¡mi Esposa Es Un Ángel!

DESTINADO PARA UN MEJOR FUTURO

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9:10 pm, Steven se queda dormido y suelta el palo. Cuando Harold se acerca a él, y dice:

— Por culpa tuya es que estoy en esta.

En ese momento, Harold carga a Steven y sin piedad alguna, lo tira al mar.

Totalmente asustado y muy desesperado, Steven comienza ahogarse.

Harold se va arreglar el motor del yate. Cuando siente un terrible escalofrió en todo su cuerpo, y piensa:

— Esto no está bien Harold que has hecho.

En ese momento, Harold se devuelve y coge una cuerda. Y se la lanza a Steven, el cual logra atraparla.

Arrepentido por lo que hizo, Harold comienza a traer de vuelta a Steven, hasta subirlo al yate.

Muriendo de frio, Steven le dice a Harold:

— ¿Qué fue lo que sucedió?

Harold coge el palo y luego le dice a Steven:

— Vino una gran ola y te mando directo al mar.

Steven no le cree nada de lo que dice Harold, y le expresa:

— ¿Dónde estabas tú cuando paso esa gran ola?, ¿y porque el yate está seco?

Harold se pone un poco nervioso, pero luego le dice:

— Yo estaba tratando de arreglar el motor, pero tú te has dormido casi en la punta del yate, y es por eso, que al para esa terrible ola te haya mandado al mar.

Steven comienza a temblar de tanto frio que está haciendo. Cuando Harold le tira una toalla de color azul, y le dice:

— ¡Mira!, sécate rápido.

Steven se quita la camisa y se seca por completo. Cuando observa detenidamente que Harold tiene el palo, le dice:

— Es normal que desconfíes de mí, yo soy un extraño que te golpeo y te daño el rato con esa chica.

— Ah, qué bueno que lo dices, todavía me está doliendo ese golpe.

— Ah, qué bueno que lo dices, todavía me está doliendo ese golpe

Steven le tira la toalla. Cuando Harold la coge en el aire, Steven se le lanza encima a Harold y forcejeando fuertemente en el piso, Steven le quita el palo, y luego le dice a Harold:

— A quien quieres engañar, tú me lanzaste al mar, quisiste matarme.

Harold se levanta y le expresa a Steven:
— Tienes razón, de un momento a otro me entro un odio por ti, y quise matarte, pero me ocurrió algo extraño y de inmediato me arrepentí.

— No mientas Harold, tus palabras no valen nada para mí.

— No seas tonto Steven, dime quien te lanzo esta cuerda, si no me hubiera arrepentido en ese momento, tú te habías ahogado.

Steven se sienta en el borde izquierdo del yate, y luego mira a Harold, y le dice:

— Elena me insinuó que yo tenía un mejor futuro, y que no podía morir en ese hospital.

— Claro que no, vas a morir aquí Steven, y de paso me llevas contigo.

Steven se levanta y pone el palo en el hombro derecho de Harold, y le dice:

— Pongámonos arreglar ese motor.

6:12 am, cansados de estar a la deriva y con mucha sed, Harold tira la toalla, y le dice a Steven:

— Pasamos toda la noche ajustando ese desgraciado motor, pero definitivamente esto no tiene arreglo.

Steven se desanima al escuchar eso y se pone a mirar el mar. Cuando escucha a Harold decir:

— Tengo demasiada sed, creo que tomare agua del mar.

— ¡Estás loco Harold!, es agua salada.

— No importa que sea agua salada o sucia, yo quiero tomarla.

En ese instante, Harold enloquece por momentos y trata de lanzarse a tomar agua. Cuando Steven de una bofetada lo manda al suelo, y le dice:

— Contrólate o morirás más pronto de lo esperado.

Harold se soba en su mejilla izquierda, y le dice a Steven:

— ¿Acaso estás pensando en comerme cuando yo muera?

— Cállate Harold, yo nunca haría eso.

— Pues no me callo, y te voy a revelar una verdad de una vez por todas.

— ¿De qué hablas?

— Yo estaba yendo a Curazao, porque no sé dónde y en qué lado esta Colombia, lo siento, pero es la verdad.

Con un gran suspiro, Steven le dice a Harold:

— ¿Eso es todo o tienes más que decir?

— Eso es todo.

En ese momento, Steven se va a sentar en un rincón del yate, y mira fijamente hacia el occidente que él cree que es.

10:45 am, Harold se queda dormido, mientras Steven comienza a desesperarse y mira hacia todos lados, y dice en voz baja:

— Mi futuro... no puedo quedarme aquí, necesito ir a Colombia, necesito un milagro, ¡Dios ayúdame!

Veintisiete minutos más tarde, Steven se despierta, y se sorprende al ver desde lejos un barco pesquero...

 




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