Mi diario de viajes.

Lo implícito.

Luego de pensar en muchos temas que me causaban conflictos, decidí aflojar y relajarme. Me senté a tomar un café, abrí un libro que había comprado, ya hacía unos días. El olor de las páginas me dio paz, después de los 18 aprendí a disfrutar ese pequeño momento de soledad, mi café, mi libro y mi cigarrillo. De vez en cuando necesito esto, un respiro de todo, de mi mente. Normalmente divago, como lo podrán notar, las ideas se mezclan en mi cabeza y no puedo definirme de ninguna manera, a veces me pregunto ¿Cómo soy? ¿Qué soy?  
Detesto a su vez preguntarle a los demás, pero aunque lo aborrezca, sigo con las interrogantes, sin más, como si no lo controlara, como si no pudiera detenerme. Y sigo... ¿Qué piensan sobre mí? ¿Qué imagen tienen? Y a veces suelo susurrar ¿Quién soy? Sin que lo noten demasiado, como algo implícito en el diálogo. La esperanza absurda me inunda, quiero que alguien responda por mí, como si pudieran, es estúpido pensar de esta manera, porque solo yo puedo responder. 
El libro era intenso, con un poco de historia y críticas. Es increíble como un texto puede hacerte sentir acompañada, como puede brindarte un poco de certeza y luz en la incertidumbre de esta vida. Vieron...ya estoy divagando de nuevo. 
Siempre relaciono todo, la vida y las personas que me rodean, con el mundo. Hay cosas que no comprendo y hay otras que quizás sí, pero todo en algún punto se mezcla y se distingue borroso, a veces siento todo tan cercano y otras veces lejano, lo mismo me pasa con las personas. 
Suena el celular. 

Morenita:_ Hola ¿cómo estás? 
Ámbar:_ Bien ¿vos cómo estás? 
Morenita:_ Me alegro, por ahora bien. 
Ámbar:_ ¿Qué estabas haciendo? 
Morenita:_ Pensando. 
Ámbar:_ ¿En qué? Si es que se puede saber. 
Morenita:_ En cosas importantes. 
Ámbar:_ Bueno, espero estar entre esas cosas. 
Morenita:_ Estaba pensando... te quiero ¿sabes? 
Ámbar:_ Yo también te quiero. 
Morenita:_ Lo sé, pero es raro, siento que nunca quise a alguien de esta manera. 
Ámbar:_ No sé que decir. 
Morenita:_ No digas nada, solo quería decirte eso. Espero que descanses, nos vemos. 

En ese mismo instante al terminar la última palabra, se corto la llamada, quedé inmóvil, no sabía que hacer, si volver a llamar, mandarle un mensaje preguntando si se había cortado o dejar todo así. La cabeza no me paraba "dijo que me quería pero... ¿por qué corto la llamada? Quizás se arrepintió, bueno si eso pasó, yo voy a hacer que no se vuelva a arrepentir"  
Pase toda la noche pensando a donde podría invitarla, viendo que podría hacer con ella, quería hacerle sentir que la quería, porque de verdad lo hacía, esta vez si iba enserio o por lo menos para mí así era. 
 



#9182 en Joven Adulto
#35840 en Novela romántica

En el texto hay: amor, amistad, diversidad

Editado: 16.04.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.