Mi diario de viajes.

A veces las palabras salen solas.


No sé que es lo que voy a hacer, vine con el objetivo de comenzar mis sueños, conocer un lugar nuevo para luego despedirme y viajar a otro. Pero me perdí y los días pasaron y me enamore, dejé de pensar en mí. A su vez descubrí que si podía valerme por mi misma y hacer de mi vida lo que yo quisiera, pero no me gustó darme cuenta de que en realidad mi verdadero sueño era salir de mi pueblo, algo simple pero a su vez complicado, algo que requiere esfuerzo y fortaleza para poder enfrentar a los que más amo.  
Aún así se que en este momento lo único que quiero es desaparecer, que me tragué la tierra. En tan solo dos semanas ella se convirtió en mi mundo ¿Por qué es todo tan revoltoso en mí? 

Cerré mi diario y me senté en la mesa a tomar un té, de esos que uno toma con angustia, tratando saciar esa necesidad de cariño, tanto de calmar la ansiedad y los nervios. 

(Suena el teléfono) 

Ambar:_ Hola. 
Rubio:_ Hola Ambi ¿Cómo estás? 
Ambar:_ Bien ¿vos? 
Rubio:_ Me alegro, algo preocupado. 
Ambar:_ ¿Se puede saber por qué? 
Rubio:_ La morenita me dijo que te enojaste demasiado con ella, esta confundida, no entiende que fue lo que paso. 
Ambar:_ Ella sabe muy bien lo que hace de su vida y como no estoy de acuerdo con sus parámetros decidí alejarme para no salir lastimada. 
Rubio:_ Ella solo quería ir despacio. 
Ambar:_ Me parece muy cobarde que no venga a dar la cara y encima que te mande a vos. 
Rubio:_ Ella no me mando, yo escuche sobre el tema mientras se desahogó, como no me pareces una mala chica quise ver si podía arreglar algo. Creí que no te molestaría. 
Ambar:_ Creíste mal. 
Rubio:_ Solo quiero ayudar. 
Ambar:_ No necesito tu ayuda, pero agradezco tu preocupación, nos vemos. 

Al segundo de cortar mis lágrimas comenzaron a caer pues estaba más confundida. 

(Golpean la puerta) 

Morenita:_ Ambar abrí, se que estas ahí. 
Ambar:_ ¿Te podes ir? No quiero verte. 
Morenita:_ Quiero hablar, no entiendo nada. 
Ambar:_ Yo tampoco, creía que por lo menos te gustaba lo suficiente como para que estuvieras conmigo, eso de ir despacio solo fue para que pudieras seguir explorando por todos lados. 
Morenita:_ Yo actualmente no estoy con nadie, no tengo tiempo ni ganas. 
Ambar:_ No seas mentirosa, odio las mentiras. 
Morenita:_ No estoy mintiendo, tenes que creerme, siento por vos algo mucho más grande que una simple atracción. 
Ambar:_ No entiendo como te da la cara para mentirme de esa manera, no me interesa lo que digas que sientas por mí, lo único que siento por vos es asco. Quiero que te vayas. 
La morenita se marchó. Renata despertó por el ruido. 

Renata:_ Decime que no era esa estúpida. 
Ambar:_ Ya se fue. 
Renata:_ Que descarada. 
Ambar:_ No quiero oír nada más, me voy a acostar, me siento muy mal y a la noche tengo que trabajar. 

(Abrí mi diario y seguí escribiendo) 
Tratar de dormir cuando estoy triste me resulta imposible, ya que mi mente no se calla, las palabras se entrelazan, se unen para luego difuminarse, los recuerdos pesan. Me siento sola, se que no lo estoy, pero así me siento. La respiración se acelera y pienso en mi familia, los extraño, aunque sean diferentes y no me acepten los amo, es un sentimiento inexplicable. No me siento normal, pero a su vez no quiero serlo, no quiero ser su definición de aceptable o decente. Quizás por eso no fui suficiente para ella. 
 



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En el texto hay: amor, amistad, diversidad

Editado: 16.04.2021

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