Mi gran error.

Capìtulo 14.

¡Hola a tod@s! Antes de empezar con el capítulo me gustaría hacerles la recomendación de leerlo escuchando "Yours" de Conan Gray. 

Para llorar señor@s. 

Ahora sí. A leer. <3

Por fortuna se cancelan las siguientes clases por alguna junta general con varias escuelas del distrito o algo así. Al final, es tiempo libre así que no me importan mucho las razones.

- ¿Te iras directo a tu casa? – me pregunta Krisha.

- No sé, creo que primero pasaré a comer algo y ya luego decidiré – contestó a pesar de que es lo que debería hacer, no creo que pueda dormirme tan fácilmente como creía.

- ¿Por qué no vamos a ese lugar en el centro comercial que acaban de abrir? He escuchado buenas críticas – dice emocionada.

- Lo que sea está bien, en realidad no tengo hambre, solo estoy haciendo tiempo, supongo – me encojo de hombros.

- ¿Tiempo para qué? – alza una ceja conocedora.

- No sé, solo no creo que pueda dormirme aun si voy – respondo honestamente.

Abre la boca para decir algo que seguramente me pondrá de mal humor y que, por suerte, Cole interrumpe con su llegada.

- Chicas, oigan – llama nuestra atención - ¿quieren jugar vóleibol? Algunos chicos y yo vamos a las canchas que están aquí cerca – señala detrás suyo.

- ¿Por qué no? Después podemos ir a comer – decido viendo que conozco a la mayoría.

- ¿Estas loca? – murmura Krisha acercándose.

Me está viendo con incredulidad y cruzo mis brazos frunciendo el ceño.

- ¿Qué? -.

- ¿Has olvidado lo mala que eres en vóley? – señala.

- No es como si fuera un partido oficial. Solo es por diversión – me encojo de hombros.

Se porque esta tan sorprendida. En circunstancias normales nunca elegiría jugar voleibol si tuviera otra opción, pero hoy no me estoy sintiendo como yo misma así que, es lo que hay.

- Entonces, ¿están dentro o no? – se impacienta Cole.

Miro a Krisha que solo se encoge de hombros lo tomo como su acuerdo y asiento medio agradecida de que este siguiéndome la corriente. La otra parte está gritándole que me detenga, pero se hace más pequeña cada vez hasta que desaparece.

- Vamos entonces -.

- ¡Hola extraña! – escucho una voz alcanzándonos en la salida.   

Me giro para ver a Cristopher trotando hacia mí.

- Hola ¿qué pasa? – saludo.

- ¿Qué pasa? Tienes 3 días sin venir a la escuela y solo me contestaste un mensaje diciendo que había salido una emergencia en tu casa – acusa revisando mi cara – te ves como la mierda -.

- Vaya gracias – giro los ojos – y lo siento. Donovan se enfermó y no había nadie que lo cuidara excepto yo -.

- Asumo que ya está mejor desde que estas aquí – dice sacudiéndome el cabello.

- ¡Oye! – me quejo alejándome – Sí, ya está mejor, fue algo viral – contesto una vez que estoy fuera de su alcance.

No me di cuenta que mientras hablábamos, los demás se habían detenido a esperarnos por lo que comienzo a caminar nuevamente.

- Vamos a las canchas a jugar, ¿quieres venir? No creo que a alguien le importe –.

- De hecho, también voy para allá. Unos amigos van a jugar futbol – dice encogiéndose de hombros.

Cristopher se une al grupo como si fueran viejos amigos y todos nos encaminamos juntos al pequeño domo cerca de la escuela. Por fin llegamos al lugar y me despido de Cristopher que se aleja hacia sus amigos.

- Pensé que iba a jugar con nosotros – dice Krisha viéndolo alejarse.

- No – niego – vino a jugar futbol -.

Veo a Sarah alejándose a las gradas con un chico del salón de Cristopher que solo conozco de vista y me giro hacia la red de voleibol.

Al final, Krisha decide no jugar así que se sienta en un tronco caído que hay cerca. Poco después noto como se le une Callaghan y me sorprende no haberlo visto antes, supongo que vino aparte, también supongo que no va a jugar desde que se sentó con Krisha. No mucho tiempo después llegan Jace y Cordelia así que discutimos como quedan los equipos.

- Sigo pensando que no deberías jugar – me grita Krisha desde su lugar.

Le hago un gesto con mi mano como espantando un mosquito.

- ¡Isis! – insiste.

- ¡Estoy bien! – le grito en respuesta mientras le guiño un ojo.

Niega sacudiendo la cabeza, pero lo deja estar.

- Luego no digas que no intenté detenerte -.

Le doy mis pulgares arriba. La adrenalina corriendo por mi cuerpo mientras comienzo a estirar.

Una hora después nuestro equipo está ganando por 2 puntos y no puedo creer lo mucho que estoy divirtiéndome a pesar de que he mandado el balón más veces fuera de lo que anotado. Estoy sudando tanto que el aire se siente refrescante en mi espalda y brazos, pero no me importa.




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