Mi gato no es lo que esperaba

Capítulo 20

 

 

 

 

─ ¿No hay información de Rebeca? ─Pregunto Susan preocupada viendo a su padre, que negó viéndola. La muchacha sintió que el oxigeno le faltaba y las lagrimas comenzaban a picar sus ojos 

Su madre estaba devastada llorando en un sillón de la sala 

─Los vecinos juran que la vieron entrar, Miranda dice que salió corriendo cuando un águila se metió a la casa y Jesica no estaba en casa en ese momento─ Dijo su padre, repitiendo lo mismo que les había dicho a los oficiales que investigaban el caso 

‘Le van a dar carpetazo nada más’ Pensó el hombre apretando el puente de su nariz. A sus pies, Concha estaba acostada despierta y observaba el ambiente de la casa como si lo examinara todo, incapaz de expresarse por lo que ella había visto 

‘No debí haber sido así de grosera con ella’ Pensó Susan aferrándose al sofá 

‘Dios mío, regrésame a mi hija, por favor’ Oraba mentalmente su madre ‘He sido mala madre, pero por favor, te lo ruego, regrésame a mi hija’ Pidió mentalmente. Ya habían avisado a sus familiares, los primos de Rebeca, tan insensatos como podían ser, hicieron grupos para ir a dar rondas por puebla a ver si la veían, otros se habían ido a meter a lugares conocidos para tratas de blanca para ver si la tenían ahí retenida 

Susan, que no podía soportar estar al pendiente termino por abandonar la sala de su casa y se encerró en su cuarto a llorar 

Jesica había llegado a la pensión, que estaba sola, dejo su bolso sobre la barra de la cocina y rebusco en la nevera algo de comida. La casa estaba hundida en un silencio terrible y sentía que quería llorar aún más. El señor Brutts le había permitido quedarse en la casa porque ella pagaba renta, Miranda se había ido de regreso a su casa así que solo estaba ella. No podía dormir bien por las noches y se desvelaba mucho buscando por toda la casa a Rebeca, pensando que la habían dejado encerrada en algún lugar 

Pero sus esfuerzos eran inútiles, buscara donde buscara… no la encontraba en ningún lado, los vecinos tampoco sabían que había pasado 

Y poco a poco, Jesica estaba perdiendo la esperanza 

 

 

Rebeca despertó llorando, sin saber porque ‘¿Acaso… soñé algo?’ Era raro que soñara, casi nunca pasaba y para variar no recordaba lo que había soñado. Para cuando se levantó, se percató que el gato ya no estaba entre sus brazos, así que solo se sacudió la ropa y salió de la carpa creyendo que ya había amanecido, pero al ver todo oscuro se confundió 

‘¿Qué hora es?’ Se pregunto confundida 

─ ¿Rebeca? ¿Qué haces aquí? ─Escucho la voz de Ayar y se giró a verla 

─Vine por la ropa, pero creo que me quede dormida─ Se tallo los ojos 

─Ya, vamos─ Entrelazaron sus brazos y fueron a la nueva carpa donde Rebeca se quedaría. Umar estaba en junta con los demás oficiales en la carpa de Orum, Coti estaba con ellos por lo que estarían bien. AL llegar a las carpas, había un par de colchones─Tu dormirás en este─ Le indico el que estaba sin nada encima, el otro tenía un montón de papeles encima 

─Gracias─ Rebeca se sentó en la cama y se tallo los ojos. De nuevo el sentimiento de nostalgia 

─Rebeca─ La llamo Ayar 

─Si… si hubiera una manera de irte ¿Te irías? 

─Si─ Respondió sin dudarlo ni un solo segundo─ Quiero volver a casa, el examen para la universidad esta a la vuelta de la esquina, la mojigata de Susan necesita que le siga enseñando como sobrevivir fuera de casa, mamá me necesita para que la acompañe cuando este sola porque seguramente Susan no lo va a hacer─ Comenzó a enumerar sus razones─ Papá siempre nos cuenta cosas interesantes, seguramente debe estar preocupado… o siento, no… 

─No pasa nada. Puedes seguirme diciendo─ Se sentó en su cama después de quitarse la blusa de encima─ ¿Cómo es todo de donde tu vienes? 

─Bueno…─ Se lo pensó un poco─ Hay un poco de todo─ Rio nerviosa 

─ ¿Cómo es tu familia? ─Le pregunto interesada 

─Mamá es muy religiosa, Susan también─ comenzó a contar. Antes de darse cuenta, las dos se había dormido, Rebeca con la imagen de su familia y Ayar con la culpa grabada en su mente 

 

 

Orum vio a su amigo, se veía mas tranquilo, como si su problemas su hubiera aliviado, aunque sea un poco 

─Entonces… Rebeca quiere volver a su casa… ¿Cierto? ─Pregunto Orum 

─Si… Coti esta haciendo una esfera transportadora, pero… no se si funcione correctamente─ Hablo como si ella no estuviera ahí, esta solo se rio y le dio una patada en la pierna y Umar se quejó riéndose, ignorando esa acción 

─Hm, ya veo ¿Y si de ti dependiera? ─Orum se estiro y en el proceso su espalda trono. Umar lo vio incrédulo sin comprender como es que seguía vivo. Pero rápidamente sacudió la cabeza, recordó que sus entrenamientos eran peores ‘Estar fuera dos meses me afecto’ 

─No vas a dejarme a cargo de la revolución, ese es tu problema. Tu la iniciaste, yo solo te hice segunda─ Le detuvo Umar creyendo que hablaba de eso 

─No hablo de la revolución… hablo de que si tu quieres que Rebeca regrese a casa─ Dijo lentamente, Coti los miro de reojo y frunció levemente el ceño ‘Algo esta mal aquí’ Pensó viendo la seriedad con la que Orum hablaba 

Umar se quedo en silencio, sin saber que responder y sus hermanos jurados lo vieron esperando que respondiera 

─ Si estuviera en mi poder, la llevaría de regreso─ Dijo, aunque no era lo que realmente quería, era lo que debía hacer. Rebeca era su prioridad para ponerla a salvo, esperaba regresar a su carpa y encontrársela, aunque solo podría acercarse a ella como un gato porque de lo contrario, la asustaría 

Orum se dio cuenta de su duda, por lo que cambio el tema 

─Quiero dormir─Bostezo escandalosamente, como queriendo correr a su amigo de su carpa. Cori estaba con ellos riéndose de las exageraciones de Orum 

─Por todos los cielos, Ya tienes 24 años, madura─ Le pidió Coti 



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En el texto hay: magia, guerrero, mascotas y animales

Editado: 27.03.2023

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