Mi hermanastro

Capítulo 16

—¿Qué te gusta más de mí? —pregunto.
—Hay algo que me mata, es tu sonrisa —le dije mirando como las comisuras de sus labios se estiraban formando una sonrisa.
—Gracias —dijo ruborizándose un poco.
—qué lindo te ves hermoso avergonzado —le dije riendo, y observándolo maravillada.
—¡Basta! Deja de decirme esas cosas —pidió aún más rojo.
Nos recostamos en el pasto y comenzamos a encontrarle figuras a las enormes nubes, luego de un rato nos levantamos y comenzamos a caminar alrededor del enorme parque, al mirar los juegos no pude evitar sonreír y recordar mi infancia. 
Corrí hasta los columpios y Austin corrió tras de mi sin entender a donde iba.
—¿Me das un empujón? —le pregunte sentándome en el columpio mirando como se acercaba a paso veloz.
—Está bien —rio.
—Con fuerza —dije sintiendo el aire estrellarse en mi cara.

Se sentó en el columpio junto a mí y como niños jugamos a ver quién llegaba más alto, claro que el gano supongo sus piernas son más fuertes que las mías, nos aventamos a la suave arena debajo de los columpios, quedando yo sobre él y riendo descontroladamente.
Nos dimos el tiempo para mirarnos por minutos, y darnos un tierno beso, no levantamos y seguimos caminando y llegamos a una tienda con muchas tiendas de diferentes estilos.

—Hagamos algo loco —le dije divertida.
—Suena salvaje ¿Cómo qué? —pregunto interesado en lo que acababa de decir.
—No se, ¿Qué se te ocurre? —cuestione encogiéndome de hombros.
—¡Ya se! Ven vamos —me volteo, poniendo sus manos en mis ojos llevándome a ciegas.
—¿Ya me puedes destapar los ojos? —dije cuando sentí que nos detuvimos.
Al abrir los ojos, lo que veía frente a mí no podía ser cierto, cuando mi padre nos vea nos mataría.
—Debes estar bromeando —le dije echándome para atrás.
—Esto es loco, así que no me dirás que no ahora, entremos —dije empujándome por la espalda obligándome a entrar.
—¿Qué nos haremos? —cuestione mirando las diferentes fotos en la pared.
—No lo sé, sigamos viendo y ahorita decidimos —dijo levantando los ojos mirando las demás fotos por otra parte.
—¿Qué te parece esto? —le pregunte volteando a verlo al otro lado de la habitación.
—Es lindo ¿Qué significa? —pregunto entrecerrando los ojos mirando la foto.
—Buena suerte —dijo un chico llegando a nuestra espalda.
—Serán dos, ¿En dónde lo vas a querer amor? —rodeo mi cintura besando mi mejilla.
—En la muñeca y ¿Tu? —lo rodee del cuello.
—En el antebrazo —sonrió, ahí estábamos esperando a que el chico preparara todo para comenzar, me pareció muy adorable que haya decidido hacer algo así... En realidad si era algo loco.
Me puse nerviosa así que lo deje pasar primero, parecía muy doloroso así que me puse aún más nerviosa, cuando termino con el asentí en silencio y tome asiento Austin se sentó junto a mi tomando mi mano izquierda pues me pondría el tatuaje en la muñeca derecha.
El tatuaje era muy simple pero hermoso, unos dedos cruzados que significa 'Buena Suerte' 

Salimos de ahí ya un poco tarde ya eran las 4 más o menos.
—Sabes que mi padre no matara por esto ¿Cierto? —le dije mirando mi tatuaje.
—No me importa —dijo besando mi mejilla tomándome de la cara con algo de fuerza.
—Le diré que tú me obligaste —bromeé.
—Mas bien le diré que me ataste a la silla —dijo siguiendo mi jueguito.
—De acuerdo, vamos a comprar una película y vamos a casa —sugerí entrelazando nuestras manos.

