Mi guarda espaldas
Capítulo #17
Hoy era el día, estaba lista, estaba preparada para mañana no ver a ninguna de las personas a mi alrededor.
Para no ver a mi mamá, para no ver a mis amigos, y el más importante, para no ver a mi sol, no volverlo a escuchar, no volver a abrazarlo, no volver a besarlo.
Sin embargo, estoy lista.
Hace algunos años, deseé no vivir más, deseé dejar la tierra, no soy fiel creyente de Dios, sin embargo, sí creo que el cielo sea el lugar maravilloso, donde nadie sufre, donde todos son felices, donde todo es rosa, donde hay arboles con hojas rosas, donde las nubes son color rosa, no soy fan del rosa, pero esa es mi perspectiva de cielo.
Estábamos en el auto y Matt me iba hablando sobre la diabetes, me contó en que se basaba y en todos los tipos de diabetes que existen, se puede decir que es experto en este tema ya que su abuelo materno sufría de diabetes y él lo cuidaba entonces pasaba mucho tiempo en el hospital, decidió tomar un curso de diabetes y así aprendió.
Abrí la puerta del auto para bajarme y me dio un beso, esto ya se había hecho muy común entre nosotros, a veces que mama no estaba nos pasábamos en su cuarto toda la noche, arropados con la sábana, y hablando de cualquier cosa.
-Te veo a la salida -dijo despidiéndose de mi
-Sí -dije asentando con la cabeza
Me encontré con Ashley en el pasillo ya que ella me tenía un cactus, se lo daría a mi profesor de literatura, un pequeño detalle de despedida.
Entramos al salón y como siempre él, tan puntual.
Poniendo el cactus en el escritorio le digo
-Buenos días profe
-Buenos días Mia -me responde tomando el cactus con la mano-¿Por qué es? -pregunta
-Se acaba el año pronto así que es para que me recuerde -solo me sonrío
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En la salida me despido de Ashley y Mateo, sonó como una despedida normal, así que no sospecharon nada.
-Te vemos mañana -me dijo Mateo, repitiendo el gesto de mi profesor, solo le sonreí.
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Ya había llegado a mi casa y me había arreglado, mama hoy tenía doble turno así que regresaba tarde.
-Ya me voy cariño -me dice bajando de las escaleras
Me acerco y la abrazo muy fuerte-¿Por qué fue eso? -me pregunta
-Hace mucho que no te doy un abrazo -ella me lo devuelve
-Cuídate ma -le digo- tú también mi amor -me responde con una sonrisa.
9:17 pm
Pedí un taxi para que me lleve al lugar.
Teniendo la carta de Ashley y Mateo en las manos llamo a Matt.
-Estoy lista Matt -está completamente anonadado, pero después de unos segundos comprende de que estoy hablando.
-Quiero que les des esta carta a Ashley y Mateo cuando puedas, también te deje algo en mi escritorio-él asiente
Me acompaña hasta la puerta y él empieza a hablar
-Mia, te amo, siempre lo haré, nunca te voy a olvidar, aunque no estés presente siempre estarás en mi mente -finaliza secándose las lágrimas.
No quiero pero tampoco puedo evitarlo la nariz me empieza arder y enseguida los ojos se me empiezan a cristalizar, lo único que puedo hacer es girar la cabeza para que Matt no me vea así- ya está el taxi -digo, pero en cuestión de segundos él me toma de la quijada y me obliga a mirarlo, lleva sus manos a mi cara y sus labios a los míos mientras seca mis lágrimas con sus pulgares, el beso es lento, me hace olvidar todo lo que está pasando a nuestro alrededor, es tan lento que podría recordarlo por toda la eternidad sin necesidad de repetirlo.
Se aleja de mi y yo me aferro hacia su cuerpo, no solo aferrándome a él si no también a todos nuestros momentos, nuestros recuerdos, pero sé que es momento de dejarlos ir.
Nos separamos, para yo dirigirme al taxi, pero antes de poner un pie en la calle me giro y le digo
-Prométeme que cuando te pregunten sobre mí, dirás que fui tu amiga, no quiero que las chicas estén contigo por lástima, ¿si? -fui egoísta lo sé
-Lo prometo.
9:40 pm
Matt
Me había quedado veinte minutos afuera, teniendo un grano de esperanza de que Mia se arrepentiría y regresaría, pero tenía muy claro que cuando ella tomaba una decisión la hacía.
Cerré la puerta y me senté en el sofá, a pensar si de verdad podría vivir sabiendo que pude haber hecho algo, fue en ese momento que me levanté y no me importó nada, tomé las llaves y me subí al auto.
9:50 pm
Mia
Estoy a pasos de llegar al callejón, pero para eso se pasa una calle principal, la cual es un poco rara de que no hayan carros, pero es un poco menos peligrosa, así que me encamino al callejón, me percato de que no venga alguien siguiéndome o carros a mi lado derecho, la calle principal era muy larga, al iniciar la caminata a mi destino, me puse a pensar en todos, en lo que iban a sufrir por mí, pero por alguna extraña razón no sentía miedo hacia mi muerte, se sentía normal, pero no era así, al día siguiente ya no vería a mama, a Ash, a Mateo, ni a mi pequeño sol, nunca más los vería de nuevo.