Mi enemigo es el Vecino

Prólogo

El rugido grave de la música techno de William vibraba a través de la pared compartida y directamente hasta el centro de mi pecho, justo donde la disciplina del ballet exigía quietud. No era solo ruido; era una invasión. Cada boom de su bajo era un pisotón sobre el delicado suelo de madera de mi sala de ensayos, un insulto a las horas de silencio que invertía en la perfección.

Hoy, la invasión había sido física.

​Me acerqué a la ventana, aún en puntas, con el tutu de ensayo arrugado y el corazón latiendo con una rabia fría. A través del cristal, vi la escena que se había convertido en mi pesadilla cotidiana: William, en medio de un entrenamiento improvisado en el diminuto jardín, golpeando una pelota de fútbol con la furia de un vikingo.

Pero esta vez, la trayectoria había sido imperfecta.

​El balón había impactado mi ventana con la fuerza de un proyectil, dejando una grieta limpia y profunda que cruzaba mi reflejo. Y peor aún, había caído sobre el atril, derribando mi partitura más preciada.

​Salí disparada, la ira eclipsando la gracia. Abrí la puerta de golpe, encontrándolo precisamente allí, recogiendo la pelota con la indiferencia de quien barre polvo. Estaba cubierto de sudor, con hebras de cabello oscuro pegadas a la frente, y su camiseta de entrenamiento se adhería a unos abdominales que no tenía derecho a lucir con tanta impunidad.

-!Tu! - La palabra salió como un látigo, desprovista de cualquier tonalidad de ballet.

​William se giró, su sonrisa arrogante se congeló al verme. Sus ojos, generalmente llenos de desinterés, se encendieron. No sé si fue por la rabia que emanaba de mí o por mi tutu blanco de encaje contrastando con la tierra que él acababa de esparcir.

-​Vaya, la Princesa Cisne ha bajado de su torre de cristal - se burló, dejando la pelota a un lado.

​-Acabas de romper mi ventana y arruinaste mi partitura. ¡La partitura de mi audición!- Mi voz temblaba.

Dio un paso hacia mí. Su cercanía era un fuego inesperado; el olor a tierra, sudor y colonia barata era embriagadoramente masculino. Se inclinó, y por primera vez en años de enemistad, sentí el peso de su mirada, no de fastidio, sino de algo mucho más peligroso.

​-¿Y qué vas a hacer, Nat? ¿Bailar sobre mi tumba?-dijo burlón

Su actitud de chico malo me cabrea.

Su voz era un ronroneo bajo y desafiante. En ese instante, supe que el odio que nos unía era solo una invitación a que la contención de mi mundo chocara con la brutalidad del suyo. Y la verdad era que, bajo el desprecio, yo deseaba el impacto.

​Esa grieta en la ventana no solo partió el cristal; partió la línea entre el odio y el deseo. Y yo aún no sabía qué lado era más aterrador.

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Holaaaa muchachossss, este inicio estuvo candente!

Lastimosamente es solo una probadita de este libro, ya que estará disponible a partir del 12 de enero.

Primero terminaré con el proyecto "Cruzando ambos mundos"

Natalie y William serán los protagonistas de este nuevo género para mi. Quisiera darles más detalles pero TENDREMOS QUE ESPERAR.

El trailer de éste libro está disponible en mi canal de YouTube. Coloque el enlace del video en la parte inferior de la sinopsis.




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