Mi hermanastro

Capítulo 19

—¿Quién eres?—le pregunte mirando por la ventana.
—Me llamo Luke  mucho gusto—dijo el chico cabello negro.

No le dije nada, seguía viendo borroso pero ya estaba más tranquila seguramente era porque no me daba aire, las ventanas del taxi iban todas cerradas.
Al bajar del taxi y el aire me envolvió el efecto regreso, no podía caminar correctamente y me reía de la nada.
—¿En qué departamento es? —pregunto tomándome del brazo para que no me cayera.
—En el 3 —dije apenas entendible.

Caminamos hasta el departamento y efectivamente no me había equivocado, esa era la puerta. Luke golpeo unas cuantas veces la puerta y yo me recargue en la pared justo a la puerta riendo descontroladamente y diciendo cosas como 'Que aburrido eres, nos debimos de haber quedado en el bar estaba muy divertido, Austin es un idiota y su novia una estúpida rubia' El me miraba y se reía de las cosas sin sentido que decía, hasta que alguien dentro del departamento se dignó en abrir la puerta.
—¿Si? —dijo la voz.
—Creo que esto le pertenece —dijo Joe tomándome del brazo con fuerza poniéndome frente a quien había abierto la puerta.
—¿Mackenzie? —pregunto Austin mirándome boquiabierto.
—Hola idiota —dije riendo y mirándolo.
—Supongo que tú eres el idiota del que ha estado hablando —dijo Luke mirándolo.
—Shh —dije tapándole la boca a Luke e con mi mano y riendo aún más —Calla no digas más.
—¿Estas ebria? —cuestiono Austin aún más sorprendido.
—¡No estúpido! Me comporto como una niña —dije riendo a carcajadas —Gracias por traerme Luke e…eres un amor.

Le di un beso creo que fue cerca de los labios si es que no fue en los labios.
Me adentre en el departamento y camine hasta la sala sentándome plácidamente en el sofá donde estaba Isabella
—¡Ewg! Huele a alcohol —dijo Isabella  haciéndose exageradamente hasta la esquina del sillón.
—Estuve tomando niña rica —le dije burlándome de ella.
—¡Mackenzie no puedo creer que te hayas ido a embriagar! —exclamo Austin  como un señor responsable.
—Shh ¡Cállate! —exclame un poco más bajo que él.
—Ven vamos —me tomo del brazo con fuerza mientras la rubia solo miraba asustada, me llevo hasta el baño.
—Eres un idiota ¿lo sabias? —le dije tocando su cara.
—Mackenzie No debí haberte dejado salir —dijo lamentándose.
—no importa ya —le dije echando una mano al aire —Te miras tan guapo hoy idiota.
—Shh —se puso el dedo índice en la boca.
—Eres un estúpido —dije aventándome a la cama y riendo —Ve mi amor acuéstate conmigo —
—Mackenzie shh Isabella nos va a escuchar —dijo cerrando la puerta.
—No importa, acaso ¿no dijiste que me querías? —pregunte tratando de levantarme pero solo fue en vano.
—Ven te ayudo a entrar en la regadera —dijo dándome su mano para ayudarme.
—¿Te bañaras conmigo? —le pregunte sonriendo.
—No Mackenzie tranquila por favor, ven vamos —dijo abriendo la puerta del baño.
—Estúpido, imbécil, idiota —comencé a decirle con un hilo de voz.
—Ya metete a dar un baño, cuidado no te vayas a caer —
—Austin ¿Por qué eres un idiota? —seguí insistiendo como una pequeña de cinco.
—Ya mi amor, no me gusta verte así —dijo tomándome de la cara.
—Solo dime que eres mi idiota —dije mirándolo a los ojos.
—Soy tu idiota —dije cerrando los ojos por un segundo.
—Bésame —pedí rodeando su cuello con mis brazos.

Austin camino de reversa conmigo rodeando su cuello, camino hasta la puerta sellándola con su espalda.
Me aferro a él por la cintura cerrando sus hermosos ojos, juntando deseosos sus labios con los míos, me aferre de su labios inferior y acoplándome perfectamente a él, todo comenzó con más pasión y no podía controlarme, sonreí al sentir sus manos ir mas debajo de mi espalda.
—Te amo —confesé sonriendo sobre sus labios.

