Capítulo 22: El plan de Liz

Fui lo mas rápido que pude ami casa, di un portazo y entré molesta a la cocina.

-Llegaste -saludó mi madre.

La mire enojada y moví a cabeza en gesto de que empezara a hablar.

-Bien hija como sabes somos hechiceras, nosotras no hacemos nada en especial, en realidad solo tenemos poderes, que según como sea cada una los utiliza para diferentes medios, también hay hechiceros, pero nosotras preferimos no juntarnos con ellos.  

-¿Por qué? -interrumpí.

-Por que no son muy amables, se creen que son mejores en todo y solo nos desvaloran.

-¿Cómo controlo los poderes? -ignoré el dato de los hechiceros.

-Es fácil, vos solo tenes que pensar algo y imaginar que pasa y poco a poco y con la practica lo harás en segundos hasta si quieres puedes suspenderte en el aire -dijo divertida.

-No me parece divertido -me quejé.

-Mira -habló con entusiasmo.

Empezó a señalarse y a cambiar de ropa, cualquier tipo de ropa. 

-Debo admitir que eso si me gusta -ya me encontraba algo mas relajada. 

El tiempo pasó y en una semana ya tenia casi todo controlado, la verdad era divertido, lo que no me causaba gracia era que Dylan me ignoraba y huía de mi, eso me ponía furiosa.

-Ya llevas una semana y dos días sin hablarme ¿Seguirás así? -pregunté desde mi banco. -Responde -grité.

Una chica sentada a mi lado me pico el brazo con  el lápiz. 

-Hola -esbozó una sonrisa.

-Hola - respondí sorprendida era la primera vez que una chica de ese colegio me hablaba amablemente.

-Soy Liz ¿Y tu?

-Yo soy Cornellia.

-¿Quieres que te de un consejo para recuperar a tu chico ? -susurró.

Asentí con la cabeza y acerque mi oído.

Es fácil, seducelo, mañana vente bien sexy al cole y dale celos haz que quiera, o no pueda  evitar hablarte -sonrió con picardia,

-Ouu buena idea -nos miramos y reímos malvadamente. 

(...al otro dia ...)

Aaa no puede ser que en mi armario tenga solo ropa que tapa demasiado.

Después de dar vuelta todo mi placar recordé el truco que mamá me había enseñado con la magia. 

Busque una fotografía de la ropa que quería ponerme, la imagine en mi y listo funciono.

Tenia puesto un crop top negro que permitía ver mis hombros, con un mini short negro con tachas y unos zapatos de taco preciosos, si preguntan por que todo negro es simple elegí ese color por que el pelaje de Dylan es así.

Tuve suerte que mamá se fue a una de esas reuniones y en dos días no volvía por que si me veía así me mataba. 

Hiper entusiasmada y con la re energía positiva me dirija al colegio. 

Pude notar como todas las miradas se posaron en  mi mientras caminaba por el pasillo de los casillero, confieso que fue muy incomodo, ya que no estaba acostumbrada a tantas miradas juntas.

Muchos chicos me hablaban,  las chicas miraban y seguro criticaban.

Pero mi mirada solo buscaba a Dylan. 

Entre al aula y los pocos que habían ahí me miraron sorprendidos.

Me pare al lado de Dylan y lo salude pero este solo me ignoro.

Me senté rendida en mi banco y Liz ya estaba ahí.

-Plan B Cornee -susurro. 

-¿Cuál es el plan B?

-Darle celos -rió divertida.

-¿Cómo?

-Muy fácil mira, solo di que te olvidaste el lápiz -dijo mientras  hacia gesto para que hable 

-No, olvide mi lápiz - intenté sonar desanimada.

Al segundo tenia 5 manos con 5 lapices en frente de mi.  

-Muchas gracias -Sonreí agarrando el de un bello chico rubio. 

-No es nada hermosa -sonrió de lado. 

Mis mejillas se ruborizaron. 

-Funciono- afirmó Liz. 

-¿Si? -dirigí mi mirada hacia Dylan, pero el ya no estaba en su banco. 

-Si puso una cara de enojado lo hubieras visto, sobre todo cuando te ruborizaste fue su ca-boom. 

Me miro orgullosa y antes deque pudiese decir algo llego el profesor dando una aburrida clase de física.

En la hora de química pedí permiso para ir al baño y gracias a dios que me lo dieron ya estaba cansada de estar sentada.  

El baño de las chicas estaba al lado de la sala de materiales de limpieza pensé para orientarme, como no podía encontrarlo tuve que preguntarle a una chica que pasaba por ahí y me respondió con muy mala gana. 

-Ahí esta -susurré para mi

Antes de poder entrar alguien me agarró con fuerza del brazo y me metió en un cuarto oscuro.