Mi gran error.

Capítulo 15.

Es una buena cosa que después de todo lo que sucedió aquel día, el fin de semana llegara.

Con Donovan recuperado y correteando por la casa con renovada energía no tuve tiempo de deprimirme durante el día.

Las noches eran otra cosa.

No había nadie que me salvara de las pesadillas o los pensamientos negativos en la oscuridad.

Y así, con nada resuelto, antes de darme cuenta o quererlo el lunes llegó nuevamente.

- ¿Qué debemos comer hoy? – Krisha entrelaza su brazo con el mío.

Fuerzo una sonrisa que no llega a mis ojos. Aun no le he dicho nada de lo que Callaghan me contó el viernes. Aun no creo poder decir una palabra sin echarme a llorar como regadera.

- Chicas hoy no voy a comer con ustedes – ambas volteamos a ver Sarah con una ceja arriba.

- ¿Ahora quién es la victima? – se burla mi mejor amiga.

- Puedes dejar de llamarlos víctimas, ¿por favor? – hace un puchero Sarah – no es como si no fuera honesta desde el principio -.

- Bien, bien. Tienes razón – se disculpa Krisha alzando las manos en señal de paz.

Me río un poco y le deseo buena pesca, a lo que solo me saca la lengua mientras corre en dirección contraria. Juro que apenas he visto a esta chica en días.

- Entonces, que… - Krisha se detiene de golpe lo que me obliga a hacerlo también, ya que estoy unida a ella.

- ¿Por qué te…? - dejo mi frase sin terminar cuando veo la escena delante de mí.

Jace, Cordelia y Callaghan están en un tira y afloja con Cordelia como la cuerda.

A mitad de los edificios de último año y primeros.

A vista de media escuela.

- Oh, por dios – murmura mi amiga.

Antes de siquiera pensarlo me lanzo hacia ellos.

- ¡Callaghan! – me interpongo entre él y la pareja y tomo la mano que sujeta a Cordelia - ¿Qué demonios estás haciendo? – pregunto intentando que me vea.

Es en vano. La sujeción que tiene sobre Cordelia es como un grillete.

- ¡No peleen por mí! – exclama ella llamando mi atención. Me enfoco en ella viendo como parece estar reprimiendo una sonrisa de satisfacción mientras sigue gritando tonterías hacia ellos.

¿Cómo es posible que ninguno se dé cuenta que están siendo manipulados? ¿y no dijo Callaghan que había terminado las cosas con ella? ¿qué hace aquí montando una escena a vista de toda la escuela?

¡Maldita sea, Callaghan!

- ¡Suéltala ya! – grita Jace tirando de ella con más fuerza.

Cordelia jadea por la intensidad del movimiento y es arrastrada a su pecho al igual que Callaghan y yo acortando la distancia entre ellos. Tropiezo y tengo que soltar a Callaghan para no caer.  

- ¡Suéltala tú, joder! La estas lastimando. Jace esto no está bien – gruñe en respuesta con los ojos fijos en ellos cuando Cordelia jadea de dolor.

No puedo estar segura de si de verdad está lastimándola o no, pero…

- Jace – intento con él - ¿Por qué no nos calmamos un poco y…? –.

- No te metas, Isis. ¿por qué están tan interesados todos en nuestra relación? – me corta furioso.

Woa. Este no es para nada el dulce y siempre calmado Jace que conozco.

Cordelia vuelve a soltar un gemido de dolor y Callaghan se abalanza sobre ellos. Me meto en su camino mi espalda pegada a su pecho para mantenerlo a raya.

- ¡Deténganse! – grito clavando mis pies inútilmente en el piso de concreto.

Su mano aun sostiene con fuerza la de Cordelia y yo soy la única cosa que se interpone entre ellos.

Hablando de ironías.

Ni siquiera me da una mirada y eso lastima más de lo que estoy dispuesta a admitir, incluso a mí misma, pero lo ignoro poniéndome mis bragas de niña grande y vuelvo a la carga.

- Callaghan – intento.

- ¡Suéltala ya! – me ignora.  

- ¿Qué demonios te importa? ¡No es asunto tuyo lo que pase entre ella y yo! – grita Jace completamente furioso.

- ¡Tienes que dejarla ir! – insiste Callaghan sin hacerme caso.

Las lágrimas se derraman por mis mejillas sin poder evitarlo. Esto es demasiado. Dijo que ya no tenía sentimientos por ella, pero esto demuestra lo contrario.

Algo muy dentro se rompe.  

- Callaghan – susurro apenas con un hilo de voz y por un segundo creo que por fin he llamado su atención, pero luego Jace avienta a Cordelia fuera del camino yendo directamente por nosotros.

O más bien por Callaghan.

Sin embargo, al estar unido a ella hace que, cuando Jace la empujara a un lado, Callaghan fuera con ella.

Lo suelto sin pensarlo, antes de ser arrastrada también, tomando el impacto directo.

- ¡Isis, no! – escucho el aterrado grito de mi mejor amiga, pero es demasiado tarde.




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