Esta vez había una intriga de por medio que después fue aclarada, puesto que las fechas que estaban escritas de una página a la otra era de una semana, una semana en la que, no escribió nada. Que si se tardaba un poco más, la madre iba a sospechar algo, pero, después se despejó un poco la cabeza de las nubes grises:
“Perdóname que no te haya escrito nada durante todo este tiempo, todo ha sido un quilombo con una montaña rusa de emociones que no sabría explicar. Pero sin embargo estoy aquí de nuevo, tratando de explicarte algunas cosas; quizá pienses que el no escribirte una semana es mucho, pero realmente necesitaba un descanso, no muy grato, porque en ocasiones no hice más que embriagarme todo el día y seguir tomando hasta dormir, bastante aburrido para ser un chico universitario con materias reprobadas por ausencia, ¿podía ser más mierda el asunto?, ¿Qué debía pararme a decirle a mi maestro?, 'disculpe, es que estaban queriendo asesinarme y no he podido venir', vaya mierda. Sin hablar del estupefacto niño, a veces me paro en el espejo de cuerpo completo de mi casa y lo veo parado a un lado de mi, que claro, después volteo y no hay nadie a mi lado, pero si miro al espejo lo veo, con su pequeña cabeza aplastada y la campana en la mano. A veces escucho campanadas mientras duermo, pero en su mayoría de veces ha sido mientras estoy ebrio, así que no sé si cuentan, como sea. En cuanto a las personas-cuervo, a los que amablemente he denominado “la mansa”, los he visto un poco más frecuente, pero esta vez tranquilos, a la lejanía, sólo observando, tengo entendido ahorita no planean hacer nada, quizá solo soy parte de las miles de personas a las que observan mientras yo no me doy cuenta, y ellos pensando que son los únicos, o sufriendo en silencio. Que en cuanto a eso, había pensado hacer un foro para contactar gente así, pero si ellos tenían acceso de manera muy fácil y un tanto desconocida para mí, ¿cómo estaba seguro así?, necesitaba algo que evitara que su fuente de datos tuviera acceso al foro, pero eso era imposible, porque tenían incluso acceso a las imágenes de dentro del carrete de mi teléfono.
No, yo tampoco explico cómo, una empresa que te dice que tienes alta privacidad, te miente. En realidad ellos saben cada paso tecnológico y social que hago, me siento en una cúpula personal. Vaya cosa jodida.
Que, en cuanto a Ethan, sí fue enviado a un hospital mental, Eli no ha querido pararse ni un segundo fuera de su casa, y Michelle ha sido la persona más presente en mis pensamientos estos últimos días. He recibido un mensaje de 《Pensé que serías el primero en llamar al otro, decías que me necesitabas tanto que iba a ser así. Quizá mentías, como con todo》, tenía semanas no entraba a mi teléfono, pues 3223 había estado en silencio últimamente. Así que a los dos días me llegó 《¿te encuentras bien?, he pasado cerca de tu casa pero he visto todo cerrado y a oscuras. Si ocupas algo dímelo》, y ¿cómo le explico a una mujer que lo que necesito es a ella, pero no puedo estar con ella?.