Íbamos pasillo por pasillo pero parecía que ninguna convencía a Austin terror, comedia, thriller, acción, ciencia ficción, románticas.
—Esta —mencione tomando una película en mano.
—¿Romántica? No creas Mackenzie no me gustan las películas románticas —dijo mirando la película en mi mano temiendo que en realidad la llevara.
—¡Entonces decide rápido que me estas matando! —exclame con un tono un tanto alterado.
—Relájate, esta me decido por esta —dijo estirándose para tomar una película —Aun que en verdad me gustaría más pasar toda la noche contigo y no precisamente dormidos —dijo a mi oído con voz bajita.
—Ya veremos —le dije usando mi mejor arma ante el mí 'caminado' yendo a la caja para pagar.

Pagamos la película y nos fuimos al departamento, llegamos con helado, Sabritas, refrescos, y dulces muchos dulces, para tener una buena noche mirando al menos una película.
Una buena película cómica hizo mi noche completa, si estaba con Austin ¿Qué más podía pedir? Nos besábamos cada 5 minutos así que regresábamos la película si nos perdíamos de algo bueno.

El celular de Austin comenzó a timbrar y este se levantó a buscarlo al mirar el numero este salió rápidamente al balcón, no quería hacerlo pero era mucha mi curiosidad, así me fui a pararme tras la pared para ver si alcanzaba a escuchar algo.
—Si estoy bien —dijo.
—No, no te preocupes todo por acá está bien.
—¿Crees que quería pasar una semana con ella? Yo no lo pedí, fui el idiota de John quien lo decidió —
dijo fastidiado, al escuchar eso me di cuenta de que Austin si podía enamorarme, sin el sentir nada.
—No puedo esperar para verte, adiós amor te amo —dijo con voz clara.

Una lágrima recorrió mi mejilla, y la limpie inmediatamente al ver a Austin parado frente a mi mirándome a los ojos.
—Definitivamente sabes cómo enamorar a alguien —mencione apartando mi mirada de la de él.
—Mackenzie tenía que decirle eso, ella es mi novia —pauso —Te dije que cuando regresáramos todo sería como antes.
—Claro lo sé, pero que estúpida ¿verdad? De seguro ya venias venir esto —
dije aun sin mirarle.
—Disfrutemos esto juntos, ni siquiera sabes por qué ando con Isabella —dijo dando un paso a mí.
—Alguna buena razón debes tener —dije mirando sus zapatos ya más cerca de mí.
—Yo te quiero a ti, sé que es poco tiempo pero he llegado a sentir cosas que sé que no debería ya que me pediste que no me enamorara de ti —dijo tomando mi cara.
—Primero explícame por qué le dijiste eso a Isabella y por qué es que estas con ella, luego veremos que sucede —dije dejando escapar una lagrima más.
—Pero por favor, no me juzgues y dejemos que esto siga Mackenzie por favor, prométemelo —dijo juntando su frente con la mía.
—Te lo prometo —dije mirando como sus hermosos ojitos miel se cristalizaron.
—Ok vamos a sentarnos te explico —dijo apuntando el sillón con la mano.

No podía dejarlo ir ahora que era mío, y que me sentía tan bien después de un tiempo. Él se estaba convirtiendo en una parte esencial de mí y al parecer no cumplió lo no prometido que era enamorarse de mí. Así que lo pensé un poco mejor y decidí darle la oportunidad, no podía perderlo; no quería.
—Está bien habla —dije sentándome en la esquina del sillón.
—Primero prométeme que luego de contarte esto los siguientes días serán como estos últimos —dijo casi suplicando.
—Te lo prometo —calle pensando en la palabra que le diría —Amor.

Se acerco tanto a mí que no pude escapar de aquel hipnotizante alienta estrellarse tan cerca de mis labios, así que lo bese tan desesperadamente que no me quería alejar de él, pero, tenía que hacerlo en algún momento.
—Ok, la razón por la que tengo que andar con Isabella es porque...




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