Mi guarda espaldas
Capítulo #4
Mia
Hoy iría a mi primer día de mi nuevo instituto, la verdad no sería el primero para los otros a adolescentes, pero sí para mí, entraba a mitad del año, ya que por mis buenas calificaciones no tuve que repetir el año, aunque sea fría y sin amigos soy muy inteligente y buena para casi todas las materias, este instituto lo odiaba porque se necesitaba ir con uniforme, sí, ya éramos a adolescente ya no necesitábamos uniformes, pero esta escuela era así. Mi uniforme consistía en una falda azul me llegaba por arriba de las rodillas, pero me daba igual también un par de medias azules, que por mi tamaño me llegaban un centímetro más de la rodilla, la blusa era blanca con corbata azul y un saco formal de color azul, todo era azul, y por último los zapatos eran de preferencia, pero eso sí, zapatos azules, blancos o negros, pero nada de colores, usaría mis favoritos que son los blancos con negro. Me habían dado una mochila del mismo instituto, pero no la usaría era…muy azul, Usaría una negra que me había regalado mama. Y bueno ya estaba lista, bajaría para tomar el desayuno con…Matt, ya que mama trabajaba turno completo y llegaba casi a las siete u ocho y media de la noche.
-Buenos días Mia -me saludo con una sonrisa en la cara, estaba en los banquitos del pequeño comedor de la cocina, estaba muy bien vestido, traía unos jeans negros, con una camisa blanca, la camisa traía un diseño…no sé cómo describirlo digamos que abstracto en color negro, y pues los zapatos de siempre, es cómo si no tuviera más zapatos, también traía su pelo rubio despeinado como si recién se hubiera despertado, pero no, llevaba desde las cinco de la mañana despierto.
-Buenos días Jones -le devolví el saludo con una sonrisa. -¿Porque Jones? -me preguntó con un gesto de confundido, -porque puedo, porque quiero, y pues porque me gusta tu apellido -dije sarcástica, la verdad sí, me encantaba su apellido como si quisiera decirlo un millón de veces. -de acuerdo, ¿lista para el instituto, Mia? -me preguntó, yo solo asentí, al segundo pregunté -¿me veo bien con este uniforme? -no se porque se me dio de preguntarle eso, como si fuera de su importancia también -claro que sí, te ves tan diminuta dentro de él puesto -soltó una pequeña risita risueña.
-No es gracioso -dije chillando como niña pequeña, -es que te ves muy tierna con ese uniforme gigante -, yo solo volteé los ojos, pero en algún punto sus palabras me gustaron y aún más porque es tan directo y seguro de lo que dice.
-Listo, vámonos -dijo con una sonrisa en su bello rostro.
-De acuerdo Jones, vámonos a ese tonto instituto-dije, el tan solo soltó una pequeña carcajada.
Me subí al auto de Matt y como siempre olía tan delicioso, me acomodé puse mi mochila en la parte donde se ponen los pies, me recosté al lado del vidrio y veía a las personas pasar las calles, los niños pequeños saltar de emoción por ir a la escuela, los adolescentes escuchando música, las chicas y sus grupos, por alguna extraña razón, me daba ganas de tener amigos, pero por otra parte había algo que me decía no vale la pena y sinceramente prefería hacerle caso a esa otra parte.
-Listo Mia, llegamos a su destino señorita -dijo en un tono burlón. -Gracias, Jones por traerme hasta aquí -dije sonando en un tono sarcástico. Poco a poco me iba alejando del auto y a lo lejos escuché -cuídate Mia y suerte -por parte de Matt.
Entre al instituto y me sorprendió lo tan organizado que estaba cada pasillo y era bastante grande todo el instituto, se podía notar que aquí los estudiantes se notaban aniñados (con dinero).
Ok…tenía 11 clases, no eran muchas, así que me agradaban, la primera era historia, la más fácil de todas. Tuve que preguntar a unos profesores donde quedaba, y me dijeron que estaba en el segundo piso, subí las escaleras y ahí estaba la clase, abrí la puerta, y ahí estaba la maestra y unos cuantos estudiantes, me senté al fondo, la clase empezó a llenarse, y entraban más y más, hasta que la profesora se paró en enfrente de toda la clase, y dijo:
-Chicos, hoy me dijeron que hay una nueva estudiante -la verdad no me sorprendí, pero tal vez no era la única nueva, -Por favor, la señorita, Mia Wilson -se me estremeció todo el cuerpo por Wilson, la verdad no me enojé pero tenía que explicar que no me dijeran así, me levanté y me puse en frente de toda la clase, -Me llamo Mia Wilson, pero me gusta que me digan por mi segundo apellido que es Adams, tengo 17 y creo que eso es todo -dije sonando firme, -muchas gracias señorita Adams, tome asiento -le hice caso y me senté.
