En ese momento, Steven se levanta de la cama y vuelve a coger el teléfono, y llama a casa de sus padres.
Steven escucha la voz de su padre, y después de unos segundos le dice:
- Hola papá.
- Hola hijo, ¿qué tal te va con esa pandemia en el caribe?
- Ya estoy en Bogotá. Pasando quince días encerrado en un edificio en el barrio de Fontibón.
- ¿Deben cumplir la cuarentena?
- Sí, pero ha pasado tantas cosas en mi vida que no sé por dónde empezar a contarte.
- ¿Te encuentras bien hijo?
- Se puede decir que bien, porque aún estoy vivo, pero mi alma está destrozada.
Humberto se preocupa y de inmediato le dice a Steve:
- ¿Qué pasa?, ¿Elena y tu están contagiados?
- Papá... Elena murió en el Crucero.
Clemencia mira la mala expresión que hace su marido, y le dice:
- ¿Qué te ha dicho mi hijo?, ¡contesta Humberto!
De inmediato, Humberto reacciona, y le dice a su esposa:
- Elena está muerta.
Consternada con la noticia, Clemencia pasa al teléfono, y le dice a su hijo:
- Hola, tu padre ya me conto lo de Elena, debes de ser fuerte hijo.
- Estoy tratando de hacerlo, pero cada día me está haciendo mucha falta.
- Entiendo hijo, ¿ya te has comunicado con la familia de ella?
- Sí, pero don Fidelío la tomo conmigo y tuve que colgar.
- Como así, ese señor es muy atravesado, por eso fue que te dije en alguna vez, que no me gustaba la familia de Elena, son muy problemáticos... hijo, ¿en dónde estás?, ¿y dónde quedo el cuerpo de tu esposa?
Steven pone su mano izquierda en la pared, y le dice a su mamá:
- Estoy en Fontibón cumpliendo una cuarentena obligatoria, hay que repatriar el cuerpo de Elena en el país de Trinidad y Tobago, pero quiero decirte, a ti y a mi padre, que los quiero mucho, los extrañé demasiado. Yo estuve muerto por unos minutos, y gracias a Elena, he vuelto a la vida.
Barrio Modelo, totalmente afectada por la noticia de la muerte de su hija, Mirna es atendida por su hija Deisy, quien le ha preparado un jugo de tomate de árbol con limón, y sin azúcar. Para atacar la presión.
Mirna se toma todo el jugo que le preparo su hija, y luego le dice a Fidelío:
- ¿Por qué eres tan patán?, Steven no tiene la culpa de que se fueran infectado en ese viaje.
Con mucha pena con su esposa y también como se comportó con Steven, Fidelío le dice a su hija y a su esposa:
- Perdónenme, es que estoy terriblemente afectado, aun no lo puedo creer... no, no sé cómo voy a superar la perdida de nuestra hija.
Mirna le dice a su esposo:
- Discúlpate con Steven y aprovecha el momento. Para decirle en donde quedo el cuerpo de mi hija, para enterrarla junto al resto de los familiares.
De inmediato, Fidelío va a la sala y toma el teléfono e intenta devolver la llamada a Steven, pero es inútil.
Barrio Fontibón, Steven termina de hablar con sus familiares. Y de inmediato enciende el televisor en las noticias, y se aterra al ver el panorama mundial de la enfermedad.
Luego de ver las pésimas noticias de diferentes países en el mundo, Steven busca por toda la habitación un cuaderno y un lapicero, pero no encuentra nada, y decide salir al pasillo a recorrer el edificio en busca de un cuaderno.
Steven baja al primer piso y se encuentra con un vigilante, quien le dice:
- Vuelva a su tercer piso y quédese allí.
- Disculpe señor, necesito con gran urgencia un cuaderno y un lápiz, por favor, necesito desahogarme escribiendo algo, por favor.
El vigilante queda indeciso por varios segundos. Cuando le dice a Steven:
- Suba a su habitación y en minutos con otra persona le enviare lo que ha pedido, ah, y arréglese ese tapabocas.
Steven le hace caso al vigilante y se acomoda el tapabocas. Y se sube a su piso.
Minutos después, una persona totalmente protegida contra el virus, llega a la habitación de Steven con una gran bolsa en sus manos...
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Editado: 10.04.2023