Narrado por Anais Reber:
6 meses después…
Los últimos seis meses han sido los mejores de toda mi vida. Dylan me ha hecho vivir momentos únicos, es el chico con el que siempre soñé y hoy más que nunca estoy segura que deseo pasar el resto de mi vida junto a él.
Me he entregado por completo a Dylan y no me arrepiento ya que me ha mostrado que es diferente a todo lo que yo imaginaba.
Hace una semana culmino el primer semestre en la cerrera de ‘Diseño Gráfico’ y está feliz, cada vez que habla de cómo le ha ido en este semestre sus ojos se iluminan y sus labios se estiran en una genuina sonrisa.
Ambos somos felices estando juntos.
Diego por su parte comenzó a estudiar en una de las universidades más populares de la ciudad, se ha mudado de la casa de sus abuelos y ahora vive solo en un lujoso departamento cerca de dicha universidad. Actualmente está estudiando ‘Contaduría’ la verdad es que no sé si esta carrera sea lo de Diego o solo lo está haciendo para seguir los pasos de su hermano Damián. Antes de que se fuera Dylan intento convencerlo de no tomar esta carrera, pero él fue muy firme cuando dijo que ya había tomado una decisión y nadie podría cambiarla.
He visto en muchas ocasiones a Stefany, ella está recuperándose, sigue un tratamiento para calmar su ansiedad, pero algo me dice que no está completamente curada, tal vez su corazón sigue sin poder llenar el vacío que ha dejado la ausencia de Diego.
— ¿Entones le compraste esto? —cuestiona Rachel tomando el block y los lápices que he comprado para regalarle a Dylan. En unas semanas comenzara nuevamente la universidad para cursar el segundo semestre y eso lo tiene feliz, así que he ahorrado cada mes parar comprarle un block y unos lápices especiales para que diseñe cada cosa que se imagine, sus dibujos son hermosos y sé que triunfara como diseñador.
Asiento con mi cabeza, dejando delante de ella un papel de regalo.
—Necesito que me ayudes a envolverlo.
Nunca se me ha dado bien envolver regalos, pero mi mejor amiga es experta en eso.
Rachel mira el papel de regalo. Me decidí por comprar uno que tienen formitas de cuadros por todos lados.
—Necesito cinta —pide.
Introduzco mi mano en el bolsillo de mi uniforme y saco una cinta para que ella comience a envolver. Rachel la toma y busca una silla para sentarse en el gran comedor de la mansión, yo busco la silla que está a su par y me siento.
— ¿Crees que este bien? —le pregunto incesantemente.
Quiero que Dylan se sienta motivado a seguir con lo que ama, pero no sé si sea suficiente lo que compre para él.
Los ojos verdes de Rachel se deslizan hasta los míos. Me mira con cara de fastidio.
—Claro que está bien, Anais —levanta el block, para mostrármelo —. Dylan amara esto —me asegura, mientras se dibuja una sonrisa en su rostro.
Esa sonrisa me tranquiliza.
—Seguro que si —mascullo.
Rachel toma su cabello castaño en una cola desordenada, luego estira el papel de regalo en la mesa y encima de este coloca el block.
— ¿Dónde está Dylan? —me pregunta cuando comienza a doblar el papel.
Exhalo —esta con Derek.
Hoy es el cumpleaños de Derek y este dará una fiesta en su casa, nos ha invitado y quedamos que esta noche iremos.
En estos meses Rachel lo ha conocido mejor y ahora se la llevan bien, incluso la ha invitado para la gran fiesta que dará esta noche, ella acepto encantada.
La verdad es que no me gustan demasiado las fiestas, pero ya que se trata de Derek no pude negarme, él es una persona importante para Dylan y si es importante para él, es importante para mí.
— ¿Ya sabes que usaras esta noche? —inquiere.
Mis labios sobresalen mientras pienso con esfuerzo en el atuendo que usaré hoy, pero es que ni siquiera me había pasado por la cabeza pensar en eso.
Anais, la que va a una fiesta como una loca.
—Pues, la verdad es que no sé —respondo, cuando me doy por vencida —. Supongo que algo cómodo —agrego.
Rachel resopla —yo no tengo idea de cómo ir vestida —su vista sigue clavada en lo que está haciendo.
Ahora no soy la única que ira como una loca.
—De verdad somos un caso —me rio en silencio.
Sonríe — ¿Puedes cortar un poco de cinta? —pide.
Tomo la cinta y corto un pedazo con mis dientes para entregársela, ella la toma, presionándola en el papel para que sostenga una de las puntas.
—Tengo que ir a mi casa, para tratar de encontrar algo cómodo pero único para ponerme esta noche —agrega ella.
Me carcajeo —Para lucirle al cumpleañero —bromeo.
La sangre sube hasta las mejillas de Rachel. Lo que dije lo dije en forma de broma, pero es notable que para ella no es ninguna broma.
Ella detiene lo que está haciendo y eleva su mirada a mí.
—Anais —hace una pausa —yo creo que Derek me gusta.
Por un momento pienso que está bromeando, esto esperando que en cualquier momento una carcajada estalle de su garganta, pero al ver la seriedad de su expresión entiendo que esta hablando muy en serio.