Y, querido diario, el silencio es abominable, me he dado cuenta de tantas cosas, y, el silencio da más miedo que alguien apuntándote con un arma de frente, quizá porque en el silencio no conoces a la verdadera amenaza, cualquier susurro va relacionado a un mal presentimiento, vaya mierda ¿no?, a veces incluso escucho mi respiración y me asusto. En la ultima vez que saqué la basura por la puerta trasera, por curiosidad miré en la ventanilla que debería dar al sótano, claramente había sido cubierta con papel periódico, pero removida a la fuerza después de un tiempo (todo esto en el sótano de mi vecino), me acerqué un poco más y vi al pequeño niño sentado en una silla de madera vieja con estatuas y pinturas de dios sangrando por todo el cuerpo. Quizá era un nuevo tipo de terapia. He querido preguntarle qué es lo que sucede allí abajo, pero parecía que no era nada del otro mundo, hasta ayer; estaba en el suelo de mi sala intentando pensar, cuando escuché gritos en la casa de al lado, pensé que estaban discutiendo, así que seguí bebiendo de mi botella. 《¡El rosario!, ¡blasfemo!》, y soltó una cachetada. Pero… en la casa de al lado el machismo era un poco elevado, así que si había un golpe por parte de una mujer, sería al niño, o a mi compañero de escuela (el hermano mayor), aunque lo dudaba. Me dirigí a la puerta de atrás y busqué de donde venía en sonido, que era de cerca de quizá la salida trasera, pero era un lugar con eco 《¡eres una maldición!, ¡anatema!》 Y pegó tres… quizá cuatro cachetadas que se oían como pegarle a un pedazo de bistec crudo. 《Entra ahí, ¡entra ahí!》gritaba y escuchaba el forcejeo de una puerta, añadido a los llantos efervescentes del infante. Añadido a, que desde la ventanilla del sótano, lo vi haber sido aventado como a un saco de ropa por la madre, cerró la puerta y escuché varias cerraduras haber sido puestas. Y después, todo fue silencio de nuevo. Me preguntaba si los vecinos no escuchaban nada, o simplemente preferían no meterse en problemas de a gratis, aunque, esa idea me enfermaba. Quería hacer algo por la gente de esa casa tan reprimida por la madre, incluso al hijo mayor a veces lo meten ahí, aunque no tan seguido. Pero eso es un martirio, y un infierno.
Aunque mi intención era ayudar, sentía que si intentaba hablar con el niño, le metería en problemas, y quizá no había modo de denunciarles con la policía, menos en mi situación. Hoy me había puesto de tarea sacar el cadáver estupefacto de Josh en el baño. No, no lo he sacado.
No lo he hecho por falta de ganas, asco y quizá porque es mi amigo, me he bañado todo este tiempo en el baño de la planta baja, pero apenas subir y acercarse al baño es percibir la enorme peste y oír mosquillos volando y zumbando. Entré y se encontraba aún con el cráneo reventado y la sangre seca que había corrido por su cuerpo, no sabía si quiera de qué color se encontraba en ese momento, quizá muy blanco, quizá muy verde, quizá ambas. Lo jaloneé de la bolsa en la que le había metido pero era demasiado pesado, así que decidí meterlo en un baño de ácido para baño, el más potente que encontré. Nunca había visto a un humano ser sometido a tal químico, pero era creo la mejor opción que tenía en ese momento. Su piel podrida comenzó a diluirse con el ácido, y los huesos a tronar. Llené la tina y me bajé, cerrando la puerta del baño.
Al bajar se me ocurrió la idea de salir a dar una vuelta, me gustaba ir al centro de la ciudad a dar la vuelta, a veces se ponían a dar eventos de música gratuitos, así que allá fui. Para ser sinceros, no ocurrió nada fuera de lo normal, quizá una o dos veces había alucinado ver a la mansa a lo lejos, pero después caía en que eran personas con gorros de playa, o gente de conventos bíblicos, no sabía mucho del tema, así que no conocía ni el nombre de ese tipi de gente, aunque a veces suelen mirar extraño a algunas personas.
