Mi Fiel Theo

CAPÍTULO 4

El tiempo siguió pasando Theo siempre cuidada de Dayana como su ángel de la guarda. Siempre aparecía cuando ella estaba en pequeños problemas, Theo siempre estaba ahí para cuidarla. Llegaron a participar en un concurso canino donde premiaban al perro más talentoso, ella y Theo ganaron el concurso debido al buen comportamiento de Theo.

Dayana siempre le decía que se quedara en casa cuidando de su casa, y este siempre la desobedecía un solo día decidió obedecer esa orden se quedó en casa junto a la madre de Dayana. En la tarde ella salió a comprar algo de comida para hacer la cena, en su afán de ayudar a la madre de su dueña cargo una bolsa con unas compras pequeñas ligera con su hocico y volvieron a casa. Al llegar a casa notaron que tanto Theo como la madre de Dayana, la encontraron hablando con un chico desconocido en la entrada de su casa.

Theo con tan solo ver al chico contrajo el ceño y gruño, la señora al ver el reaccionar del perro dijo –tu también lo sientes –Theo gruño avanzaron hasta la casa –hija volviste –se dirige a Dayana –¿es tu amigo?

–Buenas tardes mamá, hola Theo –saludo Dayana –sí, es mi amigo Marco.

–Buenas tarde señora –saludo cortes el chico –hola chico –intento acariciar a Theo –pero este rápido le gruño enseñándole los colmillos haciéndolo retroceder un poco

–Theo –reprendió Dayana –al verlo reaccionar de eso modo –tranquilo es solo un amigo –no la escucho y siguió gruñendo –discúlpalo, no es así siempre.

–No te preocupes, –hablo el chico –será mejor que me vaya. Un gusto en conocerla señora –se marchó.

–Theo que te pasa lo asustaste –lo reprendió a lo que Theo soltó la bolsa y comenzó a ladrarle como si le dijera algo importante –¿Qué te pasa Theo? –recogió la bolsa que soltó su perro –sé que eres muy protector, pero hoy te pasaste.

–La verdad hija, el chico tampoco me dio buena espina. Tendrás cuidado –dijo su madre con un tono de preocupación que llamo la atención de su hija. Ella se giró para mirarla.

–Mamá es un amigo que conocí hace una semana en la universidad –soltó un gruñido entrando a la casa muy molesta.

Su madre la miraba junto a Theo ella se dirigió al perro –Theo, te pido que cuides de mi hija. Cuídala bien. ¿Si? –Theo ladro confirmando su petición de que iba a cuidar a su hija.

Así paso el tiempo en lo que aquel chico venía a casa a dejar a Dayana, en su auto y Theo siempre lo ladraba mostrando que él no le agradaba para nada. La actitud de Theo empezó a molestar a Dayana, pues creía que su perro se pasaba de sobreprotector con ella, lo llego a comentar con sus amigas y ellas solo respondieron que Theo la quería mucho pues siempre la defendía de cualquier persona que intentaba hacerle daño o se peleaba con otros perros cuando querían atacarla.

Una noche aquel chico la había invitado, a una fiesta que iban a dar en su facultad ella acepto con gusto pues hacía tiempo que no salía. Sus padres le dieron permiso, pues no le vieron nada de malo al saber que se trataba de una reunión de estudiantes, además confiaban en su hija ella no haría nada de malo. Al salir de la casa se encontró con Theo en la puerta y comenzó a ladrarle impidiendo que ella salga de casa.

A lo que ella le reprendió y le pidió a su padre que sujetara a Theo a lo que se liberó del agarre de su padre y la jalo de su bolso poniéndose frente la puerta bloqueando el paso. Todos lo miraron raro, Theo se comportaba muy extraño incluso la madre de Dayana al ver el comportamiento de Theo pensó que talvez no sería buena opción que su hija saliera a esa fiesta y se lo sugirió a Dayana.

Pero ella no escucho dejando a Theo dentro de la casa junto a sus padres, para ir a esa fiesta. Los padres vieron como Theo rascaba la puerta de la casa desesperado por salir tras Dayana y comenzó a llorar esto hizo que el corazón de la madre de Dayana se encogiera y sin pensarlo dos veces abrió la puerta de la casa a lo que Theo salió corriendo a gran velocidad.

Corriendo por las calles empezó a olfatear, el aroma de su dueña cuando lo capto corrió a más prisa sin importarle nada corrió en busca de su dueña en eso un auto casi lo atropella y finalmente llego a un edificio siguiendo el aroma de su dueña. Theo gruño entrando al edificio llegando a una gran sala donde las luces de colores se desplazaban por todos los lados finalmente vio a su dueña y al lado de ella al tal Marco sentados en una mesa hablando.

Theo llego con ellos y comenzó a ladrar a Marco muy furioso llamando la atención de todo el mundo. Dayana avergonzada, por el comportamiento de Theo le pidió que se callara, pero Theo le ladro con gentileza como diciéndole que se vena con él. Mientras que a Marco le ladraba con furia.

Dayana no soporto más el comportamiento, de Theo y ante la presencia de todos lo saco a fuera del establecimiento echándole agua diciéndole que se vaya, no obstante, Theo seguía insistiendo ladrándole, como si tratara de decirle que solo quiere protegerlo. Ella no escucho razones, le siguió arrojando agua incluso le arrojo la botella con agua para que se fuera logrando su cometido. Theo se fue con la cola baja y volvió solo para mirarla una vez más con los ojitos brillosos con unas lágrimas brotando recorriendo el pelaje en su nariz. Dayana volvió a dentro y pidió disculpas, por el escándalo que causo su perro la fiesta continúo animada hasta el momento en que Marco le pidió venir con él se apartaron del salón principal entrado a una habitación vacía, en eso el saco unas fundas pequeñas con una sustancia blanca.




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