Mi Dolor De Cabeza [dolor #1]

Capítulo III

Narrado por Dylan Peterson:

Los hermanos Peterson Watson, siempre hemos sido de lo que las personas en nuestros entornos hablan, en los institutos que estudiamos,  universidades, fiestas familiares, incluso en las calles donde se encuentra la mansión de la familia Peterson Watson, mansión en la que crecimos.

No solo debemos mentener un apellido, sino dos. Nuestras familias tanto materna como paterna son sumamente adineradas y exitosas alrededor del mundo. Siempre hemos tenido lo que queremos, autos del año,  último modelos de celulares, viajes, ropa y zapatos a la moda. Si, hemos tenido una vida bastante lujosa.  Mi hermano Damián desde muy pequeño supo que quería seguir los pasos de nuestros abuelos y los de mi padre, así que al día de hoy ya es dueño de una de las empresas más cotizada de la ciudad, con más de doscientos empleados trabajando para él. Diego, mi hermano menor, esta ahora terminado sus estudios en una preparatoria en New York, mi padre lo envío a esta preparotaria aproximadamente hace un año, es una de las mejores del todo el mundo y también una de las más costosas, pero eso no fue problema para él ya que siempre se ha asegurado de que tengamos la mejor educación, así deba pagar lo que deba pagar. Por mi parte hace poco obtuve mi título universitario,  , me gradué con honores en Administración de Empresas, pero no me conformo con eso, ahora vine a vivir por un tiempo limitado con mis abuelos porque deseo obtener mi licenciatura en una de las universidades más respetadas por el mundo empresarial, la universidad es bastente retirada de la mansión de mis padres por eso he venido a vivir con mis abuelos, la mansion de ellos es mucho más cerca de dicha universidad, eso me facilita las cosas. Mis hemanos y yo no somos muy unidos, tenemos personalidades muy parecidas y eso hace que nuestra relación no sea muy buena, desde muy pequeños nos hemos conformado con solo tener dinero, pero hay algo que los tres tenemos en común,  ninguno ha sido realmente feliz.

El agua tibia baja por todo mis cuerpo, mientras mantengo mis ojos cerrados.

«Debes ser mucho mejor de lo que ha sido tu hermano Demián, Dylan »
 «Terminaras tu licenciatura y luego te harás cargo de la empresa familiar » «Tu profesionalismo habla mucho de ti, así que debes hacerlo perfecto » , las palabras de mi padre hacen eco en mi mente.

─Debes dar lo mejor de ti ─susurro pasando una mano por mi cabello mojado. ─Eres mejor que todos ─abro los ojos de golpe al escuchar que alguien llama a la puerta de la habitación que mi abuelos han preparado para mí. Cierro la ducha, tomando dos toallas que están a un lado de la ducha. Con una seco mi cabello y mi cuella y con la otra rodeo mis cintura para encaminarme a la puerta que sigue emitiendo ese sonido que tanto me molesta. Abro la puerta con fuerza, tonto que siento que en cualquier momento romperé la manilla, así que la suelto. Mis ojos se clavan en la sirvienta de la mansión de mis abuelo, ella mira mi abdomen por el que aún bajan algunas gotas de agua.  

Mueve su cabeza, para luego mirarme a los ojos ─la...la señora me ha pedido que viniera a asegurarme de que no le apeteciera nada ─trata de controlar su voz pero es imposible,  tiembla. 

Siempre he tenido un poco de asco por las personas que trabajan como lo hace esta chica, no lo sé siento que son personas vulnerables y odio la vulnerabilidad.  

Lamo mis labios, colocando la toalla que use para secar mi cabello alrededor de mi cuello.

─No, no quiero nada ─contesto.

Ella asiente con su cabeza, girándose en sus talones para salir de mi vista, pero antes de que pueda hacerlo recuerdo que debo entregarle algo.

─Espera ─ordeno, haciendo que ella se detenga. Camino hasta la mesa que hay en la habitación, tomando una hoja en la que he especificado como deseo que haga su trabajo. ─Lee bien ─le advierto, entregándole el papel.

Me mira un poco mal pero finalmente toma lo que le estoy entregando. Cierro la puerta de mi habitación en su rostro y sin más me dispongo a vestirme para ir a la universidad donde estoy seguro seré el mejor.

Eso es lo que voy hacer, ser el mejor.

Narrado por Anais Reber:

Después de sentir como el imbécil de Dylan tiro la puerta en mi rostro, sentí que quería asesinarlo, quería entrar y sacarle los ojos por ser tan grosero.

─Liie biin ─remedo sus palabras, poniendo mis ojos en blanco.

Dejo la estúpida hoja que me ha entregado en el mesón de la cocina, tratando de calmar la rabia que estoy sintiendo. Pero mis pensamiento comienzan a recordar como las gotas bajaban por su definido abdomen, su cabello húmedo.

Niego con mi cabeza.

Eres boba ¿Ó Qué?

Dejo atrás mis pensamiento, tomando la hoja. Comienzo a leer y cada cosa que leo es más estúpida.

Unas de las cosas que dice es que su ropa solo será lavada en la lavandería más lujosa de la zona. También dice que los jugos que vaya a prepararle no deben llevar ni una pizca de azúcar, al leer eso arrugo mi rostro.

¿Quién toma jugo sin azúcar?  Pues Dylan lo hace.

Sigo leyendo la absurda lista que me ha entregado.

La carne debe ser preparada a temperatura 30 °C.

─Que te jodan, imbécil ─dijo nuevamente la lista a un lado, me dispongo a limpiar la cocina y lavar los platos.




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