Mi dulce de melocotón

— 02 —

GIOVANNA

Caí exhausta contra el elevador, después de todo había sido un día agotador, ver como la época de celo se mezcló para varios fue algo peligroso. No puedo dejar de pensar que estuve en peligro estando en la escuela hoy, cualquier omega que estuviera en ese lugar estaba en la boca del lobo entre todos los alfas que, sin saberlo, fueron a estudiar. En medio de las clases, su celo inicio, parecía algo planeado, aunque ya hemos sabido que en una época del año varios se desatan sin saberlo.

Como una sorpresa de mal gusto.

Era extraño que en mi camino no apareciera uno de esos locos que me hacen bullying, parecía un camino tranquilo.

Aunque a tal cosa creí que el abrigo que Abdel me dio con su aroma fue el causante de que ninguno de esos tipos se acercara, es peligroso lanzarse hacia la omega de otro alfa o a una omega con el aroma de un alfa.

Debería de ocultar mi celo con los supresores y también tendría que ir por algunos antes de que se acaben por la temporada.

No había visto a Abdel, solo sabía que dejó una caja en el recibidor, ¿será por su celo?

Niego, creo nunca lo he visto en su época de celo.

Lo poco que recuerdo, él parece nunca sufrir de su celo, por lo que he pensado que es uno de los pocos que solo reacciona cuando su pareja está a su lado y es cuando su celo comienza a mostrarse. Así que él todavía no encuentra a su pareja.

Mis pensamientos se disipan sobre la época de celo y al entrar a mi departamento abro la caja para saber qué hay dentro, mi sonrisa aparece en mis labios y mi mirada suelta algunas lágrimas por la excitante sorpresa. Un vestido rojo es el contenido de aquella caja, un vestido que yo recuerdo bien haberlo visto antes.

Este era el vestido que tanto miraba en un mostrador de una tienda de lujo de la ciudad, muy poco accesible para mí, por lo que ni siquiera me atrevía a cruzar la puerta de la boutique. Está al lado de la heladería favorita de Abdel y cuando él me llevaba yo no podía dejar de mirar hacia ese hermoso vestido que siempre estaba postrado en el maniquí, siempre soñaba con poder usarlo.

Es tan hermoso.

Realmente debo de saber en cómo agradecerle por este detalle, creo será a la persona que más extrañaré por su trato especial hacia mí. Y es algo que también me pone triste, pero es necesario emprender mi camino para poder encontrarme a mí misma.

Dejo a un lado el vestido y tomo en mis manos la otra caja que acompañaba junto al vestido, al abrirla veo unos zapatos negros que tienen grabado el logo de un conejo en su suela, son exclusivos para mi especie y creados por personas iguales a mí. Unos zapatos que solo se consiguen en Watspur por ser un lugar donde la mayoría de su población no son lobos.

Son de poco tacón y eso siempre me ha gustado, no dan tanto dolor.

El tiempo pasa en lo que me alisto, estando un poco indecisa en sí ir con Abdel cuando mi celo aún no termina, de tan solo tener en mente lo último que sucedió, solo pienso que no es bueno acceder a algo que puede ser peligroso.

Un Alfa y una omega estando solos, con uno estando en celo es difícil.

Decido hacerme un medio chongo siendo lo único que sé hacer en mi cabello, aparte de un chongo alto y coletas, sonrió al ver la pequeña colección de listones y algunos moños para el cabello, agarro un listón rojo pasándolo sobre la liga que une mi cabello y lo ató haciendo un moño al final.

Me miró por última vez al espejo y acomodo un poco el vestido repasando este con mis manos, miro mi cabello rojo apenas rizado y asiento, estoy lista. Escucho el sonido de mi celular y corro fuera de mi pequeño cuarto, agarro mi bolso que dejé en la mesita y el tazón de galletas que hice.

Contesto la llamada abriendo la puerta de mi departamento, sonrió un poco más calmada al saber que es Abdel quien me llama y respiro con calma para no mostrar lo nerviosa que estoy por estar a su lado.

— ¿Bajarás? —.

— Si —.

— Qué bueno, pensé que tardarías más y no es bueno hacerme esperar —.

— ¿Por qué? —.

— Estoy ansioso por verte —. Dice eso y cuelga dejándome más nerviosa.

Muerdo mi labio y respiro con profundidad mientras entro al elevador, mi mano tiembla mientras oprimo el botón del primer piso y solo cierro mis ojos para concentrarme, debo de mantener una distancia de él para que mi celo no termine afectado.

¿Espero tanto por mí?

Pienso de repente para distraerme, siempre lo hace porque siempre me tardo. Nunca se queja de nada y a veces creo que explotara por todo lo que le puedo hacer pasar. Camino dando pequeños saltos por el pasillo, presionó el botón del elevador y entro intentando guardar mis nervios, miro la hora observando que es tarde.

Tarareo alguna canción que viene a mi mente para distraerme aún más, estoy tan nerviosa, más por el hecho de que conoceré a la familia de Abdel, la familia real, personas con poder dentro de nuestro país y yo estoy en mi celo. Esta vez, de alguna forma duro más de lo que estoy acostumbrada.

Siento que me verán mal al darse cuenta de que estoy en mi celo, pensaran que solo me aprovecho de él y tomo el nombre de mi amistad con poder para manipularlo o algo por el estilo. Abdel es alguien muy bueno, de seguro pensarán que me aprovecho de eso y solo me ofrezco a él con mi celo tan fácil.




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