Nos quedamos en silencio, de una cerveza se hicieron dos y de dos se hicieron tres, hasta perder la cuenta.
Ambar:_ Gracias por explicarme las cosas.
Morenita:_ No me lo agradezcas.
Ambar:_ ¿Te puedo preguntar algo más?
Morenita:_ Sí ¿Qué?
Ambar:_ En tu departamento siempre hay mucho alcohol ¿Debería preocuparme?
Ella comenzó a reír sin parar.
Morenita:_ ¿Me estas preguntado si soy alcohólica? Tengo cervezas porque las compró en el súper, me salen más baratas. No tomo todos los días, solo cuando viene alguien a visitarme o cuando tengo un mal día en el trabajo y necesito relajarme.
Ambar:_ Me alegra saberlo.
Morenita:_ Además creo que tomas más vos que yo. Quizás la alcohólica sos vos (largo una carcajada)
Ambar:_ Bueno puede ser, es muy rica (ríe)
Ella me invitó a quedarme, pero me negué, todavía no procesaba todo lo que habíamos hablado.
Ambar:_ Me voy a casa.
Morenita:_ Quédate no te cuesta nada.
Ambar:_ Renata me debe de estar esperando.
Morenita:_ Renata esta con el Rubio, el me dijo que la invito a último momento.
Ambar:_ Si queres que me quede me vas a tener que dar otro motivo.
Morenita:_ ¿No es suficiente motivo querer pasar la noche con vos? Abrazarte, besarte y demostrarte que de verdad me gustas.
Ambar:_ Esta bien, me quedo.
Estábamos bastante ebrias, nos sentamos en la cama y seguimos hablando, saltando de un tema a otro.
Cuando se hizo presente un silencio incómodo ella me beso. Al terminar de besarnos le pedí permiso para pasar al baño, con un único objetivo, huir.
Morenita:_ ¿Estas bien?
Ambar:_ Sí, espera un poquito, ya salgo.
Morenita:_ Bueno, hace quince minutos que estas en el baño, me preocupé.
Respire, me mire al espejo, como de costumbre repetí mil veces en mi cabeza una frase "Dale, no seas cobarde, tanto miedo vas a tener".
Cuando salí del baño ella se abalanzó sobre mí, me tomo del cuello, comenzó a besarme apoyando mi cuerpo contra la pared. Me acaricio el rostro y me besó el cuello, comenzó a bajar poco a poco hasta llegar a mis pechos. Luego bajo aún más pasando su lengua por mi panza, antes de llegar más abajo presiono mis cadera, me dio vuelta y comenzó a subir, poco a poco. Ella colocó sus manos sobre las mías, con la meta de sostenerlas contra la pared, presionando, tratando de calmar mi desesperación. Ella hizo a un lado mi cabello, despacio, comenzó por besar mis hombros, luego volvió a la espalda y después al cuello, ella presionó mi cadera una vez más y me indicó que me diese vuelta, bajo con su lengua por debajo de mi panza y con su boca quitó mi ropa interior empapada.
Morenita:_ Me parece que te gusta ¿No?
Ambar:_ Estas equivocada.
El corazón me palpitaba muy fuerte, la vergüenza me inundaba y no podía evitar que mis mejillas se ruborizaran.
Ella comenzó a lamer, a su vez dando besos simples y tranquilos, muy despacio, bajando poco a poco hasta llegar al final.
Volvió a subir, me tomo de la mano, me llevo a su cama y se recostó conmigo.
Morenita:_ Bueno creo que por hoy es suficiente.
Quede helada, no dije nada, ella me beso la frente y me miró a los ojos.
Morenita:_ Estate tranquila, lo disfruté, espero que vos también lo hayas hecho.
Ambar:_ Bueno, no me disgustó.
Morenita:_ Con eso me basta.