Mi guardaespaldas es un vampiro Aidan And Tn

Capitulo 5

Narra TN

Los rayos del sol que entraban por el balcón me despertaron. Me giré con pereza y miré la hora en mi teléfono: 8:00 a. m.

Suspiré y decidí levantarme. Me di una ducha rápida y me puse ropa cómoda antes de bajar a desayunar.

En la cocina, Valentina, una de las empleadas, me recibió con una sonrisa.

—Buenos días, señorita TN. Ya le sirvo el desayuno.

Me senté en la mesa y noté la ausencia de mi padre.

—Valentina, ¿dónde está mi padre?

—Salió temprano al trabajo. Tenía asuntos importantes que atender —respondió con amabilidad.

Asentí, sin sorprenderme demasiado. Siempre es lo mismo.

Apenas iba a darle un mordisco a mi desayuno cuando la voz de mi institutriz interrumpió mi momento de tranquilidad.

—TN, ponte algo más decente, ¿quieres?

Rodé los ojos.

—Buenos días para ti también —respondí con sarcasmo.

Ella me fulminó con la mirada.

—TN, ¿qué te he dicho sobre eso?

Suspiré, dejé mi plato y la seguí hasta la biblioteca para comenzar las clases.

Estábamos en plena lección de cálculo cuando alguien entró.

—Disculpen la interrupción —dijo una voz masculina.

Levanté la mirada y vi a Aidan.

—¿Puedo ayudarle? —preguntó mi institutriz con su tono rígido.

—Solo vengo a informarle a la señorita TN que, como soy su guardaespaldas, estaré en la sala por si necesita algo. Con su permiso, me retiro.

Lo dijo con fastidio, como si le molestara su propio trabajo.

¿Cuál es su problema hoy?

¿Acaso cree que correré a contarle mis planes del día? No necesito un guardaespaldas, y se lo demostraré.

Estaba tan absorta en mis pensamientos que no vi venir el golpe del lapicero en mi cabeza.

—¡Ouch! —me quejé.

—Concéntrate, TN —reprendió mi institutriz con seriedad.

Cuando las clases terminaron, no tenía nada mejor que hacer, así que decidí salir a recorrer la ciudad. Caminé hacia la puerta, pero antes de que pudiera cruzarla, Aidan apareció frente a mí.

—¿A dónde vamos?

—Voy a salir. Tú no —repliqué con frialdad.

—Pues tendrás que soportarme. Soy tu guardaespaldas, así que vamos.

Bufé, pero no discutí más. Sabía que no cedería.

Nos subimos al auto.

—Quiero ir al centro comercial y luego al parque —informé mientras miraba mi celular.

Mientras él conducía, yo me entretenía revisando Instagram.

—¿Desayunaste? —preguntó de repente.

Su interés me sorprendió.

—Sí… algo.

Era una verdad a medias. Apenas había probado la comida antes de que mi institutriz me arrastrara a la biblioteca.

No dijo nada más y seguimos el trayecto en silencio.

Al llegar al centro comercial, bajé del auto con Aidan siguiéndome de cerca.

Mientras caminaba, una noticia en el periódico llamó mi atención. Me acerqué a leer, y Aidan hizo lo mismo.

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Noticia de último minuto

Se ha encontrado asesinada a una joven de aproximadamente 19 años en la bodega abandonada junto al lujoso bar Moondance. Registros indican que el cuerpo fue hallado sin sangre y con una profunda herida en el cuello. Lo más extraño es que no había rastros de sangre en la escena. La policía investiga posibles pistas para dar con el asesino…

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Cuando giré para ver a Aidan, su rostro estaba pálido y su expresión endurecida.

¿Por qué reacciona así? ¿Sabe algo sobre esto?

Antes de poder decir algo, él apartó la mirada y entró conmigo al centro comercial.

Visité varias tiendas, pero pronto me aburrí. Al buscarlo con la mirada, lo encontré a unos metros, hablando por teléfono con el ceño fruncido.

Este es mi momento.

Aproveché que me daba la espalda y corrí hacia las escaleras de emergencia.

Voy a demostrarle que puedo cuidarme sola.

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Narra Aidan

Esta chica va a matarme de un infarto.

Desde el primer momento en que la vi, supe que sería un desafío. Me exaspera su terquedad, pero no puedo evitar encontrarla fascinante.

Cuando llegamos al centro comercial, TN se distrajo con una noticia en el periódico. Me acerqué por instinto… y mi sangre se heló.

No puede ser.

Anoche, Xavier llegó cubierto de sangre. Me dijo que había estado cazando animales… pero ahora lo dudo.

Mi mandíbula se tensó.

Cuando TN se alejó, aproveché para llamar a Xavier.

—Aidan, ¿qué pasa? —respondió despreocupado.

—¡¿Cómo que qué pasa, imbécil?! —solté con sarcasmo.

—Así que ya viste la noticia…

Respiré hondo, tratando de controlar mi enojo.

—Pues claro que la vi. Está en todos los malditos periódicos.

Xavier suspiró.

—Mira, tenía hambre. ¿Qué querías que hiciera?

Su actitud indiferente me hizo explotar.

—¡Lo que hiciste estuvo mal, Xavier! Hablamos luego.

Corté la llamada y me giré…

TN no estaba.

Mi corazón se aceleró.

Su aroma aún estaba en el aire, así que no debía estar muy lejos. Busqué en cada tienda cercana sin éxito.

Diablos, TN, ¿a dónde te fuiste?

Salí del centro comercial y finalmente la vi… en un callejón.

¿Qué demonios está haciendo ahí?

Me acerqué y noté que estaba rodeada por un grupo de tipos con intenciones nada buenas.

Mierda.

Aceleré el paso y me interpuse entre ella y los agresores.

—Miren quién llegó —se burló uno de ellos.

—Aléjense. No quiero lastimar a nadie —advertí con voz grave.

No me hicieron caso.

Empujé a TN suavemente hacia atrás y me preparé para la pelea.

—¿Quién te crees, idiota? —soltó uno de ellos con una sonrisa maliciosa—. La chica será nuestra.

Eso fue suficiente.

No me contuve. En cuestión de segundos, los dejé sin aire, golpeando con precisión cada punto débil.

Uno de ellos se tambaleó y cayó al suelo.

Antes de poder continuar, sentí algo inesperado.

TN me abrazó por detrás.

Mi furia se evaporó de inmediato.




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