Mi hermanastro

Capítulo 8

Me convencieron, no la voy a dejar de subir aqui en BOOKNET, pero primero la voy a actualizar en WATTPAD y despues por aca, otra cosa acabo de crearme un instagram en donde tambien estare subiendo cositas para que vallan y me sigan estoy como @itzel.escritora si no pueden ir al grupo y ahi esta el link del intagram o si no en mi perfil tambien aparece el enlace directo.

—¡Sube al auto! — escuche la voz de Austin diciendo junto a mí en su auto.

—¡No lárgate! — continúe caminando y las luces del auto de Austin me iluminaban el camino, no me quería subir al carro con Austin ni siquiera hizo nada por defenderme eso significa que no le importa un carajo lo que me dijeron.
—¡Mackenzie, te estoy diciendo que subas al auto! — grito tomándome del brazo con fuerza.
—Y yo te estoy diciendo que no quiero subir— le dije mirando su manos tomar mi brazo

— Suéltame me estas lastimando. —

—No te voy a soltar hasta que te subas— apunto el asiento copiloto del carro.

—No ¿Por qué quieres que suba contigo? ¡Ni siquiera me defendiste!— le grite en la cara.
—Lo siento Mackenzie no sabía qué hacer, no quiero ser malo contigo pero tampoco quiero ser malo con ella– dijo tratando de explicar.
—Yo solo quería un poco de tu apoyo– dije soltando de nuevo las lágrimas, poniendo mis piernas débiles y protegiendo mi rostro en su pecho, llorando sin que nada me detuviera, recordando aquel dolor que me mata y me hace recordar cada simple segundo junto a mi madre .

Esperaba más de ti, pero me defraudaste. —

—Yo lo siento Mackenzie, no sé qué más decirte más que lo siento— dijo con un tono confuso

Vamos sube, vamos a casa. —

Me convenció y subí al auto, fuimos hasta la enorme casa de mi padre y baje corriendo y subiendo rápidamente las escaleras hasta ir a mi habitación, lanzándome sobre la cama a seguir llorando, sentí el peso de Austin caer sobre la cama, y voltee a mirarlo.
Limpio mis lagrimas dulcemente y me sonrió 'Duerme' me dijo antes de besar mi mejilla, y luego salió de ahí, dejándome en la oscuridad.

A la mañana siguiente me desperté muy temprano, y aun en pijama fui hasta la cocina a preparar el desayuno unos deliciosos huevos con tocino, luego de apagar la estufa me voltee y ahí estaba el recargado en la barra mirándome, con una sonrisa atractiva.
—¿Cómo amaneciste?— me pregunto interesado.
Ya estoy mejor gracias— le dije bajando la mirada.
Se puso frente a mi bajando un poco la mirada para poder encontrar mi cara, puesto que es más alto que yo, ¡Dios es tan hermoso! Comenzando por su cabello el color de este y ese peinado tan divertido, sus cejas, sus pestañas tan largas, su mirada tan profunda y sexy, su nariz, sus labios, creo que tiene unos labios muy besables, su sonrisa tan encantadora, el tono de su piel y eso es simplemente su hermosa cara.

—¿Quie... quieres desayunar? — me hizo estremecer sentir su respiración mover mis cabellos despeinados.
—Huele rico, claro— sonrió—.

—Gracias. —

Tomo asiento en una de las sillas de la barra, serví en dos platos uno para él y otro para mí y nos pusimos a desayunar en silencio.
—Oye perdón de nuevo por lo de ayer— dijo rompiendo el silencio—.

—Cuando vea a Isabella le diré que se disculpe contigo. —

—No es necesario, no quiero que crea que necesito su lastima— dije mirándolo.
—Pero es lo mínimo que puede hacer— dijo chocando su mirada con la mía.
—No así déjalo ya, Austin— dije regresando mi mirada al plato.
Terminamos de desayunar y nos fuimos a nuestros cuartos a bañarnos y arreglarnos, mi padre y Patricia no tardarían en llegar, estaba en la sala con Austin mientras él estaba en su iPod yo leía una revista adolescente. Tocaban a la puerta y fui a ver quién podría ser, le sonreí al hermoso chico blanco que estaba con una sonrisa encantadora frente a mí.
—Hola Nicolas— le dije abriendo más la puerta para que entrara.
—Hola, ¿Qué hacías?—me pregunto luego de dar un beso en mi frente como saludo.
—Esperaba a que llegara mi papa, estaba en la sala con Austin— le dije entrelazando nuestros dedos para ir a la sala.
—¿Estas con Austin?— pregunto no muy convencido.
—Si ¿Por qué? ¿Qué tiene de malo? – arrugue mi frente pues no entendía cuál era el problema.
—No nada, mejor vamos a tu cuarto— dijo jalándome a las escaleras.
—¡No Nicolas! Vamos a la sala, ya no tarda en llegar mi papa ¿Qué te pasa? — hice toda mi fuerza contra el e hice que fuera a la sala.

Después de eso todo fue muy incómodo, Austin no dejaba de ver nuestras manos unidas mientras estábamos en el sillón frente al de él jugando con un juego de mano el con una y yo con la otra, mientras nos reíamos y bromeábamos entre nosotros.
—Eres un tonto, no sabes jugar— le dije recargando mi cabeza en su hombro.
—¡Hey! No puedo jugar con una mano que es muy diferente— dijo, soltamos nuestras manos y nos separamos y él se recostó en el sillón y yo puse mis piernas encima de las de él.
—¿Qué hiciste ayer? — le pregunté.
—Te vine a buscar con James, pero no estabas— dijo recalcando la palabra 'no' —Por cierto, me conto James que lo conoces. —
—¡Si! Ayer me lo encontré y fuimos a su casa, estuvimos platicando un buen rato y comimos, me la pasé bien— le dije sonriendo.
—Si es tan adorable— dijo Nicolas con voz de mujer bromeando.
—Si que lo es— dije riendo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.