Mi diario de viajes.

Una cerveza y nada más.

Una vez que le pase la ubicación, me pedí una cerveza y la esperé, treinta minutos tardo en llegar "Es una cerveza y nada más" 

Morenita:_ Hola reina ¿Te sentís mejor? 
Ambar:_ Hola, ahora que te veo creo que sí. 
Morenita:_ Me alegra causar un cambio tan favorable. 
Ambar:_ ¿Cómo estás? 
Morenita:_ Creo que bien, no puedo quejarme. 
Ambar:_ Que bueno me alegro. 
Morenita:_ A veces me gustaría que fueses tan feliz como yo. 
Ambar:_ Quizás algún día lo logre. 
Morenita:_ Seria muy lindo. 

Después de la cinco cervezas decidimos caminar. 

Morenita:_ ¿Queres un cigarrillo? 
Ambar:_ Dale, gracias. 
Morenita:_ Estoy un poco cansada. 
Ambar:_Yo también, deberíamos ir a dormir, Renata me esta esperando. 

Ella se acercó a mí , hasta arrinconarme contra una pared, colocando su pierna entre las mías, mientras susurró en mi oído. 
Morenita:_ ¿Acaso no queres ir a casa conmigo? ¿Tenes miedo? 
Ambar:_ Claro que no. Solo digo que estás cansada y yo también, es mejor descansar cada una en su casa. 
Morenita:_ ¿Y si no quiero? ¿Y si esta vez no te dejo escapar? 
Ambar:_ Nadie está escapando de nada.  
Morenita:_ Entonces si no estás escapando de nada vamos para casa. 

Ella me tomó del brazo con fuerza y llamó a un taxi. Estaba bien claro que no iba a dejar que huyera. 
Cuando subimos al taxi ella me abrazó e indicó que pusiera mi cabeza en su hombro, luego colocó su mano por debajo de mi pantalón, comenzó a acariciar mis partes íntimas, para luego continuar tocando con más intensidad. Sus susurros eran constantes después de cada beso. 
Morenita:_ No hagas ruido ¿o queres qué el taxista lo note? 
Ambar:_ No. 
Morenita:_ ¿Te gusta? 
Ambar:_ Sí.  
Morenita:_ Ya llegamos. 

Bajamos del taxi y subimos a su departamento, ella me dio un vaso de agua y nos acostamos. En ese preciso momento suena el celular. 

Renata:_ ¿Donde estás? Ya es tarde y me voy mañana. 
Ambar:_ Estoy en lo de la Morenita. 
Renata:_ ¿Te quedas ahí? 
Ambar:_ Creo que sí. 
Renata:_ Bueno, esta bien, más te vale que llegues antes de que me vaya. 
Ambar:_ Sí quédate tranquila. 
Renata:_ Que descanses. 
Ambar:_ Vos también. 
Morenita:_ Debe de estar nerviosa, ella se va y vos te quedas. 
Ambar:_ Supongo que tenes razón. 

Ella me indicó que me recostara y comenzó a besarme, acariciando mi cuello, luego mis hombros para luego bajar a mi cintura, siguió besando mi cuerpo, pasando por mis pechos quitando mi ropa poco a poco. Continuo bajando acariciando mi piel con su lengua, tocando con sus dedos mi entrepierna, para continuar acaricio mi clítoris con suavidad, colocando un dedo dentro de mi moviéndolo con suavidad al principio y después con más firmeza. Luego se posicionó encima de mi colocando su pierna entre las mías con intención de frotar su muslo en la parte más húmeda de mi cuerpo. 

Morenita:_ Es suficiente, prefiero dejarte desear. 

 



#9182 en Joven Adulto
#35840 en Novela romántica

En el texto hay: amor, amistad, diversidad

Editado: 16.04.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.