Mientras más camino todo me parece más espectacular, es una universidad llena de tecnología todos los estudiantes que pasan a mi lado llevan en sus manos robots en los que seguro han trabajado toda su vida, algunos hablan por teléfono con los manos libres más actualizado del momento. Busco con mi mirada la facultad de Administración de Empresas, cuando por fin veo las grande letras doradas que busco me dispongo a encaminarme a ella, cuando llego a esa facultad me deslumbro aún más, todas las maquinas que puedan existir en las empresas se encuentran en esta facultad, es com0o un museo donde te explican detalladamente de lo que trata esta carrera, hay foto retrato de los hombre más importantes del mundo empresarial. Deslizo mi mirada por cada una de las fotos pero mi mirada se detiene en una foto en especial, esta foto está cubierta por una caja de cristal, debajo de la fotografía se encuentra el nombre del hombre de ojos negro que aparece en el retrato Dante Peterson.
«Puedes conseguir al señor Peterson en la facultad de Administración de empresa», las palabras que me dicho la chica de la recepción al dejarme entrar llegan a mi mente al leer ese apellido. Leo lo que parece ser la historia del hombre, dice que es un magnate en lo que ha empresas se refiere, fue el fundador de la empresa Legendary, según lo que leo es la empresa más reconocida al nivel mundial en lo que a contaduría y administración se refiere incluso recibió un reconocimiento por ser la empresa más reconocida en el años 2016.
–Entonces tu padre en uno de los hombres más respetado por el mundo empresarial –susurro, cayendo en cuenta que este hombre es el papá de Dylan.
Sigo caminando por lo que es la entrada de la facultad, cuando la voz de un hombre hace que me detenga.
– ¡Señorita! –me llama al escuchar eso me volteo para encontrarme con unos ojos café, por el uniforme que lleva descifro que es el vigilante de esta facultad –Creo que no debería estar aquí –su mirada viaja hasta el identificador que cuelga en mi camisa color rosa pálido.
Paso una mano por mi cabello que hoy llevo suelto –Mmm...hola, yo solo vine a traer el almuerzo del joven Dylan Peterson –explico.
El hombre al escuchar eso parece que le han quitado un gran peso de encima.
– ¡Oh! Entonces bienvenida. El señor Peterson me ha pedido que le informara que lo podía encontrar en la biblioteca.
Me quedo más que confundida, nunca había venido aquí así que no sé dónde puedo conseguir absolutamente nada. El hombre de ojos color café nota la confusión que deja ver mi rostro.
–Sígame, le indico donde se encuentra –pone en marcha sus pasos y yo solo lo sigo sin dejar de mirar lo bonita que es esta universidad, grandes y muy cuidados jardines, canchas de fútbol, béisbol, fútbol americano, tenis, baloncesto hay todos los deportes que tú puedas buscar, además de una fuente con distintos tipos de colores en su interior con hermosas peces nadando en ella.
Me encantaría poder estudiar aquí, pero no siempre tenemos lo que queremos.
Finalmente el hombre se adentra en uno de los pasillos y por los ventanales veo la gigantesca biblioteca, es muy moderna e innovadora, es imposible contar cuantos estantes con libros hay, son DEMASIADOS, En la entrada de la biblioteca hay montones de Tablet de la marca Apple las cuales pueden tomar los estudiantes para su uso personal.
Quiero tomar una, quiero tomar una.
–Bueno, aquí es la biblioteca –anuncia el hombre señalando el interior de la misma.
Me quedo mirando un rato sin poder evitar el asombro.
–Gracias...gracias por traerme –digo, tartamudeando sin despagar mis ojos de los cientos de libro que tengo delante de mí.
–De nada, por cierto soy Manuel –con el rabillo de mi ojo veo que el estira su mano esperando recibir la mía, automáticamente lo miro y la estrecho.
–Yo soy Anais –contesto, sonriéndole con dulzura.
Él responde a mi sonrisa –es un placer, Anais –agrega –. Ahora debo volver a mi trabajo –con delicadeza suelta mi mano y sin dejar de sonreír se da la vuelta para alejarse de mí.
Veo a mi alrededor buscando al tarado de Dylan, pero no logro encontrarlo, mis pies comienzan a retroceder viendo que probablemente no está aquí, pero en ese instante mi cuerpo choca con el de otra persona, haciendo que me gire en mis talones para encontrarme con los ojos de la persona que estaba buscando, sus ojos negros me miran por un instante pero rápidamente se aleja de mi rompiendo la conexión de nuestras miradas ya que él baja la mirada a sus Nike derecho.
–Me has pisado –se queja –. ¿Acaso no ves por dónde vas?
Mi mirada también se posa en el zapato que sin darme cuenta he pisado. Mi corazón se comienza a acelerar y no entiendo el porqué.
–Lo siento...no quería....
– ¿Trajiste mi comida? –me pregunta sin dejar que me disculpe por lo de su zapato. Por unos segundos solo lo observo examinado cada detalle de su rostro, sus largas pestañas, sus velludas cejas, su nariz muy bien definida, sus carnosos labios y sus perfectos dientes. Pero en ese momento sus ceño se frunce y me doy cuenta que lo estoy observando como una boba –. ¡Oye! Estoy hablando contigo –su voz está llena de fastidio y arrogancia.