No dijo nada y abrió la regadera regulando el agua para que estuviera fría.
Quede en ropa interior, y él se sentó sobre la tapa del excusado; me ante el en ropa interior sentándome sobre el dejando mis piernas alrededor de su abdomen, alzo su vista para mirarme y me abrazo por la cintura fuertemente, se acercó para darme un tierno beso sobre los labios y se paró conmigo sobre él 'te amo' menciono antes de bajarme y dejarme sola ahí, sonreí emocionada cuando cerró la puerta y entre en la regadera.

Al salir de la regadera me puse pijama y me acosté a caer en un profundo sueño, al despertar busque por todo el departamento y no había nadie, estaba completamente sola y con un dolor de jaqueca horrible, tenía mucha sed y me sentía muy cansada.
'¿Dónde estará Austin?' me pregunte y luego pensé 'Isabella' me respondí yo misma, 'Esa rubia' dije molesta.

Estaba en el sillón mirando la televisión, mi celular timbro y al mirar el número de teléfono tuve que contestar aunque no hubiera querido.
—Mande —dije sin ganas.
—¡Te fuiste a embriagar Mackenzie Morrison! —grito mi padre enojado.
—Ya te fueron con el chisme de la semana —dije sobando mi frente.
—Me lo dijo Trisha creo que Isabella se lo dijo —contesto mi papa aun molesto.
—Mira papá, no tienes idea de por qué lo hice y tampoco lo sabrás y si lo hice pero todos los adolescentes —dije quitada de la pena, pues no quería escuchar un sermón.
—Cuando llegues vamos a hablar —protesto.
—Si, si cuando llegue—dije antes de colgar mientras mi padre apenas iba a gritar alguna otra cosa.

Fui a la tienda por alguna pastilla para el maldito dolor de cabeza, y al regresar ya estaban ahí Austin y Isabella.
—¿Dónde estaban? —pregunte sin mirarlos.
—En un hotel linda ¿Por qué? —dijo Isabella incrédula.
—Curiosidad —dije encogiéndome de hombros.
—Ayer parecías una loca ebria —dijo ella poniendo los ojos en blanco.
—Pues yo me la pase muy bien, fue muy divertido —dije en compañía de una carcajada sarcástica.
—Mackenzie ve haciendo tus maletas —dijo Austin interviniendo —Esta tarde sale el avión —
—¿Enserio? No puedo esperar a llegar —dije emocionada.
—Que lastima amor, yo me quedare aquí unos días más —dijo Isabella haciendo puchero tomando la cara de Isabella para que él la mirara.

Luego de verlos besándose no quise ver más y mejor me fui a hacer mis maletas, pase casi todo el día encerrada en el cuarto leyendo el abandonado libro que había comprado.
La hora de ir al aeropuerto llego y tomamos un taxi hasta este, llegamos al aeropuerto como media hora antes de que el vuelo saliera. Estábamos solo Austin y yo esperando a que se diera la hora, sentados con nuestras maletas enfrente de nosotros.
—No dejabas de llamarme idiota ayer —dijo entre una risa divertida.
—Lo sé, lo siento soy un desastre total ebria —dije riendo en su pecho.
—Te veías muy tierna —dijo abrazándome.
—Pero no olvido que dijiste que me amas —dijo suspirando.
—Si, yo también lo recuerdo —dijo besando mi mejilla.
—Fue muy tierno —dije sonriendo.
—Gracias —rio —Tengo mucha hambre.
—Yo también, puedo ir a la cafetería por algo —me ofrecí.
—¿Segura? —pregunto frunciendo los labios.
—Claro amor —dije dándole un pequeño beso en los labios.

Camine hasta la cafetería del aeropuerto y ordene dos cafés americanos y unos sándwiches para llevar.
—Café americano y sándwich —dijo la chica.
—Oh si es mío —dije por tomar el encargo.
—No te equivocas yo encargue esto —dijo un chico peleando el encargo, al verlo abrí un poco la boca de la impresión.
—Oye ¿que tú no eres…




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