¡mi Esposa Es Un Ángel!

EL CRUCERO. UN DÍA INCIERTO

22 de enero del 2020, Crucero la esperanza, en un largo y agradable paseo por todo el mar caribe, Steven y Elena, celebran su primer aniversario después de haberse casado en aquel tiempo en Bogotá.

22 de enero del 2020, Crucero la esperanza, en un largo y agradable paseo por todo el mar caribe, Steven y Elena, celebran su primer aniversario después de haberse casado en aquel tiempo en Bogotá

En ese momento, en la Popa del Crucero, Elena con una copa de vino en su mano derecha, abraza a Steven y le da un gran beso diciéndole:

- Es muy bonito el mar caribe, gracias amor, gracias por regalarme esta fabulosa experiencia, nunca voy a olvidar esto.

- Es muy bonito el mar caribe, gracias amor, gracias por regalarme esta fabulosa experiencia, nunca voy a olvidar esto

Steven acaricia las mejillas de su esposa, y le dice:

- Gracias de que, tú te mereces esto y más, sin ti no soy nada, tú eres mi motor que hace caminar, reír, comer.

Elena se sonríe, y le dice:

- No exageres.

Steven también se sonríe y vuelve a besar a Elena, diciéndole:

- Esto es solo el comienzo de toda nuestra travesía por el mar caribe, así que prepárate amor.

- Bueno.
 

6:15 pm, Republica Dominicana, el Crucero la esperanza hace una parada en este país

6:15 pm, Republica Dominicana, el Crucero la esperanza hace una parada en este país.

En ese instante, la gran mayoría de los pasajeros bajan y disfrutan de un hermoso espectáculo que brindan los nativos, bailando bachata y el perico ripiao, Steven y Elena se pegan a estos bailes y pasan gran parte de la noche disfrutando tanto de los bailes y de la comida.

Minutos después, ya sentados en primera fila. Y observando todavía el espectáculo de los nativos, Elena le dice a Steven:

- Wau, por fin aprendiste a bailar bien la bachata.

- Teniendo al frente a la maestra perfecta, tarde o temprano tenía que hacerlo.

En ese momento, Elena comienza a bostezar. Y manifiesta mucho cansancio. Diciéndole a su esposo:

- Amor, estoy un poco cansada, vámonos a dormir.

Steven se toma la última copa de vino y le dice a su esposa:

- ¿Tu cansada?, adonde hago la raya.

- Sí, amor, tengo mucho sueño.

- Está bien, vamos a descansar.

Steven se levanta junto a su esposa. Y se van a dormir en el Crucero.

En la mañana siguiente, el Crucero termina de recoger a veinte personas de nacionalidad de Republica Dominicana, de Cuba y de Haiti.

Desconectados del mundo y de lo que está pasando en Wuhan - China, el Crucero parte de Republica Dominicana.

En ese instante, Steven se despierta y al ver a Elena dormida, comienza acariciarla por todo su cuerpo, y a decirle:

- Que bella eres, sigo estando enamorado, perdidamente enamorado. Y siempre lo estaré, desde el primer día te vi, supe que ibas hacer mi esposa, mi amada y rubia Elena, como te amo.

En ese momento, Elena le dice a su esposo.

- Qué lindo.

Steven se sorprende, y le dice:

- Tramposa, ¿estabas despierta?

- Acabo de despertarme.

Steven le hace cosquillas a Elena por todo su cuerpo, y le dice:

- No te creo.

Elena también le hace cosquillas a Steven. Y después de jugar en la cama, le dice:

- Amor, ¿qué recorrido tiene el crucero?

- En estos momentos vamos para Puerto rico, después a Curazao. Y finalmente Cartagena.

- Que bien, voy a conocer la isla del encanto.

- Sí, pero antes vamos a desayunar. Y más tarde a la piscina o el cine, ¿qué prefieres?

- Eso no se pregunta Steven, quiere divertirme en todo.

Steven se sonríe, y le dice a Elena:

- Está bien, te complaceré en todo.

Minutos después, contentos y muy felices, Steven y Elena se encuentran en el restaurante del crucero. Cuando presencian en una mesa cercana a ellos, la caída de una persona al suelo. Después de haber tosido varias veces.

En ese instante, los paramédicos del crucero atienden al enfermo y lo retiran del restaurante.

Asustada por la situación que se presentó en la mesa cercana, Elena le dice a su esposo:

- Amor, ¿no te parece que los medico actuaron muy extraño con el enfermo?

- ¿A qué te refieres?, yo vi que lo atendieron normal, como debe ser.

- No, yo vi que un médico le hizo seña al otro, para que no lo levantara.

- No vi eso, Elena, mejor pidamos algo, ya tengo mucha hambre.

Elene se queda pensativa y luego le dice a Steven:

- ¿Y qué me dices de los tapabocas y eso que tenían en la cara, como si fuera unas gafas?

- Bueno, si... se vio un poco extraño todo eso, pero ya paso, ahora sigamos con nuestra vida, ¡mira!, toda la gente ha vuelto a la normalidad, volvamos nosotros también.




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