Mi hermanastro

Capítulo 14

No dije nada, mis acciones hablaron por sí solas. El remolino de emociones llego a mi cuando sus labios estaban sobre los míos besándolos con lentitud, sus labios acoplándose a los míos perfectamente, mis dedos jugando con su cabello, y el aferrándome aún más a él sabiendo que era imposible, sonreí al sentir sus manos en mis glúteos y con fuerza elevarme hasta hacerme enredar mis piernas en su abdomen, sentí sus labios ir más abajo y mi cuello ya estaba húmedo de aquel cálido líquido que habita dentro de su boca.

Se sentía tan bien, así que seguí el juego y pasamos nuevamente a besarnos en los labios. Nos detuvimos, me miro detenidamente por unos segundos y me dio un tierno beso fugaz.
—Eres hermosa – menciono tan seguro al verme.
—Gracias –conteste mientras sentía las sangre que se me venía a las mejillas.
—Hay que dormir juntos ¿Qué dices?
—Claro –
le dije, mientras me baja para poner mis pies en el suelo. Me puse la blusa y me fui del lado izquierdo de la cama para acostarme, mientras Austin se cambiaba o más bien se desvestía puesto a que solo se quedó en bóxer.
Se acostó a un lado de mí y recosté mi cabeza en su pecho haciendo flexión mi piernas en su abdomen.

¿Sera posible que Austin si pueda enamorarme en solo una semana? Me pregunte a mí misma al suspirar y sentir penetrar el delicioso aroma del perfume de Austin
No dijimos nada, y me quede dormida con la melodía de su corazón latiendo.
A la mañana siguiente, desperté y Austin no estaba ahí; Me levante y fui al baño a cepillar mis dientes y peinar mi rebelde cabello, fui a la cocina del departamento y ahí estaba Austin con unas cajas de 'McDonald' 
—Oh Buenos días –dijo volteando su mirada a mí y acercándose lentamente.
—Buenos días –le dije mirándolo acercarse.
—¿Cómo amaneciste? –pregunto luego de darme una probada de labios, me sorprendí un poco, pues había creído que lo que había pasado la noche anterior se había quedado en la noche anterior.
—Bien gracias –dije tomando asiento en una de las sillas de la mesa.

Desayunamos y Austin se había comportado muy lindo conmigo en todo el desayuno, luego de bañarnos y arreglarnos, estábamos en la sala mirando en la televisión un reality show.
—Vayamos de compras –comente cuando había comerciales en la tele.
—No eres de esas chicas superficiales que están obsesionadas con las compras o ¿Si? –dijo hablando rápido.
—No, pero vamos estamos en otro país y además no me he comprado ropa nueva desde que me mude con mi papá –explique escondiendo mi cara en su pecho.
—Ok vamos –nos levantamos y tomo las llaves del departamento y salimos de ahí yendo directo al centro comercial del día anterior.

Entramos a una tienda de ropa muy de temporada y todo de mujer, comenzamos a caminar pasillo por pasillo con nuestras manos entrelazadas.
—Mira este vestido es muy bonito ¿No crees? –le pregunte como si le preguntara a una chica.
—Uy si es hermoso –dijo fingiendo voz de mujer —Busca algo lindo y elegante, iremos a cenar hoy, mientras yo iré a buscar un traje.
—Eso es tan tierno –
le dije sonriendo.
—Si lo sé –dije sarcásticamente — Ahorita nos vemos hermosa.
—Claro –
nos dimos un último beso y fui a buscar un vestido.

Había tantos vestidos ahí que era imposible elegir solo uno, diferentes colores, cortes, largos, cortos.
Una chica muy amable se acercó a mi ofreciéndome su ayuda, me pareció muy linda y tomo varios vestidos que según ella me quedarían bien, fui al vestidos y me probé alrededor de 8 diferentes vestidos pero nada me gustaba, al final había un vestido color lila con detalles negros, quedando un poco más arriba de la rodilla y algo ampón, quede realmente fascinada al verle con este hermoso vestido sin tirantes, era como si hubiera sido hecho para mí y especialmente para mi cena con Austin.

Luego la chica me llevo hasta la parte de zapatillas, todas las zapatillas eran hermosas pero mire esas que hicieron opacar a todas las demás, color negras completamente 'sencillas' con eso me vería bien, supuse así que las lleve.
Pague con la tarjeta dorada que mi padre me había dado, y salí de la tienda en busca de Austin, seguí caminando por el centro comercial y mire una tienda de ropa de hombre así que supuse estaría ahí, y cuando estaba a punto de entrar choque con el de frente.
—¿Lista? La cena es a las ocho –dijo mirándome con una bolsa donde llevaba en traje y otra donde creo yo tenía los zapatos.
—De acuerdo caballero –le dije mientras sentía como tomaba mi mano en lo que caminábamos.

Seguíamos en el centro comercial y entramos a una tienda de discos, simplemente buscando algo bueno para escuchar, pero creo que nada nos convenció y salimos de ahí. En el camino nos encontramos una tienda de libros y le pedí a Austin que por favor entrara conmigo, hacía mucho tiempo ya que no leía un libro.
Al entrar la primera sección que encontramos fue la de los libros infantiles y ahí estaba el libro que recordaba perfectamente, no porque era el que más impresión me causo, sino porque mi mama solía contármelo todos los días antes de arroparme para dormir, Winnie era un oso...
—Mi mama solía contarme este cuento siempre –le platique a Austin mientras hojeaba el libro.
—Es muy tierno –dijo mirando los dibujos junto conmigo.
—Pero ven vayamos a buscar otro tipo de historia –le dije con una risa.

Seguimos caminando y me topé con una portado que capto mi atención y al leer el título de este inmediatamente lo tome 'Departamento Q: La mujer que arañaba las paredes' Se llamaba el libro.
—¿En serio? Creí que elegirías algo más vivo, como una novela romántica o algo que todas las chicas buscan –dijo Austin.
—Pero yo no soy como 'todas las chicas' –le dije afirmándole y guiñándole el ojo en lo que caminaba por el largo pasillo hasta la caja para pagarlo.




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