Después de tres clases más tocaba la hora de comer, iba a conocer la cafetería, si era grande o pequeña y lo más importante si la comida era buena o mala, en el menú había, trozos de pizza, jugos de muchos sabores, emparedados de queso, sin queso, con jamón, sin jamón, también hamburguesas y bueno infinidad de cosas, por ser el primer día tomé un emparedado mixto y una bebida roja supongo que es sandía o fresa, tomé asiento en una mesa cerca de la salida, sentía una mirada hacía mí, volteé para ver quién era y era Nicolas Brown, ¿por qué me sabía el nombre?, me tocaba en todas las clases, y en todas me miraba, no sabía si tenía algo mal puesto o que me veía, devolví mi mirada al chico y me percaté que venía hacia mí con un par de chicos, enseguida cambié mi mirada hacia mi bebida, pero antes de que pudiera verla, el preguntó: -¿tienes novio linda? -preguntó, con una sonrisa sarcástica, la respuesta era obvia ‘’no’’, pero muy bien sabía sus intenciones y si decía eso, le dejaba la cancha libre y eso no era lo que quería así que le dije: -sí, ¿por qué? -le dije mintiendo, pero firme y con una sonrisa cínica, solo esperaba que me dejara en paz, porque no quería tener ningún inconveniente con nadie ni con nada en este estúpido instituto. -A la defensiva ¿eh? -dijo dando una pequeña risa, -tan solo pregunté porque -dije sin ninguna pisca de diversión. -Entonces quiero conocer a mi competencia -dijo Nicolas volviéndose a reír, la verdad sabía a que se refería con eso, pero a mi no me interesaba ser amiga de nadie o por lo menos conocer a alguien aquí, pero me sorprendió cuando escuche la voz de una chica: -Ya Nicolas déjala en paz, deja de molestarla -dijo en un pequeño grito, no tenía ni una pisca de idea de quien era ella, pero al instante que Nicolas abrió su boca supe su nombre, -Ashley cállate, no la estoy molestando -dijo Nicolas un poco molesto y se alejó con sus otros amigos y Ashley se acercó y me preguntó, -¿estás bien cariño?, no dejes que el imbécil de Nicolas te estorbe -dijo la chica, tenía una voz cálida y sabía que la había escuchado, tal vez en alguna de mis tres primeras clases, era un poco más alta que yo, y si no me equivoco tenía 17 o 18, tenía muy buen gusto para vestirse, si era la chica llamada Ashley, ella tenía novio se llamaba Mateo, si es que no mal recuerdo, en clase estaba muy juntitos que hasta se besaban en medio de la clase, lo sé, de demasiado cursi. -Si estoy bien y lo sé es un estúpido, y no soy tan tonta como para dejarme manipular por él -dije fría, -que bien que no haya personas tan ingenuas… -su voz se detuvo, pero rápidamente siguió -Mucho gusto, Mi nombre es Ashley Williams, y tengo 18 años, ¿y tú, como te llamas? -me preguntó sentándose enfrente mío, no iba a hacer grosera así que le respondí -Un gusto, mi nombre es Mia Wilson, pero… -la chica me interrumpió, -pero te gusta que te digan Adams ¿cierto? -completó mi frase, se notaba que prestaba atención aparte de besarse con Mateo, -¿de ahora en adelante podemos comer contigo? -supongo que se refería a ella y a Mateo, no me importaba así que no tenía problema, -sí, está bien, pero ten en cuenta que yo soy de pocos amigos y soy muy fría, así que si alguna vez soy grosera contigo, pues soy así -aclaré antes de algún problema, pero para mí los amigos no duraban así que no tenía esperanzas con esta chica. -De acuerdo Mia, lo tomaré en cuenta -dijo con una sonrisa y le hizo una seña a Mateo para que se acercara, y así pudimos conocernos mejor, también nos compartimos números.