Mi gran error.

Capítulo 17.

Dos semanas pasaron con demasiada rapidez y exasperante lentitud.

El sr. Smith nos mantenía a mis padres y a mí al tanto del progreso que llevaba, cada pocos días, a pesar de que técnicamente no era correcto ya que no figurábamos como partes o interesados en el juicio, así fue como supe que Natalie había regresado a terapia para ayudarle a superar el trauma, a pesar de que nuca debió dejarla en primer lugar, y que incluso sus padres también comenzaron a asistir ya que igual fueron victimas de todo lo que había sucedido a raíz del primer juicio.

Más de una vez él, mis padres e incluso Krisha me insistieron a que también fuera a terapia. Ahora que la Sra. Smith nos ayudaba a cuidar a Donovan tres días a la semana y mis padres estaban los fines de semana, sino los dos por lo menos uno de ellos, muchas de mis obligaciones hasta este momento de repente habían… desaparecido, sin embargo, me negué en rotundo cada que sacaban el tema y con el tiempo dejé de responder hasta que desistieron y me dejaron en paz.

El servicio terminó sin más sorpresas o ataques de pánico míos (muy bien escondidos), con todo lo sucedido ni siquiera tenía la energía para recordar todo lo que había sufrido en mi niñez. Al parecer había madurado un poco y lo había superado sin que me diera cuenta. Al final, entregamos un informe global en el que todos aportamos algo sin necesidad de reunirnos y hacerlo en persona, por lo que solo era necesario unir cada parte, puliendo algunas frases aquí y allá antes de que tener el producto final.

Los rumores sobre mí fueron acallándose también, sobre todo teniendo en cuenta que siempre ocurría algo más interesante en la escuela. Cristopher y Krisha me lo había asegurado, pero estar en el centro de atención aun cuando solo fueron pocos días, me dejó lo suficiente traumada como para no querer volver a repetirlo. Nunca. Sin embargo, lo más importante para que las cosas se calmaran rápidamente, por lo menos sobre mí, fue el hecho de que Callaghan y yo dejamos de hablar después de ese día.

Dejó de sentarse en clases conmigo.

Dejó de hablarme, en clase y por teléfono, e incluso actuaba como si no existiera.

Los primeros días no levantaron sospechas, pero al finalizar la primera semana, todos estaban al tanto. Lo que hizo que los rumores cambiaran rápidamente de dirección para luego morir prematuramente a favor de algo más interesante.  

Mi mejor amiga dejó que lamiera mis heridas en privado y no me presionó demasiado al respecto. Ella y Cris evitándome lo peor, erigiendo una sorprendente fortaleza de dos personas contra media escuela.

Desafortunadamente, no podían estar conmigo a cada segundo.

- O sea, ¿que no sabes porque de repente le dio por actuar como sino existieras? – era la primera vez que Sara sacaba el tema a colación y mucho me temía que era porque se le había escabullido a Krisha y me había conseguido agarrar a solas en el baño.

- No – contesté lavándome las manos evitando ver mi reflejo en el espejo.

- ¿Estará enojado por lo de la pelea con Jace? Cole dice que igual lo evita como la peste en los entrenamientos, esta de un humor de perros y el entrenador ya lo mando a la banca demasiadas veces como para que le importe el castigo -.

Estaba completamente segura que no tenía nada que ver con lo sucedido ese día, pero no dije nada y en su lugar solo me encogí de hombros.

- No parece que estés preocupada por su repentino actuar – insistió observando mi rostro.

Gracias al corrector, base, polvo, rubor y más cosas que no puedo ni nombrar, he podido mantener una apariencia en absoluta verdadera a los efectos de lo que la reacción de Callaghan me había causado.

Obviamente Krisha y Cristopher se habían dado cuenta del repentino aumento en mi maquillaje diario, pero ninguno había dicho nada más allá de algún que otro comentario venenoso en contra del susodicho por actuar como lo hace.

- No se que es lo que se supone que buscas – suspiro girándome a verla.

- No se – se encoge de hombros indiferente – es solo extraño. Se supone que son mejores amigos y de repente ya no lo son, es solo extraño -.

- Callaghan y yo estamos bien – me obligo a decir su nombre – después de tanto tiempo juntos es normal que cada uno tome su camino, eso es todo – arriesgo una mirada al espejo intentando evitar su mirada y la aparto rápidamente al encontrarme con mis ojos.

Sabía lo mucho que arriesgaba al contar mis sentimientos, aun cuando no hubiesen sido dichos en voz alta, sé que estos fueron los que instigaron su retirada. Es solo que no pensé que fuese a ser tan… doloroso.

Y Dios, como dolía.

Contando desde el día de la pelea con Jace y Cordelia, estas habían sido las tres semanas más largas que había pasado sin hablar con él.

Dios, incluso no podía pensar en su nombre sin querer echarme a llorar como una niña de tres años en pleno berrinche aullando al mundo mi dolor.  

Todas las piezas de mi vida habían estado cayendo en su lugar estos últimos días. Por fin había dejado atrás mis recuerdos de los ocho años haciendo el servicio. Cuando me graduara y partiera a la universidad estaba completamente segura que la Sra. Smith podía ayudar a mis padres con mi hermano. El tema del sr. Clyton, que siempre había sido un punto de inflexión, por fin estaba comenzando a sanar gracias a la madre de Natalie, aunque nunca iba a cicatrizar por completo era mucho más de lo que podría haber si quiera comenzado a desear.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.