Mi Extraña Razon de Estar Contigo Volumen 2

~Cap. 16~

Anteriormente:

Y se acercó a Leum para conectar sus labios.

Fue en ese momento que una gran cantidad de energía corrió por el cuerpo de la peli azul, haciendo que abriera los ojos a lo grande, era como un pozo que parecía no tener fin, su corazón pareció latir con fuerza, y un gran sonrojo cubrió sus mejillas.

Y lo que comenzó siendo un pequeño beso para extraer lo necesario, termino en un beso demasiado apasionado, Miriam se volvió loca en cuestión de poco tiempo, Leum por otro lado recuperando levemente su consciencia abrazo la cadera de su querida peli azul haciendo que la conexión fuera más cercana, mucha energía iba pasando de un lado a otro.

La temperatura de Leum fue bajando poco a poco, hasta calmarse completamente y recuperar el color de sus ojos, el siempre morado neón.

Pero aun así ambos no se separaban en lo absoluto, ahora era la pasión lo que dominaba las acciones de ambos, las manos del pelinegro recorrían la espalda de su amada Miriam.

Y ella se sostenía al cuello de Leum, como si quisiera más de él.

Y en un momento donde parecía que la pasión iba a aumentar de nivel, un sonido llamo la atención de ambos.

—Dije que lo besaras para que extrajeras el exceso de energía, no para que estén como conejos cerca mío —dijo Maydeline con una cara aburrida, haciendo que ambos avergonzados y completamente sonrojados miraran a otro lado.

—¡M-madre! —Grito Leum completamente en shock pero tenía un gigante sonrojo.

—bueno, ya que estas bien debería explicarte que fue lo que sucedió —dijo Maydeline con media sonrisa en su rostro mientras empezó a explicar todo lo que le dijo a Miriam anteriormente.

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—Entiendo, entonces cada cierto tiempo debo dejar que Miriam extraiga la energía que se genera dentro de mí, tiene sentido… ya que ella necesita mantenerse en este mundo con dicha energía —dijo Leum con mucha calma, mientras Miriam por otro lado se sonrojaba ante el recuerdo de toda esa energía inundándola, de hecho sería muy seguido, esa cantidad inconmensurable era estúpido.

Y no es como que ella se negara~

«¡¿En qué estás pensando, Miriam!?» ella se regañaba así misma por pensar de esa forma tan indecente, pero es que no podía resistirse.

Más razones para estar con su querido Leum.

Maydeline que tenía en sus brazos a Luminia estaba pensando seriamente si llevársela consigo de estos niños tan cachondos, solamente suspira mirando a un lado.

Cuando de repente muchos sonidos se hicieron presentes, haciendo que Maydeline levante una ceja, observando de reojo la puerta que fue forzada a ser abierta, ahí en el suelo, estaban tanto Max como Aria en el suelo abrazándose el uno al otro, o más bien, Max siendo de escudo.

Y frente al apartamento estaban varios miembros de los Winter serios, y con la intención de entrar al lugar, pero Maydeline que a este punto estaba furiosa, salió del complejo de apartamentos y cubrió a la pareja.

Y fulmino a los presentes con ambos iris morado neón.

—¿Podrían explicarme…? ¡¿QUE DEMONIOS SUCEDE EN MI PROPIEDAD?! —grito Maydeline mientras dejaba fluir toda su ira, haciendo que los miembros retrocedieran un paso asustados al reconocer a la persona frente a ellos.

¡¿COMO DEMONIOS IBAN A SABER QUE MAYDELINE SUMMER ESTABA AQUÍ DE TODOS LOS LUGARES?!

Pero unos pasos se hicieron presentes.

Maydeline observo de reojo a una persona albina, de ojos azules, parecía la copia masculina de Aria, pero mayor, a diferencia de la mirada seria de la mujer, este tenía una mirada nostálgica y llena de deseo.

—Cuanto tiempo sin vernos, Maydeline —dijo el hombre mientras llegaba con otros miembros de la familia Winter.

Maydeline solo pestañeo una vez con furia —Esteban…

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Winter y Summer…

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Maydeline estaba sentada de nuevo en el sofá de la casa, a su lado estaban Leum, Miriam, Max y Aria en distintos asientos cercanos, frente a ellos estaba Esteban Winter y el hermano mayor de Aria, Stephen.

El ambiente parecía frio como el hielo, no se sabía si era porque estaban Winter’s en la sala o era por la seriedad en el rostro de la mujer de ojos morados.

Dicha tensión se rompió cuando una mano se extendió tomando la de Maydeline, haciendo que sus ojos se fijaran en el hombre albino frente a ella, y Esteban deposito un beso en la palma de la misma.

—Mucho tiempo sin verte, Maydeline —comento Esteban con una sonrisa en su rostro que parecía tan pálido como la nieve —si hubiera sabido que estabas en tu país natal, hubiera hecho toda una fiesta en tu honor.

—Esteban, detente —dijo fríamente Maydeline mientras se acomoda los mechones de su cabello, dejando aún más anonadado al hombre frente a ella, no importa cuánto tiempo pase ella simplemente…

«Sigue siendo tan hermosa como la primera vez» pensó el hombre frente a ella, recordando aquellos tiempos en los que ambos iban a la escuela, su belleza entre las cuatro familias era evidente, incluso sobre su esposa anterior.

Ella tenía un aura seductora y bella que hacía que todos cayeran ante sus pies, y él no fue la excepción, sobre todo por ser el amigo de la infancia de ella.

Pero ella negó todo de él, le dolió tanto…

Con su dedo índice, Maydeline tocaba una hoja que estaba puesta en la mesa —¿Qué crees que es esto?

—Es un contrato de matrimonio, la familia Winter está dispuesta a unirse a los Summer, uniendo en matrimonio a nuestros hijos —respondió Esteban a la pregunta de la mujer soltera frente a él.

—¿desde cuándo acepte que hicieran todo esto a mis espaldas? —pregunto Maydeline nuevamente con una ceja fruncida observando al sujeto frente a él.




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