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La audiencia aplaudió a rabiar cuando Iván subió al estrado a recibir, por tercer año consecutivo, su premio como campeón goleador.
Él lo tomó de las manos de la actriz que se lo entregaba y luego se giró hacia el público, fijando su vista en Vicky, quien estaba en primera fila, junto con sus compañeros futbolistas y sus esposas e hizo la “Vickyseñal” como la había bautizado la prensa al descubrir su significado.
— Muchas gracias, primero que nada, a la afición que tanto cariño me ha dado. A la directiva de mi equipo, a la asociación de futbolistas, pero, sobre todo, a mi esposa Virginia, quien siempre está a mi lado y que, con su apoyo incondicional y su cariño, me ha hecho llegar hasta donde estoy y que, dentro de poco, me hará papá de nuevo. Vicky, te amo.
Hizo una breve inclinación con la cabeza y luego bajó del escenario entre los aplausos de la gente. Mientras Vicky, emocionada, se limpiaba una lágrima y agradecía las felicitaciones de quienes estaban junto a ella.
Iván se sentó a su lado y abrazándola, le dio un breve beso.
— En cuanto acabe la ceremonia nos vamos a casa. — Le dijo él al oído.
— ¿No vas a ir a la fiesta? — Preguntó ella, sorprendida. — Mis papás dijeron que no nos preocupáramos, que ellos se iban a hacer cargo de Ivancito.
— No, cariño. — Negó él. — Vamos a casa para que descanses. Quiero pasar la noche con mi esposa y con mi hijo, no necesito fiestas ni ninguna otra cosa más que a ustedes. Y mañana nos vamos al pueblo, vamos a descansar de todo esto por una buena temporada. ¿Estás de acuerdo?
Vicky sonrió esplendorosamente.
— Lo que mi campeón mande. — Musitó orgullosa y se recargó en su hombro.
FIN
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Editado: 24.12.2022