiero volver a mi rutina, misa los domingos, cenas familiares los sábados, reproches de mi madre los días de semana y cruzarme en todos lados a Thiago. Lo único que lamento es que Malen no viva acá, porque si fuese así mi paraíso estaría completo. Carajo ¿Por qué es todo tan injusto? ¿Por qué no puedo tener todo lo que quiero? ¿Por qué la felicidad no puede ser permanente?
Morenita:_ ¿Qué haces levantada? Creí que seguías acostada conmigo.
Ambar:_ Nada, solo que no entiendo. (comienza a llorar)
Morenita:_ Veni princesa ¿Qué es lo que te perturba y te quita el sueño? (La abraza)
Ambar:_ No entiendo, te juro que no quiero irme.
Morenita:_ Tranquila, yo se que es feo, pero yo te voy a ir a visitar en mis vacaciones y no me va a importar lo que la gente diga.
Ambar:_ Gracias, pero no es solo por eso.
Morenita:_ Esta bien si no me queres contar, seguro lo vas a hacer cuando te sientas preparada.
Ambar:_ A veces me sorprende lo comprensiva y amable que sos.
Morenita:_ No sé ser de otra manera. Vení vamos a que tomes un vaso de agua y cuando lo termines nos iremos a acostar, porque algo tenes que dormir.
Ella me abrazó pero más fuerte de lo normal, desde que la conozco me hace sentir muy contenida, me siento segura a su lado, me siento amada.