Mi estúpido vecino.

Capítulo 6: Mejores amigas.

Ayer fue un día genial ,Mateo y yo nos la pasamos genial aunque sus bromas de que yo  era Jughead pero femenina se pasaron.

Como  de costumbre Mamá y papá no estan , así que estaba sola, momentos atras había charlado con mi primo mayor.

Decidí bajar a buscar algo a la cocina, cuando ya estaba en la cocina, lleve mi  mirada hacia una de las ventanas en donde visualice a la mas pequeña de los Lambert sentada en el pasto de la parte delantera de su casa ,desde mi punto de vista parecía estar llorando, asi que decidí salir para así poder acercarme a ella.

En cuanto estuve cerca confirme mi teoría al escuchar sus sollozos.

—Hola—salude a unos pasos de ella.

La vi levantar su mirada de entre sus piernas, tenía la cara rojita al igual que sus ojos-Hola.-acto seguido volvio a su posición inicial.

—¿Puedo sentarme?—señale donde estaba. A lo que ella asintió —¿Que te pasó?.—hable en tono bajo, poniendo mi mano en su pequeña  espalda.

No me contesto.

—Puedes decirme,no le dire a nadie.-No me hizo caso—Mira —alzo la vista en mi dirección—Lo prometo— puse mi meñique  cerca del de ella y lo enlazamos a modo de promesa.

—Mi me-jor ami-ga-se sorbio la nariz—ya no es mi me-jor ami-ga—tartamudeo.

—A ver explícame—me acomode a su lado.—¿Por qué ya no son mejores amigas?.

Me miró un poco más calmada, ya no estaba sollozando pero si tenía rastros de lágrimas.

—Como mis padres se habían ido de viaje,pues yo me quedé en su casa, no era la primera vez—se sincero—entonces esta mañana, cuando despertamos empezamos a discutir por cosas de mejores amigas pero ella se enojo enserio y me dijo que me fuera de su casa.

—¿Enserio dijo eso?

—Si. Yo también me enoje y le dije que no la quería ver nunca más en mi casa—puso cara enojada—Luego recojí todas mis cosas  y le dije a su mamá que me trajera a mi casa—en todo el rato no había quitado su cara de enojada—Y  para que Emely sepa que no voy a volver a su casa nunca más y tampoco seré su mejor amiga, nunca —dijo poniéndose de pie.

Está niña me llena de orgullo.

—Bien, yo estoy de acuerdo contigo ,pero ven siéntate—palmee el césped—Yo creo que Emely no era tu mejor amiga.

—¿Tu creés?—se sentó esperando mi respuesta.

—Creo no ,estoy segura.

—¿Haz tenido mejor amiga?.—dijo su mirada en mi.

—No.

—¿Y entonces como sabes?.

—Por que las mejores amigas no hacen eso.

La pequeña Lambert se quedó en silencio talvez procesando lo que dije.

—Pero eso significa que yo también fui una mala amiga,¿no?—me volvió a observar,con algunos pelos de su cabello negro en la cara.

—Yo digo que no por qué tú solo te defendiste,por qué en esta vida no hay que dejarse pisotear, hay que defenderse pero con respeto.—movi el pelo de su cara.

De nuevo no dijo nada.

Nos quedamos ambas en silencio ,sentándas en el césped,cuando mi celular empezó a sonar.

—Un momento—ella solo asintió.

Mire la pantalla del celular , era Caleb así que me puse de pie y conteste.

                        Llamada.

—¡Hola prima!—si definitivamente era Caleb.

—Hola primito—inevitablemente sonreí.—¿Qué paso?

—Primero que nada quiero recordarte que soy tu primo mayor, así que nada de primito,mejor algo como primote o mi primo el bombón.

Solté una carcajada.

—Enserio Caleb ¿Qué paso?.

—¿Qué ya no puedo llamar a mi prima favorita?.—se hizo el ofendido.

Vamos Caleb, tu me conoces, yo te conozco y los dos estamos claros de que no me llamarías,cuando hace apenas unas horas hablamos ,¿O me equivoco?.

—Bien, tu ganas, necesito que cuides a Apolo por mi— podría jurar que tiene puesta la cara de cachorrito.

—Bien, pero ¿yo que ganó?—Me encanta estar con Apolo pero a esto tenía que sacarle provecho.

—Cuando llegué lo verás.

Está bien —espero que no me este engañando.

                    Fin de la llamada.

Apenas colgué la llamada, me voltee hacia la pequeña Lambert, pero no estaba.

En cambio estaban los tres Lambert.

Jason y Valentina estaban sentados conversando entre si , mientras que Mateo me miraba a mi.

—¿Qué paso?—fue lo que dije.

—Nada Jughead, ¿Qué podría estar pasando?—me sonrió.

Que no puede dejar de sonreír.

—Deja de decirme así.— lo mire mal.—Vale, tengo una grandiosa idea—enfoco la mirada en mi—¿Qué te parece una pijamada?.

—Me parece perfecto.

—Pero para eso habría que pedir permiso.

—Yo pido permiso a mis padres y tú a los tuyos.

—Pero no solo seremos nosotras habrá un invitado especial.

—¿Quien es?— su cara irradiaba curiosidad.

—Te voy a dar una pista, su nombre comienza con A.

—Pero tu nombre comienza con A.

—Pero obviamente no soy yo —me di la vuelta—Adios familia Lambert, tengo una pijamada que organizar.

 

 

 

 

 

 




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