¡mi Esposa Es Un Ángel!

UNA PERSONA CONOCIDA

Ante la mirada de más de catorce personas, Lía queda mirando a Steven. Cuando esté le repite:

— ¿Quieres casarte conmigo?

Lía mira a varias personas que esperan la respuesta. Cuando le dice a Steven:

— Esa es una propuesta muy apresurada.

— Solo dime que sí. Queda pendiente el anillo.

Lía e sonríe. Cuando varias personas la alientan para que diga que sí.

En ese momento, Lía se decide y le dice que si a Steven. Cuando esté se abalanza a ella y la besa entre bastantes aplausos de la gente que están muy cerca de ellos.

En ese instante, el clima de Bogotá cambia por completo y comienza a ventear fuertemente. Cuando Steven se vuelve a sentar. Y con mucha alegría le dice a Lía:

— Estoy muy emocionado, quiero casarme cuanto antes contigo.

Lía le da un beso a Steven, y le expresa:

— Yo también estoy muy emocionada.

— Lía, quiero que nos casemos dentro de una semana.

— Estás completamente loco, pero... pensándolo bien, me gusta la idea.

— Me haces el hombre más feliz.

El mesero vuelve a la mesa de Steven y Lía, y les dice:

— Ahora sí van a pedir...

En Milenio, Ernesto se pasea por el puesto de Steven una y otra vez. Cuando Óscar le dice a Simón:

— Te apuesto a que el jefe vuelve a despedir a Steven.

— Pero no lo veo que este enojado, antes lo veo que sonríe.

— No te confíes de eso, Ernesto es terrible y no dudará en echarlo cuando lo vea.

En el restaurante, Steven le hace pedir un plato de camarones a Lía. Y para él lo mismo.

En ese instante, el mesero trae la comida, y le dice los dos:

— Disfruten la exquisita comida.

— Gracias.

Después de agradecerle al mesero, Steven y Lía se sonríen un poco. Cuando Lía se queda viendo el plato de camarones.

En seguida, Steven comienza a comer. Cuando ve a Lía muy extraña, y le pregunta:

— ¿Tiene algo la comida?

— Es que esta es la primera vez que voy a comer esto.

— ¿Cómo así? ¿Quieres decirme que nunca has comido camarones?

— No, nunca.

— Me dejas muy sorprendido, ¿quieres que haga cambiar y plato de comida?

— No.

Lía saca un camarón con la cuchara, y le expresa a Steven:

— Contigo he descubierto el amor. Ese lo más lindo que me ha pasado.

Steven se sonríe bastante. Cuando ve comer a Lía con mucha paciencia.

En ese instante, Lía se deleita con el plato de camarones, y dice:

— ¡Es bueno!... ¡realmente es muy bueno!

Estupefacto, Steven dejé de comer, y le pregunta a Lía:

— ¿Es en serio? ¿De verdad no habías comido esto antes?

— Claro que no.

— Me sorprendes...

Minutos después, Steven y Lía salen del restaurante cogidos de la mano. Cuando un pedazo de tejado del restaurante le cae en la cabeza a Steven y lo deja inconsciente.

Viendo muy borroso, Steven ve a mucha gente cerca de él con tapabocas. Y luego ve a Lía alegando con alguien...

Steven cierra sus ojos y cuando los vuelve a abrir, ve el rostro de Lía, y le dice:

— ¿Qué pasó?

— Te cayó una teja en la cabeza.

— ¿Pero cómo pasó eso?

— Fue mi culpa.

— Pero qué dices Lía, esto no puede ser tu culpa.

— Claro que sí.

— Yo no acepto que mi futura esposa se eche la culpa por un accidente que le pudo pasar a cualquiera, a propósito, este parece mi habitación.

— Es que es tu habitación.

— ¿Y cómo hiciste para traerme?

— Bueno, muchas personas me ayudaron, las cuales insistieron en llevarte a un hospital, pero cuando comenzaste a reaccionar, yo decidí traerte a tu casa.

Timy se sube a la cama de Steven. Cuando esté recuerda que Lía estaba alejando con alguien, y le dice:

— ¿Con quién estabas peleando?

Lía acaricia a Timy, y le responde:

— No, yo no estaba peleando con nadie, debes de estar equivocado.

— No, no, no, no, no, yo te vi que estabas alegando con una mujer, la cual se me hace muy familiar.

Lía le tocado la frente a Steven, y dice:

— Tienes fiebre. Y está muy alta, debe ser que estas desvariando.

Steven se toca el cuello y la frente, y luego le expresa a Lía:

— Está bien, está bien, si no me quieres decir por qué estabas discutiendo con otra persona, pues tendrás tus razones.

De inmediato, Lía le da un beso a Steven, y luego le dices:

— Voy a buscar bajarte la fiebre, no quiero que te pase nada antes que te cases conmigo.

Stevens se sonríe bastante, y le empresa a Lía:

— ¡Yo estaré bien!...

 




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