Mi dulce y verdadero amor

ENCONTRÉ LA FELICIDAD

Después de estudiar lo que más le gusta, encuentra trabajo, pero no relacionado con lo que ella a estudiado, pero sin embargo, se siente entusiasmada en su primer día de trabajo. Al terminar su primer día se siente genial con ella misma, se siente útil y valiosa, como hace mucho tiempo no se había sentido. En casa, es más cariñosa y ayuda todo lo que puede en casa. Todo le va bien, incluso conoce a otro muchacho, simpático y dulce. Todo le va bien, se gustan, con el tiempo conocen a sus padres, con gran confianza ya en pareja, hacen el amor y todo es de dulce. Hasta que de golpe y porrazo, cambia la relación, Nerea ve que su novio está distante y no entiende porque ya que le había demostrado que la quería muchísimo y que era guapísima. Tras estar dudosa, quiere hablar con el, pero este ni siquiera le coge el teléfono. Con lágrimas en los ojos, Nerea, le escribe y por fin le responde que no quiere seguir juntos en esta relación, que quiere estar con sus cosas. Nerea, llorando, no entiende cómo ha podido pasar esto, pero se acuerda de atrás, de todo lo que no había podido defenderse en la escuela y a darse valor, por lo que le escribe que no merece ni una pizca de amor y que no se engañan así a las personas.

Su gemelo, triste también le responde, no es el tuyo. Nerea debes valorarte como mujer, eres guapa, inteligente, trabajadora y con un corazón de oro, amor mío, no sufras por personas que no merecen la pena. Estas personas no se quieren ni así mismas.

Nerea, pasa unos días malos, pero decide seguir hacia delante, cumpliendo sueños y con ganas de cumplir con el sueño de ser madre.

Ella comprende que no necesita a un hombre para cumplir sus sueños, por lo que piensa en ir a una clínica de fertilidad.

Pero sin pensarlo, se chocó por la calle un chico tímido, dulce, alto, con ojos azules y rubio.

_Perdón, iba pensando en mis cosas- dice Nerea.

_Tranquila, yo también iba muy rápido. Por cierto, me llamo Alberto, un placer conocer a una chica tan guapa.

_Yo...soy Nerea. Encantada.

_Eres un encanto Nerea, para haber pasado tanto, nunca has perdido la fe.

_Perdone, ¿Me conoce de algo?

_Si quiere podemos hablar por el parque...y se lo puedo explicar mejor. Se que te encantan las plantas y has estudiado relacionado con ellas.

Nerea con los ojos bien abiertos, acepta dar una vuelta y se queda mirándolo, pero el con una sonrisa, la calma y le responde; que bien que al final creiste en Dios y dejastes de hacer caso a personas dañinas, no te convienen para nada, tú eres muy bella al lado de esa gente.

Nerea, con una sonrisa, se queda mirándolo y le responde; Esto parece un sueño, de verdad que te he encontrado, tú eres mi gemelo, el que tanto me ha hablado dentro de mi.

_Somos uno, no lo olvides.

_Despues de todo lo que me han llamado y sentirme incomprendida con este tema, estás aquí. No sabes lo tanto que te he esperado amor mío, cuanto quería en la vida un amor verdadero. ¿Cómo supistes que soy yo?

_Yo se todo de ti, menos como eras físicamente, pero tú energía y palabras son inconfundibles, se que eres la Nerea que hablo todos los días, y a la que he amado con todo mi corazón, guiándola por buen camino para que regresemos a estar juntos.

Por un instante se abrazaron fuertemente, y a partir de ahí, su relación fue extraordinaria. Se casaron y por fin Nerea cumple su segundo sueño más deseado, tener un bebé con su gemelo.



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En el texto hay: amor incondicional, alegría

Editado: 10.07.2025

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