Un beso sabor a despedida.
P.O.V. NETHAN SCOTT.
-- Solo un rato Nethan, vamos a ir a ver la manada, ya que me voy a quedar aquí sería bueno que conocería este lugar ¿O no? -- se cruza de brazos y yo gruño.
-- Está bien, vamos pero no te alejes de mí -- ella sonríe.
-- ¡Si! -- sale de la habitación, niego con una sonrisa.
La sigo hasta salir de la mansión, ya afuera toma mi mano.
-- ¿Dónde iremos primero? -- pregunta con emoción, ahora me es más claro saber las emociones de Joseline, antes me resultaba difícil, no sabía si está disgustada o enojada pero ahora parece un libro abierto.
-- Te llevaré al parque.
-- ¿A un lugar simple? No es que la manada lo sea pero pensé que me enseñaría donde entrenar, el lago que menciono de tu hermana o la plaza.
-- No pienso llevarte a donde entrenamos -- gruñó -- hay solo hay tipos sin camisa.
-- Con más razón -- la miró mal y ella ríe. Me da un beso en la mejilla -- Oh, por favor sabe que no es así -- vuelvo a gruñir y ella ríe más.
-- Mejor regresemos. -- doy media vuelta pero ella jala el brazo donde teníamos entrelazadas las manos.
-- Oh, no de nada cariño. -- la miró sorprendido -- ¿Qué? -- pregunta confundida.
-- Me dijiste cariño -- ella parece darse cuenta hasta que lo menciono y sus mejillas se enrojecen.
-- N-no claro que no, solo fue un… un impulso. -- sonrió ante su nerviosismo.
-- Creo que puedes tener más de esos impulsos. -- Su cara se torna más roja y yo sonrió feliz.
-- Idiota.
-- Un idiota al que le dijiste cariño -- ella me mira enojada.
-- No, claro que no.
-- Oh, claro que sí cariño. -- se cruza de brazos aún más enojada y yo río. -- Ahora cariño, te llevaré donde quieras.
-- Ya no quiero nada -- bufa y vuelvo a reír, ella comienza a caminar al contrario de la mansión, la sigo rápido y la atrapo en mis brazos, su espalda pegada a mi pecho.
-- Vas por el lado contrario -- le susurró al oído y le doy un beso en la mejilla.
-- Nethan… -- susurró, sonrió y pasó mi nariz por su cabello. -- estamos dando un espectáculo.
Muro a nuestro alrededor y hay un grupo de personas viéndonos desde metros, río y tomó la mano de Joseline para seguir caminando, ella me sigue a pasos torpes.
La llevó hacia el parque, hay un grupo de niños jugando en los columpios, nos sentamos en una banca.
Estar con ella siempre es muy cómodo y tranquilo, amo estar así y más si es con ella. Puede que me costara que me aceptara o quizás no lo ha hecho al 100% pero poco a poco es más cariñosa conmigo.
Joseline es tan frágil que tuvo que crear ella misma una capa fuerte, una personalidad que siempre tenía la mirada sería y miraba a todos lados desconfiada de las personas que la rodean. Eso me pareció interesante cuando la vi.
También nunca hemos hablado de su pasado, pero lo único que sé es que su madre se suicidó pero ¿Por qué? ¿Y su padre? ¿Dónde estaba Joseline cuando todo eso pasó? Quisiera preguntarle eso pero tengo miedo a que vuelva a tomar esa cara seria y desconfiada, así que la dejaré que ella saque el tema, no quiero incomodarla.
-- ¿Qué es lo que piensas tanto? -- pregunta -- Si me sigues mirando así puede que me desgaste -- sonrió y ella ríe.
-- Eres muy hermosa -- le digo.
-- Eso lo sé, me lo han dicho muchos -- la miro serio, no me gusta eso, solo yo puedo halagarte, ella es mía, ella ríe -- no ponga esa cara. Solo tú me lo has dicho. -- me da un beso en la mejilla.
Atraigo su rostro más cerca, así poder tocar sus labios con los míos, los besos de Joseline son tan deliciosos y tiene su toque brillante que lo hace único, pero por alguna extraña razón este beso es diferente, como a una ¿Despedida?
Me separo de ella extrañado pero Joseline solo me sonríe más feliz que nunca, quizás ella no lo noto.
-- Creo que ya me estoy adaptando a tu manada.
-- Sabes que también le puedes decir mi manada ¿No?
-- Creo que todavía no estoy lista para decir mi manada pero si ya me estoy haciendo la idea de que estaré aquí mucho tiempo, además es tranquilo.
-- Me alegra eso, aunque a mí me gustaría viajar.
-- ¿Viajar?
-- Si, ¿Nunca ha viajado?
-- N-no, lo más lejos que he llegado ha sido a la ciudad de al lado. -- hace una mueca y sonrió.
-- ¿Donde te gustaría ir? -- pregunto curioso.
-- Bueno, no sé soy una persona muy soñadora.
-- Debe de haber al menos un lugar.
-- Mmm… -- piensa -- tal vez iría a Hawái, se supone que es lo mejor, además me gusta la playa sería un bonito lugar. -- Mi corazón se acelera más, es uno de los lugares que yo también quiero ir -- Me imagino que tú si has viajado ¿Verdad?
-- Así, he ido a algunos países aunque me gusta bastante viajar.
-- ¿Por qué?
-- Conocer el mundo, quiero recorrer cada rincón que me sea posible.
-- ¿Incluso Hawái? Aunque debo decir que tiene una ventaja a ser lobo. -- sonrió.
-- También, no te preocupes te llevaré conmigo. Y lo de lobo es lo mejor.
-- P-pero ¿Y el dinero? -- río y ella me mira mal.
-- No te preocupes por eso.
-- ¿Entonces me llevas a Hawái?
-- Si, y a otro lugar que quieras.
-- ¿Japón?
-- También. Pero primero iremos a Hawái eso tenlo por seguro -- ella ríe.
-- ¿Y yo que te daré? Tu me llevarás de viaje ¿Y yo qué haré por ti?
-- ¿Estarás conmigo todo el tiempo?
-- S-si.
-- Eso me es suficiente.
-- ¿Cómo puede ser eso suficiente para ti?
-- Porque me es suficiente saber que estás todo el tiempo conmigo, estar junto a ti me es suficiente.
-- ¿Y si en uno de los viajes me robó tu dinero y huyó?
-- El dinero no me importará, me importará más que tú huyeras. -- ella ríe.
-- Va… -- la alarma de ataques suena interrumpiendo su respuesta, ella salta del susto. - ¿Qué es eso?