En ese instante, Lía se acerca a Steven, y le expresa:
— Perdóname por lo que pasó ese día.
— No tengo nada que perdonarte, es más, tengo algo para ti.
— ¿Qué es?
— Espera.
En ese instante, Steven abre la puerta y coge el celular que le dio Margaret. Y se lo da a Lía, diciéndole:
— Esto es para ti.
Lía coge el celular y luego mira a Steven, diciéndole:
— ¿Y esto?
— Pues es un celular.
— Si, yo sé que es un celular.
— ¡Abre la caja! Yo sé que te va a gustar ese celular.
En seguida, Lía abre la caja y saca el teléfono. Cuando Steven le expresa:
— Es un Xiaomi. Y con ese aparato te voy a localizar cuando no aparezcas.
Lía se sonríe, y le dice:
— ¿Pretendes controlarme con esto?
Steven también se sonríe. Y le da un beso en la frente a Lía, diciéndole:
— En pocas palabras, sí. ¿Qué te parece si salimos por ahí?
— ¿Y tu trabajo?
— Tú eres lo más importante para mí, ¿qué dices?
— Sí, acepto tu propuesta, ¿a dónde me vas a llevar?
Steven coge la mano izquierda de Lía y la lleva hasta un paradero, y le dice:
— Déjame sorprenderte.
— Bueno…
Mientras se prepara para ir a la ferretería, Santiago mira desde lejos a Steven y a Lía, y se enfoca en el rostro de Lía, diciendo:
— ¡Vaya! Qué mujer tan bonita, este sí que tiene buen gusto para las mujeres.
Lucía alcanza a ver a Santiago viendo Steven por la ventana, y le pregunta:
— ¿Qué tanto espías a el vecino?
— Steven es mi amigo. Y no lo estoy espiando, lo que estoy es contento que está empezando a salir con alguien.
— Mejor apresúrate y vete a trabajar, no vaya a ser que te echen de ese trabajo. Porque ya sabes lo difícil que es conseguir empleo en esta ciudad.
En el paradero, Steven olvida por completo de Milenio y se monta en un taxi con Lía…
Minutos más tarde, Steven lleva al Lía al cerro de Montserrat.
En ese instante, Steven lleva a Lía hasta un gran mirador. Cuando está le expresa:
— ¿Aquí es que traes a todas en tu primera cita?
— ¡¿Todas?!, no, este es uno de mis lugares favoritos. Tu solamente eres la segunda mujer.
Steven abrasa a Lía, y dice:
— Desde este lugar se puede apreciar toda Bogotá.
— Me gusta este lugar y me gusta la compañía.
En ese instante, Lía y Steven se besan. Cuando Steven comienza a sentirse aún más fascinado por Lía, y expresa:
— Recuerdo la primera vez que nos vimos. O más bien que tú me salvaste la vida en ese puente… ese día me sentía muy confundido y dispuesto hacer una tontería.
Lía se sonríe y se acuerda con detalles de ese momento. Y busca donde sentarse. Cuando Steven le dice:
— ¿Te pasa algo?
— Solo estoy un poco aturdida, pero ya estoy bien.
Lía se sienta y vea dos parejas cerca de ellos. Y coge de la mano izquierda Steven, diciéndole:
— ¿Por qué no hablemos cosas agradables?
— Tienes razón, hablemos de los dos…
En Milenio, Simón busca a Steven en su lugar de trabajo, pero al no encontrarlo, le dice a Yensy:
— Perdona que te interrumpa.
— ¿Qué quieres Simón?
— ¿Sabes si Steven está en la oficina de Ernesto?
— No, el todavía no ha llegado… ¿puedo ayudarte en algo?
— Necesito la ayuda de Steven…
En Montserrat, Steven mira toda la ciudad. Cuando mira a las otras parejas. Y le dice a Lía:
— Las personas están aprovechando al máximo este momento que tiene de vida. Y disfrutan del amor sin importarle la pandemia, a propósito de eso…
— ¿Que?... ¿Ibas a decir algo sobre la pandemia?
De inmediato, Steven se acuerda de lo que le dijo su mamá y de lo solo que está, que le expresa a Lía:
— Acompáñame a otro lugar.
— Pero si recién llegamos.
— Te voy a llevar a otro de mi sitio favorito.
— Bueno, bueno, ¿qué será que te traes entre manos?
Steven se sonríe bastante, y se lleva a Lía a un restaurante que frecuentaba con Elena. Cuando estaban a punto de casarse.
En ese momento, Steven le corre la silla Lía y la hace sentar. Cuando esta dice:
— Gracias.
Steven también se sienta y después le pregunta a Lía:
— ¿Te gusta el lugar?
Lía observa fuentes por varias partes del lugar, y responde:
— Si, es muy novedoso y bonito.
— Este lugar me fascina.
Lía mira directamente a los ojos de Steven, y expresa:
— Eres una persona muy especial, sabes tratar y hacer sentir bien a una mujer. Eso fue lo que me enamoró de ti cuando estabas con Elena.
Steven se confunde un poco, y le dice:
— ¿Qué digites?
Lía pone su mano derecha en su frente, y rectifica:
— No, es que pensé en el cuadro que vi en tu casa.
— Ah.
El mesero se acerca a Steven y Lía, y les expresa:
— Muy buenas, ¿que desean comer?
Steven se concentra en los ojos de Lía, y le responde al mesero:
— Vuelve en dos minutos.
— Bueno.
En seguida, Steven toma impulso y se levanta de la mesa y luego se arrodilla al frente de Lía, la cual le dice:
— ¿Qué haces?
Steven coge la mano derecha de Lía, y le expresa:
— Yo sé que es muy pronto para esto, ¿pero te gustaría casarte conmigo?...
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Editado: 10.04.2023