Casi me dio la noche sentado en la misma banca a donde llegué y me senté, así que decidí caminar a casa, pero por una ruta más larga, ruta que daba hacia donde vive Michelle, tenía un poco de curiosidad por saber qué era de la casa. Cuando me encontré la calle donde vivía quise comenzar a caminar lento con la vergüenza a que me viera, y no vergüenza por buscarla sino por cómo me veía físicamente, con la barba sin rasurar, cabello largo con nudos, ojeras y podría jurar que algunos kilos más delgado, aunque la vergüenza era bastante, ya me encontraba frente a su casa, la cual estaba abierta la puerta abierta y no se veía ninguna luz dentro. Me llené de curiosidad, aunque no quería llevarme una mala sorpresa, no sé, quizá estaría con alguien más, no sé. Me había decidido a retirarme pero me comía la curiosidad y ansias de saber qué era lo que ocurría. Así que entre pasos lentos y con la búsqueda del mayor silencio posible decidí acercarme a averiguar qué pasaba. La puerta únicamente hacía minúsculos movimientos por la corriente del aire, y no se escuchaba ni un solo paso, pensé que quizá no estaba y se le olvidó cerrar la puerta, pero algo dentro de mis presentimientos no me dejaba dejar todo a la deriva de lo que sea que estaba sucediendo y decidí abrirme paso entrando a la casa, busqué el interruptor pasando mi mano por la pared y encendí la luz. La casa estaba hecha un desastre junto a papeles tirados y rotos, pero Michelle no se veía en la planta de abajo. 《¿Michelle?, ¿estás ahí?, voy a subir, soy Alex》 grité desde el primer escalón, subiendo muy lentamente y buscándola con la mirada entre la oscuridad. Logré llegar al final de las escaleras, encender la luz y ver las puertas, entre ellas la de su cuarto, a la cual golpeé tres veces antes de pasar, pero no se oía nada ni nadie dentro así que pasé sin más. Al entrar estaba todo oscuro y no lograba ver nada, pero me resbalé en un charco que se encontraba en el suelo, no me caí, pero sí tuve que sostenerme del marco de la puerta. Al encender la luz vi un charco de sangre que estaba por secarse, en el suelo se encontraban pisadas de alguien más, manchas de huellas de una especie de bota para trabajo, como si se hubiera resbalado al igual que yo, pero no veía a Michelle en ningún lado. Aunque la sangre no era la suficiente para decir que fue un asesinato, tenía una preocupación enorme que no podía apartar del centro de mi cabeza. Busqué su teléfono pero tampoco se encontraba en ningún lado, su cartera estaba tirada con su dinero, su ropa había sido saqueada, como alguien que hubiera estado buscando algo.
Al no mucho tiempo de haber estado buscando llamaron a mi teléfono, al sacar el teléfono estaba una foto de Michelle y yo en las albercas, así que era su número. Respondí inmediatamente, pero antes de comenzar a hacer preguntas como desesperado, guardé silencio, cosa que también pasó al otro lado de la línea. Un absoluto silencio en la línea, antes de que yo pudiese decir una palabra, una voz computarizada de una mujer diciendo:
Todas las sociedades humanas desde que existe el registro histórico, han contado con juegos…
Tenía un mal presentimiento, puesto que se trataba de una grabación desde el número telefónico de Michelle
no nos limitamos a resolver problemas por necesidad, lo hacemos por diversión. Incluso en la edad adulta.
Continuaba escuchando mientras volteaba lentamente a mi alrededor
Deja a un ser humano sólo con una cuerda atada y la desatará, deja un ser humano sólo con bloques y construirá algo
Y para mi suerte, la televisión se encendió sola, como por arte de magia, emitió una imagen totalmente en negro con puntos y un sonido de estática, pero comenzó a oírse en la tele lo que igualmente escuchaba en el teléfono
Los juegos forman parte de lo que nos hace humanos, vemos el mundo como un misterio, como un rompecabezas. Porque a nuestra especie siempre le ha gustado resolver problemas.
Y haciendo casi lo mismo, se encendió la radio que estaba a un lado del buró de la cama, de lado izquierdo, se escuchaba estática, pero igual la voz femenina robótica prosiguiendo:
El cambio de pertenencias ha sido cotidiano y se ve con bastante normalidad hasta el día de hoy. 《Yo te doy tal cantidad de dinero por tantas piezas de pan》, es congruente. Pero gustamos de decir que siempre llevamos las cosas a un modulo de diversión más avanzado
Y escuché la puerta de abajo ser azotada
Creemos que es más divertido cuando el riesgo es mayor
Decía cortantemente entre estática
Más aún cuando el intercambio es un ser humano. En 32-23 no nos limitamos a que las cosas sean fáciles, nos encanta estudiar cada minúsculo paso que da el ser humano
Pude ver a la mansa subiendo por las escaleras
Nos fascina el comportamiento del terror humano. Pero aún mejor, nos encanta tener el control sobre los humanos.”