Mi guarda espaldas
Capítulo #10
Mia
-¡¿Qué, se besaron?!
-Sí, ya te lo dije mil veces, Ash
-Es que ya es por segunda vez, Miu
Estaba en la cafetería con Ash, y le estaba contando sobre lo de ayer cuando paso lo que paso, después de eso, él se separó de mí, porque si por mi fuera, yo no me separaba, entonces el me pidió perdón y me dijo que se dejó llevar, si, y yo también me deje llevar al parecer, bueno, después nos despedimos y ¿saben esas veces que la chica acaba de tener su mejor escena con el chico de sus sueños y luego tiene una cara de ‘’enamorada’’, cosa que yo le digo cara de ‘’tonta’’, pero me doy cuenta de que yo soy la tonta en este momento, así que no juzgo a nadie, me dirigí a mi cuarto con esa cara aún, ¡joder!, esa cara no se me iba, me quedé dormida y se acabó, puede que ese beso haya alegrado mi noche un poco, aunque igualmente sigo triste por lo de mi abuelita.
-¿Y tú abuelita cómo ha estado? -me preguntó con la cara apenada
-Quisiera decirte que bien, pero no lo sé, quisiera poder ir a visitarla -de verdad me moría por ir a verla, no me imagino cómo ha de estar mi abuelito, ay no, de solo pensarlo, me estreso.
-No te preocupes amiga, vas a ver que pronto se recuperará -me decía a la vez que me abrazaba.
-Señorita Mia Wilson, por favor venir a la dirección -era la bocina de la cafetería, ¿me estaba llamando a mí?, ¿qué había hecho?, nada que yo sepa. Y a pesar de que halla dicho el apellido de mi padre, lo que me importaba era ¿por qué tenía que ir?
-¿Qué será? -me pregunta Ash
-No lo sé, pero acompáñame por si las dudas
-Bien vamos
Y nos dirigimos hacia la oficina del director
[…]
Abrimos la puerta, y me sorprendo al ver a Matt sentado en una de las sillas que quedan al frente del escritorio.
-Señorita Mia, pase -me dice el director y me hace de la mano
-Gracias
-La llamé, porque vino su hermano y me dijo que se la tiene que llevar -espera, Matt dijo que es mi hermano, eso no es creíble, somos muy distintos, en el aspecto físico y ¡hasta en los apellidos!, pero como es muy convincente y bueno para mentir, el pobre director le creyó.
-Ah, sí, mi hermano -no me tocaba más que seguir ¿no?, en su cara se formó una sonrisa de ‘’gracias por seguirme’’
-Bueno entonces, recoja sus cosas y se puede retirar
-Gracias director -me levanto, y me dirijo hacia mi casillero
-Ay, qué suerte tienes amiga -me dice Ash
-Si, pero porque me vino a ver -veo a Ash alzar sus hombros
Antes de poder poner mi mochila sobre mi hombro, Matt la coje y la pone sobre su hombro
-Bien Mia, vámonos -dice Matt alejándose de nosotras
-Ash te veo mañana, cuídate
-Tu igual -le alcanzo a escuchar a medias
-Hey, espérate -le digo mientras lo intento alcanzar
Al fin se detuvo, pero estando justo enfrente del auto, me abre la puerta y me subo, hoy no huele a vainilla, huele a…¿no lo sé?, el olor es raro, pero muy delicioso, lo que si estoy muy segura es que no es vainilla.
Matt entra al auto y enciende la radio, está medio raro
-¿Qué te pasa? -simplemente no me responde, y no quiero ser insistente
-Hey, ¿qué pasa? -lo sé, lo sé, soy muy insistente
-Nada Mia, nada -al fin me responde, pero esa no es la verdad
-Si te pasa algo, se te nota en…¡todo!
-Mi papá está enfermo ¿sí?, eso me pasa, está internado, me pasa que no puedo estar con él, mi mama está sufriendo, no puedo ir a Canadá, no puedo ayudarlos, ¡no puedo hacer nada! -wow, ¿por qué?, uno: nunca había visto a Matt así y dos: su papá estaba muy enfermo al igual que mi abuelita, y está a demasiados kilómetros de distancia.
-Tranquilo, te entiendo, estás frustrado, porque no puedes hacer nada, lo único que puedes hacer es esperar, y de verdad te entiendo, también tengo a mi abuelita así y no la puedo ir a ver y tampoco puedo hacer algo.
-Gracias Mia, pero creo que tu situación no es la misma que la mía, tú tienes a tu abuela a kilómetros, pero están en la misma ciudad, yo estoy a medio mar, de ellos, tú la vas a visitar ahora y yo no puedo -¿cómo?, como que ‘’vas a visitar ahora’’, perdón, sí le puse atención a lo que dijo, pero hice énfasis en la última parte.
-¿Voy a ir a ver a mi abuela? -si pudieran ver mi boca, ¡que alguien me la cierre por favor!
Al parecer Matt lee mi mente, diría ‘’como siempre’’, pero hay veces que no lo hace y simplemente me lleva la contraria.
Lleva su mano a mi quijada y cierra mi boca.
-Si, la vas a ver Mia -me dice sin apartar la mirada de las calles