Mi diario de viajes.

Desprevenida.

Cuando llegue al departamento me encontré con Renata y la Morenita, me sorprendí, no esperaba que estuviese ahí. 

Morenita:_ ¿Cómo te fue? Renata ya me contó todo, estoy muy feliz por vos. 
Ambar:_ Bastante bien, no me disgusta el trabajo. 
Morenita:_ ¿Tu jefe te trató bien? 
Ambar:_ Sí, es bastante simpático. 
Morenita:_ ¿Tu mamá sabe? 
Ambar:_ Todavía no, no se como decirle. 
Morenita:_ Vas a tener que avisarle porque sino se va a preocupar de más. 
Renata:_ Ella tiene razón, si no queres decirle, se lo digo yo. 
Ambar:_ No, me corresponde avisarle, gracias igual. 

Seguimos hablando y se nos pasó la noche, como siempre ella me hizo reír mucho, porque claro como no hacerlo si es muy especial. La morenita no paraba de decir tontería y contar anécdotas.  

Morenita:_ ¿No hablaste con el Rubio?  
Renata:_ Sí, dijo que esta muy ocupado, pero cuando se haga un tiempo vamos a tomar algo, me agrada muchísimo. 
Ambar:_ Yo sabia que se iban a llevar bien. 
Morenita:_ Dicen que los opuestos se atraen. 
Renata:_ Cállate, no es para tanto, solo somos amigos. 

Nos reímos y Renata cambió de tema, siempre fue muy cerrada, solo habla cuando se desborda.  

Renata:_ ¿Te quedas More? 
Morenita:_ No se, no quiero molestar. 
Ambar:_ No hay problema quédate. 
Morenita:_ Bueno. 

Nos acostamos, ella me abrazó, me dio un beso de las buenas noches y como siempre a los cinco segundos se durmió. 
Como de costumbre mi cabeza daba mil vueltas ¿Me quiere? ¿O solo soy un juego? 
Poco a poco mis ojos se fueron cerrando y el cansancio se hizo presente.  
Llego la mañana y Renata nos despertó con mates, ella siempre fue muy atenta. 

Ambar:_ ¿Por qué me levantas tan temprano?  
Renata:_ Levantarse temprano a desayunar es un buen hábito, a vos te hace falta. 
Morenita:_ Ella tiene razón.  
Ambar:_ Pero no me gusta, es horrible. 
Renata:_ No me importa si te gusta o no, tenes que desayunar, es una de las comidas más importantes del día, ahora trabajas y tenes que estar fuerte. 
Ambar:_ Sos como mi mamá, quizás mejor. 
Renata:_ Lo sé, More tenes que prometer que cuando vuelva a casa vos te vas a encargar de ella ¿Las vas a cuidar por mí? 
Morenita:_ Sí, quédate tranquila. 
Ambar:_ No le podes pedir eso. 
Renata:_ Yo soy dueña de pedirle a quien quiera lo que quiera, si ella acepta o no es su problema. 
Morenita:_ Obvio. 
Ambar:_ No tienen remedio. 

 



#9182 en Joven Adulto
#35840 en Novela romántica

En el texto hay: amor, amistad, diversidad

Editado: 16.04.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.