Narrador:
Para Dylan los meses fueron pasando.
Cornelia aun atrapada en su mente tuvo que tomar valor y hacer algo para lograr cambiar su situación, para ella solo habia pasado una semana, pero no era así.
Dylan ya no sabia que hacer, estaba cada día mas asustado, la extrañaba y la necesitaba revoloteando a su alrededor como solía hacerlo.
Uno de esos días Marcus decidió avanzar en su relación con ella, intento besarla, a lo que ella, obviamente se opuso, lo empujo y lo golpeo. Como era de esperar a Marcus no le gusto para nada así que clavo sus colmillos en el cuello de nuestra adorada Cornelia.
Fuera de su mente los doctores estaban desesperados haciéndole transfusiones para que ella no muriera por ese accionar. La directora no sabia que mas hacer.
Un día Cornee descubrió que aun estando en su mente y despues de haber sido convertida en gato continuaba teniendo sus poderes, sus hechizos. Estuvo varios días pensando un plan para poder salir de ahí.
—¿Cómo detienes a un vampiro? —Se preguntaba mientras caminaba en círculos.
Lo que ella no sabia fue que Dylan estaba escuchándola, así que nuestro caballero luego de escuchar eso fue rápido a investigar.
Para desgracia de ambos habia formas poco convencionales de matar a un vampiro, degollarlo o quemarlo.
Dylan asustado por Cornelia tardo varios días en decidir y en averiguar como decírselo.
Se dirigió a la sala donde ella se encontraba tendida en esa cama de hospital, le tomo la mano y ella se la apretó.
—Cornee tienes que degollarlo, o quemarlo —Dijo dubitativo mientras tragaba fuerte.—No encontré otra manera.
Para sorpresa de él, Cornelia, aun dormida, le soltó apresurada la mano.
Ella lo habia escuchado y muy comprensiblemente se asusto, como iba a poder matar a alguien.
Buscando otra forma de poder acabar con él, dejo pasar mucho tiempo, el suficiente para que Marcus decida subir otro escalón y esta ves no solo quería besarla, sino que algo más.
Él se acerco rápidamente a ella y la dejo acorralada, Cornelia estaba empezando a entender de que iba todo esto. Se asusto, tendría que tomar una decisión.
Marcus paso su mano por debajo de su remera, ella estaba asustada y asqueada.
Su respiración era agitada, ¡Marcus iba a abusar de ella!
Lagrimas comenzaron a recorrer sus mejillas mientras sentía las manos de Marcus contra su piel.
Él se acerco a sus labios y, apenas tuvo oportunidad, Cornelia lo mordió, este la soltó llevando sus manos a su boca, no podia creer que ella lo habia mordido.
—Das asco imbécil, ¡no me toques! —Grito mitras corría en aquel lugar sin fin.
Él, aun mas enfadado que antes la empujo, haciendo que ella cayera al suelo.
—No me toques —Repetía entre lagrimas una y otra vez.
Marcus, decidido y sin paciencia toco los senos de ella.
Lo que él no esperaba, es que los ojos de Cornelia se tornaran negros y, con un rápido movimiento arrancara la cabeza de su cuerpo.
Ella al volver a la normalidad miro sus manos asustada, sin comprender que fue lo que paso, veía sangre, un rojo carmesí que ensuciaba toda su ropa y sus manos.
Cornelia ante tal atrocidad cayo desmayada.