Mi dulce y extraño amor

¿Problemas?

Una simple pregunta puede mandar todo al diablo, Mel lo sabía y en ese preciso instante quiso romper el cuello de Jeremy, su vecino era un chismoso de primera, al igual que su familia, siempre se encargaba de evitarlos, pero esa maldita tarde tuvo que ser más prevenida y claro que su error le estaba costando caro.

Mordió su labio inferior intentando no decir algo que molestara a un más a su padre, su hermano mayor estaba detrás de él tratando de hacerla reír con estúpidas caras, incluso había logrado hacerlo que logro medio cubrir con una falsa tos, eso hizo que su padre solo la mirara de peor manera.

- Melissa dime a verdad ¿Por qué te saltaste la escuela?

- No me salte la escuela, papi te estoy diciendo la verdad, confía en mi

- Te vieron en el parque ¿Qué me ocultas?

- Bien, salí temprano, pero una amiga me invito al parque para pasar el rato, no creí que fuera a molestarles, lo siento – su voz sonaba arrepentida y vaya que estaba de ese modo.

- Mel, cariño, sabes que solo cuidamos de ti, solo procura decirnos donde estarás, incluso su sales antes, ¿Entiendes?

- Entiendo papi, lamento hacer que te preocupes

- Bien, ahora termina de limpiar, tu amiga debe estar por llegar y no quiero que vea todo sucio – asintió antes de ver como salía por la sala.

Su hermano solo pudo reír antes de que subiera, al menos tenía algo menos de lo que debía preocuparse, sonrió un poco antes de seguir acomodando la sala, aunque en realidad solo termino arrogando los cojines y dejando la basura más pequeña debajo de los sofás como acostumbraba.

Cuando el timbre sonó dio un pequeño brinco antes de abrir, podía sentir como las palmas de sus manos comenzaban a sudar por lo que las limpio en su pantalón antes de abrir y ver a Doli, ella se veía tímida por lo que solo pudieron reír al verse.

Se hizo a un lado para dejar que entrara antes de cerrar la puerta, ya estando sentadas en el sofá más grande sus nervios llegaron de golpe, era un poco tonto que se pusiera de ese modo y lo sabía a la perfección no era la primera vez que estaban solas por lo que tan solo debía actuar con naturalidad.

- ¿Quieres algo para tomar?

- No, gracias

Mordió su labio al ver lo incomodo que era aquel ambiente.

- Yo – ambas se miraron al ver como hablaban al mismo tiempo – Tú, espera

- Yo primero Mel, lamento si casi repruebas,  sé que dirás aun así lo siento

- No importa, debo entregar un proyecto extra, por eso estas aquí, me ayudaras

- Suena bien ¿Comenzamos?

Asintió emocionada mientras se sentaban en el suelo, Doli saco sus libretas mientras trataba de buscar su apunte, aunque en realidad quería detener su corazón, el cual latió como loco al ver la sonrisa de la chica, ¿Acaso estaba enferma?.




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