¡mi Esposa Es Un Ángel!

ÁNGELES Y DEMONIOS

Horas después, en las afueras de Bogotá, Steven carga a Lía hasta una linda cabaña que alquilo días anteriores.

Steven y Lía entran rápidamente a la cabaña. Y cierran la puerta. Cuando Steven besa apasionadamente a Lía. Y la lleva cargada hasta la cama, y le dice a su esposa:

— Estaba esperando este momento.

— Yo también.

En ese instante, Steven vuelve a besar con gran pasión a Lía. Cuando de repente, esta lo tira a un lado. Y se sienta en la cama y se pone a llorar...

Muy asustado, Steven toca la espalda de Lía, y le pregunta:

— ¡¿Qué te sucede?!

Entre lágrimas, Lía le responde:

— Pensé que yo podría ser normal.

— ¿Cómo que normal? Tu eres una mujer perfecta.

— Yo no soy lo que aparento ser.

— ¡Lía! ¡Mírame!

— ¡Se me acaba el tiempo aquí!

— ¿Qué es lo que dices?

— Yo he desobedecido y por eso tengo que pagar las consecuencias.

— ¿Consecuencias de qué?

En ese instante, Lía quita sus dos manos de su rostro. Y se da vuelta y mira a Steven, quien salta de la cama asustado, al ver los ojos azules que brillan. Y sus grandes alas en su espalda.

Steven se arrincona en una esquina de la habitación. Y estando en el suelo le expresa:

— ¡¿Quién eres?!

Lía se desaparece en el acto. Cuando Steven alcanza a escuchar:

— ¡Nunca te olvidare!...

En ese momento, Steven se sienta, y mira hacia todas partes en busca de Lía, y dice:

— ¿Qué está pasando?... ¡yo me acabo de casar con un ángel!

Steven se levanta lentamente y mira sus manos y sus piernas, las cuales tiemblan de mucho miedo.

En seguida, Steven coge valor para afrontar la situación y sale de la cabaña. Cuando el administrador lo detiene al verlo muy nervioso, y le dice:

— ¡Espere señor! ¿Necesita algo?

— No, no, solo quiero irme de este lugar.

— ¿Y su esposa?

De inmediato, Steven hace a un lado al administrador. Y se va de ese lugar corriendo.

El administrador piensa lo peor. Y corre hacia la cabaña y saca su teléfono para llamar a la policía, pero cuando entra al lugar, se da de cuenta que a mujer que entro con Steven no está por ningún lado, y dice:

— ¿Qué se hizo la señorita?...

Horas después, Santiago y su esposa quedan aterrados al ver bajarse de un taxi a Steven. Y lo mismo los demás vecinos.

En ese instante, Santiago corre a donde esta Steven, y le dice:

— ¡Steven! ¡Steven! ¿Dónde dejaste a tu esposa?... ¿estas bien?

Steven mira a Santiago, y antes de entrar a la casa, le responde:

— No lo estoy, ahora quiero estar solo.

— Bueno.

Steven cierra la puerta y pone su mano derecha en la frente, y dice:

— ¿Esto es real?... ¡Lía resulto ser un ángel!

Steven todavía no puede creer lo que le acaba de pasar en esa cabaña. Y se sienta en el suelo...

Dos días después, Steven se encuentra acostado con los ánimos por los suelos. Y sin ganas de levantarse. Cuando recibe un mensaje a su teléfono.

En ese momento, Steven coge el teléfono y se da de cuenta que le enviaron un video, y le da reproducción.

En ese instante, Margaret sale en el video, diciéndole a Steven:

— Hola, disculpa por dañarte tu luna de miel, pero debes de saber que Ernesto acaba de echar a todos, yo todavía me encuentro en Milenio... no sé qué hacer, ojalá pudieras venir...

De inmediato, Steven se levanta de la cama y se arregla rápidamente. Para ir al trabajo.

Treinta minutos después, Steven entra corriendo a la empresa. Cuando se percata que no hay vigilante. Y contempla una soledad absoluta.

Steven intenta subir el ascensor, pero este no funciona y sube por las escaleras...

En ese momento, Steven busca a Margaret en su oficina, en el baño y los pasillos, pero no ve a nadie. Y decide entrar a la oficina de Ernesto, la cual estaba abierta. Y mira por la ventana. Cuando Ernesto aparece por su espalda aplaudiéndole.

Steven se da vuelta, y le dice:

— ¿Por qué te ensañaste con todo el mundo?

Ernesto se sonríe, y le expresa a Steven:

— Vaya, que buen trabajo hiciste, ¡eres el mejor!

— ¿A qué te refieres?

— Debería de darte un premio, todo salió tal cual como yo esperaba.

— ¿De qué hablas?

Ernesto se acerca a Steven, y le dice:

— Hablo de tu esposa.

Steven se pone muy nervioso, y dice:

— ¿Qué pasa con ella?

Ernesto se ríe a carcajadas, y coge de los dos hombros a Steven, diciéndole:

— Espere mucho tiempo para llegar a este momento, tuvieron que pasar muchos intentos. Y todos frustrados por culpa de Lía.

— ¿Qué?

Steven se desaparta de Ernesto, y trata de ocultar la identidad de Lía, diciéndole:

— ¿Qué tiene que ver Lía aquí?

— Todo, pero ya es tarde para ti, porque ahora nadie podrá salvarte.

— ¡Oye Ernesto! ¿Estas borracho? Porque realmente me estas asustando.

— Tú no te vas a interponer en los planes que hay para este mundo.

— ¿Qué estás diciendo?

En ese instante, Ernesto coge del cuello a Steven. Y lo alza por completo. Lanzándolo brutalmente contra una pared. Haciendo que este caiga encima de un monitor y lo dañe por completo...

Estupefacto, Steven se baja del escritorio y cae al suelo. Cuando le dice a Ernesto:

— ¿De dónde sacaste tanta fuerza?...

 




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