Mi gran error.

Capítulo 2.

Después de sobrevivir a Biología y pasar por Literatura, estamos en el final del descanso para comer.

- Hola – una tímida voz interrumpe a una Krisha totalmente excitada a mitad de una de sus miles de anécdotas de su adorado perro Ky.

Las tres nos giramos hacia la dirección de donde vino y vemos a un par de chicas a cinco pasos de nosotras que, por su aspecto se ven de primer año. Una de ellas da un paso más cerca y no puedo evitar notar que ambas son preciosas, piel tersa, enormes ojos azul bebé y cabello negro con rizos grandes. Sí, son gemelas. Incluso tienen broches de pelo a juego uno en color verde y otro rojo.

- ¿Puedo ayudarte en algo? – ofrezco cuando se hace evidente que no van a hablar primero.

La gemela del broche rojo es la que se ha acercado y abre la boca como para decir algo, pero la vuelve a cerrar enseguida. Comparto una mirada con Krisha que las observa con aire divertido y suspiro suponiendo que quieren.

- ¿Esto tiene algo que ver con Callaghan? – hace tiempo que decidí ser directa con este tipo de atención para evitar perder el tiempo (el suyo y el mío) creyendo que las podría ayudar en algo.

Ambas gemelas se sonrojan y es la del broche verde la que contesta.

- Los hemos visto antes… cuando el gritó tu nombre y corrió hacia ti… y luego escuchamos sin querer que eres su mejor amiga antes… cuando estabas… hablando con él – se muerde el labio inferior al terminar como pensando si decir algo más o dejarlo así.

Suspiro una risa cansada por su evidente acto de acoso, aunque algo inofensivo, sé que puede ponerse peor conforme más confianza consigan, el año pasado fue lo mismo, y el anterior.

- ¿En serio tendremos una repetición de los 2 años pasados? – pregunta Krisha a nadie en particular.

- Miren… - comienzo ignorando a mi mejor amiga, luego me detengo porque no sé sus nombres.

- Soy Lucy y ella es mi hermana Lissie – ofrece la que ahora sé es Lucy, la del broche verde.

- Jesús, sus nombres hacen juego – murmura Sarah.

Había estado callada, me preguntaba por qué.

- Bien… Lucy, Lissie – me siento ridícula al llamarlas así, pero trato de ignorar el sentimiento – en primer lugar… no importa si soy mejor amiga o no de Callaghan, no hago de cupido. Nunca – me aseguro de mantener mi voz suave a pesar de la dureza de mis palabras, tampoco quiero hacerme de enemigas innecesariamente – en segundo lugar… ¿Cómo me encontraron? –.

Estábamos en una zona apartada de las aulas y principales rutas de la escuela. Es un pequeño espacio rodeado de un par de árboles, que ofrecen privacidad y tranquilidad, entre los edificios de segundo y tercer año, lo encontramos a mitad de nuestro primer año y desde entonces lo reclamamos como nuestro. Aunque no es como que solo nosotras pasáramos el rato aquí, si era raro toparnos con alguien más seguido, normalmente uno que otro estudiante de actividades recreativas.

Las hermanas se voltean a ver nerviosas y el color rojo se profundiza aun más en la del broche rojo antes de decir:

- Nosotras como que te seguimos – su voz es tan baja que tengo que inclinarme para poder oírla.

- No puedo creer que tengamos que lidiar con esta mierda desde el primer día – se queja Krisha.

- No era nuestra intención… - las gemelas hablan al unísono solo para ser cortadas secamente por mi mejor amiga.

- Basta. No importa la intención con que lo hicieron, esta mal. Usen ese valor sabiamente y aborden directamente a Aiden mejor, en lugar de estar perdiendo el tiempo aquí. Vamos niñas, fuera – termina con un gesto de la mano indicando el fin de la conversación y ambas salen casi corriendo como si el infierno se hubiese desatado.

- No tenías que ser tan dura – le digo viéndolas tropezar en su prisa por alejarse.

- Lo que sea, Aiden debería estar jodidamente pagándote por aguantar esta mierda todos los años - gruñe. 

Solo me encojo de hombros sin querer lidiar con su mal humor, después de todo apenas es el primer día, lo que quiere decir que aún es demasiado pronto para ser negativa.

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Es el final de la primera semana del semestre y no puedo estar más aliviada.

Las chicas que quieren ser más cercanas a Callaghan o pedirme su número cada vez aumentan más y ya me estoy hartando de no poder dar dos pasos sin tener a alguna encima preguntándome todo y nada sobre él.

Krisha tiene razón, debería cobrarle a Callaghan por hacerme lidiar con esto.

Suspiro y me desvío al baño con un en un segundo nos vemos a las chicas. La siguiente clase es física y no importa cuan buena sea, el profesor es un total perfeccionista (y asno) en su materia por lo que siempre me toma un esfuerzo extra mantenerme al día.

No puedo darme el lujo de bajar mis calificaciones, necesito mantener la beca para seguir estudiando aquí. No es que sea pobre, pero tampoco nadamos en dinero como la mayoría aquí, hubiese tenido una oportunidad si no fuera por la hipoteca que tenemos que pagar cada mes, mi papá necesitó una cirugía al comienzo de mi primer año aquí, el cuidado postoperatorio y mi hermanito aun siendo un bebé, necesitando todos los cuidados y cosas extra, nos dejó bastante apretados de dinero.




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