Mi gato no es lo que esperaba

Capítulo 14

 

─Muchas gracias, doña Mari─ Agradeció Rebeca saliendo de la casa con la bolsa de juguetes para gato 

─No es nada, mija─ Desestimo la señora cuarentona, parecía algo triste─ Estoy segura de que tú le darás mejor uso que esta mujer─ Suspiro pesadamente viendo a su vieja madre en una mecedora, que acariciaba el colar de su antiguo gato. Rebeca vio a la anciana con algo de lastima, al parecer, su gato había muerto hace un tiempo y era bastante vieja como para poder cuidar de otro. 

Se acerco a la mecedora y tomo su mano 

─Espero que su estado mejore, doña Ceci─ La mujer la vio con ojos vacíos y sonrió, algo que a Rebeca le pareció levemente… perturbador, pero se limitó a despedirse de ambas mujeres y abandono la casa con la bolsa ecológica con los juguetes que había comprado 

Estaba emocionada por llegar a casa y enseñarle al Gato todo lo que le había comprado. Pronto escucho un grito y eso la alerto, levanto la mirada y vio a Miranda salir corriendo de la casa y a dos personas entrar 

─ Mierda─ Su primer pensamiento fue que eran ladrones, retrocedió con el pensamiento de pedir ayuda a un vecino. Pero comenzó a escuchar gritos y lo primero que paso por su mente fueran sus mascotas 

Cuando era niña, su padre solía regañarla mucho por hacer cosas sin pensar. Normalmente solía subirse a los árboles, escalar las bardas y pasar entre vidrios rotos solo con sandalias y casi siempre terminaba sangrando, meterse en peleas con chicos mayores también era algo común o comer cosas del suelo y terminar enferma. Por eso quisa su madre ya estaba harta de ella. 

Así que como buena inconsciente del peligro que era cuando se trataba de sus mascotas, fue corriendo para entrar a su casa, pero se encontró con acompañado de sus padres 

─ ¡Por favor llamen a la policía! ─Les pidió y los adultos asintieron sacando sus teléfonos, el padre de Robin trato de sujetarla cuando la vio soltar la bolsa y correr hacia la casa, pero ni siquiera alcanzo a moverse 20 centímetros cuando Rebeca salió corriendo. Entro a la casa para ver al fondo del pasillo a un águila aleteando y atacando a un joven que tenía un cuchillo, a Concha en el suelo tirada chillando y a su gato atacando la cabeza de una mujer 

‘Concha está chillando, Concha esta herida’ Fue su único pensamiento, corrió a la cocina y saco el rifle de caza que su tío Patricio le había regalado a espalda de sus padres. Sabía disparar porque sus tíos le habían enseñado cada que iba con al rancho a verlos. Tomo las balas del cajo y las metió a prisa en el cargador. 

Normalmente su rifle estaría debajo de su cama con la munición, pero desde que se metieron a robar la última vez era más práctico para todas dejarlo en la cocina, porque era el primer lugar al que uno entraba después de meterse a la casa, y además estaba casi frente a las escaleras. Así que entre las 4, porque si, Miranda había accedido, lo dejaron escondido en su estuche detrás de la nevera con la munición. Salió de la cocina y le apunto a los intrusos. 

Apenas iba a hablar, pero el hombre pateo a Concha quizá por accidente o porque le estorbaba para quitarse al águila de encima, así que inmediatamente Rebeca jalo el gatillo haciendo que se hiciera un ruido fuerte por el disparo, que seguramente alerto a todos los vecinos y eso provocaría que llamaran a la policía 

Concha estaba chillando se calmó y Rebeca le silbo para que fuera detrás de ella. Apretó el rifle sin separar su dedo del gatillo, después de jalar el cargador de nuevo, todos quedaron en silencio y la vieron. Vio a la mujer, que era tremendamente parecida a ella y se sorprendió. Trago saliva, pero no alejo su dedo del gatillo 

Concha se levantó y fue con Rebeca sin dejar de gruñir a los extraños 

─ ¿Quiénes son ustedes? ¿Y qué le hacen a mi gato? ─Pregunto de forma seria. Si podía entretenerlos lo suficiente hasta que llegara la policía 

─ ¿Tu gato? ─Pregunto el hombre viéndola. El águila dejo su cabeza y se paró sobre la lampara, aleteando y chillo. EL sonido calo el oído de Rebeca, pero no separo su dedo del gatillo, es más, apretó más el rifle 

‘Mierda’ Umar vio el arma, no estaba familiarizado con eso, no había de esos de dónde venía, pero había visto en la caja mágica que eran cosas para matar 

‘Orem, no hagas ruido’ Le dijo a su amigo, Josephine se estreso porque sabía que se estaban comunicando, peor no podía entenderlos en esa forma. Estaba desesperada, quería hablar con ellos de cara a cara, pero no era posible porque seguramente iban a matarla 

Un sonido a las espaldas de Rebeca la distrajo lo suficiente para que Simón fuera sobre ella, el aguilera chillara y Rebeca volviera la mirada al frente jalaba el gatillo, hiriendo en la pierna al intruso, sacándole un grito, el ave aleteo alejándose de Simón cuando lo escucho gritar cayendo al suelo 

‘¡Estas jodiendo! Ni siquiera yo le he hecho daño’ Pensó asombrado aleteando, alejándose del sujeto que gritaba sosteniéndose la pierna. Josephine corrió hacia su esposo y se arrodillo a su lado. Rebeca se sintió bastante asustada y dejo caer el rifle al suelo, antes ya le había disparado a alguien por accidente… y defensa propia 

Umar vio la escena y salto hacia los pies de Rebeca y se puso frente a ella mientras chillaba en señal de advertencia hacia Josephine y Simón. Josephine no sabía que hacer al ver demasiada sangre, a pesar de que antes había visto mucha más, así que puso la mano en su reloj y lo abrió sacando una pequeña esfera que Orum y Umar reconocieron. Umar se lanzo contra ella tratando de quitársela de las manos, pero al parecer no fue tan rápido. 

Josephine levanto su mano por encima de su cabeza con la esfera de la mano y la dejo caer contra el suelo. No la rompió, pero provoco una fisura, Umar la miro sin creer lo que acababa de hacer 

Orum chillo y extendió sus alas y rápidamente intento volar hacia ella. Umar se lanzó con la intención de rasguñarla, pero antes de que alguno de los dos pudiera alcanzarla, la casa tembló y debajo de la pareja, comenzó a formarse una fina capa de escarcha debajo de ellos, Por un momento fue como si el tiempo se congelara. Rebeca sintió un frio atroz atravesarle el cuerpo y vio como debajo de la pareja se abría un hueco que se los trago. Pero siguió creciendo hasta llevarse al gato, el águila lo siguió, ni siquiera pudo moverse cuando el hueco se extendió hasta sus pies y se la trago 



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En el texto hay: magia, guerrero, mascotas y animales

Editado: 27.03.2023

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