Mi diario de viajes.

Cosas más importantes que la apariencia de ser perfecta.

Pasaron los días y seguía sin poder ver a Renata, me sentía la persona más injusta del universo. Creo que en el fondo tenía miedo de que nada volviera a ser lo mismo. Conseguí que no me despidieran definitivamente del trabajo a pesar del revuelo que había hecho, por decir que me iba, que me quedaba, por ausentarme un par de días con la excusa de que no me sentía bien, bueno era verdad, no estaba nada bien, pero no era algo físico más bien era algo emocional, aunque esto me desencadenara migrañas insoportables.  Continúe con la rutina que había creado hacía ya un mes atrás.  
Tocan el timbre y me llega un mensaje de Renata. 


Renata:_ ¿Estas en el departamento? 
Ambar:_ Sí ¿Por? 
Renata:_ Estoy abajo. 
Ambar:_ Bueno ahora salgo. 


Baje con una sensación de incomodidad insoportable, quería salir corriendo, no quería bajar, pero no podía hacerle eso a ella, después de todo era mi amiga. 


Renata:_ Hola ¿Cómo estas? 
Ambar:_ Bien ¿vos como estas? 
Renata:_ Me alegra que estés bien, acá tirando para no aflojar. 
Ambar:_ ¿Seguís con el Rubio? 
Renata:_ Sí, tengo muchísimas cosas para contarte ¿No te gustaría tomar algo y conversar? 
Ambar:_ Bueno, tengo un par de cervezas, pasa.  
Subimos y nos sentamos por un par de minutos el silencio nos inundó y pareció eterno, ella intento contar un par de chiste para romper el hielo, pero nada, hasta que algo se me ocurrió. 
Ambar:_ Es más gracioso tu intento por romper el hielo que los chistes que contas boluda, siempre fuiste mala para eso (reí) 
Renata:_ Bueno (comenzó a reír) lo que vale es la intención, además quizás no funciono de la manera adecuada, pero resulto, el silencio ya no está y eso es lo importante ¿no? 
Ambar:_ Tenes razón, siempre la tenes. 
Renata:_ No siempre, me equivoco muy seguido y reconocerlo no es algo que se me haga agradable. 
Ambar:_ Lo sé. 
Renata:_ ¿Te cuento algo? 
Ambar:_ Sí ¿Qué? 
Renata:_ Note que por más que me cuente reconocer que la cague, cuando se trata de hacerlo para salvar cosas con personas importantes para mí no es tan tedioso, es como una liberación, como tomar aire puro en el medio de la nada. 
Ambar:_ Es muy lindo lo que estas diciendo. 
Renata:_ Te extrañe, perdón por todo. 
Ambar:_ Esta bien, yo también te extrañe demasiado, somos unas estúpidas. 
Renata:_ Lo sé. 
Ambar:_ ¿Queres que ponga un poco de música? 
Renata:_ Dale y tomate esa cerveza que se calienta, no la desperdicies. 
Ambar:_ Sabes que caliente me la tomo igual.  
Renata:_ Sí, ya lo sé, solo quería pelearte (ambas reímos) 
Ya pasadas varias horas Renata decidió irse, nos abrazamos y volví al departamento. Me sentí feliz porque a final de cuentas todo seguía igual, seguíamos siendo las mismas personas, las mismas amigas, las mismas jóvenes con el sueño de recorrer el mundo, con los mismos miedos, con esas ganas de gritar quienes somos, en vida o en la muerte, mujeres, que le gritan al mundo YO SOY Y VOY A SER COMO SE ME DE LA GANA, LAS CARETAS VAN A CAER, POCO A POCO, PERO PRIMERO ENTRE NOSOTRAS, ese día muchas mascaras cayeron y hasta ese entonces nunca nos habíamos sentido más unidas. 

 



#9774 en Joven Adulto
#39115 en Novela romántica

En el texto hay: amor, amistad, diversidad

Editado: 16.04.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.