Mi hermanastro

Capítulo 27

Capítulo 27

Tocaron a la puerta más de tres veces y María ni Mo abrían así que fui yo.
—¿Qué haces aquí a esta hora? —pregunte a Nicolás, sorprendida de verlo tan temprano.
—Vine a decirle a tu papá gracias por lo de ayer —dijo él.
—Claro adelante, aun no es necesario —dije viéndolo pasar por enfrente de mí.
—Si bueno que vea que hay modales —dije alzando un solo hombro.
—Bueno siéntate yo también estoy esperando a que baje —dije lanzándome cómodamente en el sofá.

Luego de un par de minutos mi padre y Patricia bajaron y seguido de ellos bajo Austin, sonreí al verlo con su cabello para ningún lado y con su carita que era visible se acababa de despertar.
—Buenos días señor Morrison —comenzó Nicolás estirando la mano.
—Buenos días joven Nicolás —dijo mi padre estrechando su mano.
—Solo quiero darle las gracias por el préstamo que le ha hecho a mi padre, prometo que le pagaremos lo antes posible —dijo Nicolás hablando seriamente.
—Claro ya he hablado con él y no tenías que molestarte por venir —dijo mi padre moviendo las manos al hablar.
—Pues no les quito más tiempo, que tenga buen viaje señor —dijo estrechando su mano nuevamente —Señora Morrison hasta luego.
—Claro Nicolás hasta luego —
dijo ella sonando un poco dura.
—Adiós Mackenzie nos vemos en cuanto llegues —dijo sonriéndome tímidamente.
—Claro en cuanto llegue —dije abrazándolo con toda confianza.

Nicolás se fue y Patricia se despedía de Austin como si nos fuéramos a mudar a Canadá y nunca más lo fuera a ver, Austin se acercó a mi hundiéndome a su pecho, beso mi frente con dulzura y moría por besarlo pero no podía.
—Te voy a extrañar —dijo cerca de mi oído, eso causo que sintiera un sentimiento especial por todo mi organismo.
—Y yo a ti —dije pegándome más a él.
—Te amo mi amor —dije antes de besar mi mejilla.
—Te amo —dije mientras nuestras miradas se decían a más profundidad lo que sentíamos en ese momento.
—Joven Austin lo buscan —dijo María interrumpiendo amablemente.
—¿Quién? —pregunto aun sin voltear.
—¡Yo! —dijo la inconfundible voz de la rubia.
—Yo le he dicho que se quede contigo, no quiero que estés solo —dijo Patricia sin temer.
—Es increíble, usted no tiene respeto —dije mirándola con rencor —No por mí, es por su hijo por quien debería de tener respeto.
—Tú no sabes lo que es el respeto, vienes a esta casa a 'enamorar' a mi hijo —dijo Patricia haciendo las comillas en el aire.
—No vine a enamorar a su hijo, simplemente sucedió —dije mirando con mis ojos cristalizados a Patricia.
—Pues más vale que te vayas olvidando de él —dijo esta sin remordimiento.
—¡Mamá basta! —exclamo Austin haciendo con su mano una señal de que dejara de hablar.
—Esto termina aquí, ¡Mo! Prepara el auto —ordeno mi padre con voz alta.

Caminaba para la puerta para ya subir al maldito auto e irme de ahí.
—Lo voy a cuidar muuuuuuy bien —dijo sarcástica Isabella al pasar junto a ella.
—Ni se te ocurra tocarlo estúpida, que puede que todo el jodido pueblo se entere de que te has metido con Nicolás —dije entre dientes advirtiéndola. Se quedo inmóvil y yo sonreí victoriosa de poder tener con que controlarla, aunque sea por un tiempo porque tampoco podía ocultárselo a Austin por mucho tiempo, si se llegara a enterar por otro lado probablemente sería peor.

Patricia y mi padre se encontraban frente a la casa ya dándole indicaciones a Mo y María de cómo cuidarían la casa, Isabella estaba al otro extremo de la sala.
—Nos veremos en una semana —menciono Austin tomándome por la cintura con ternura.
—Como quisiera no poder ir —dije bajando la mirada.
—Estaré bien, no te preocupes por ella que no pasara nada —dijo sonando sincero.
—Lo sé, confió en ti —dije sonriendo.
—Te amo, debes irte ya —dijo golpeando con debilidad mi cadera.
—De acuerdo, te amo mi amor en una semana nos vemos —dije acercándome tanto a él que no me contuve y lo bese automáticamente, no podía irme del país sin una probada de labios de él.

Me rodeo por la cintura y caminamos hasta la puerta, camine hasta el auto y me subí al cerrar la puerta inmediatamente mire por la ventana y mire a Austin sacudir diciendo adiós, me partía alejarme de él pero ya lo superaremos, pensé.
Estábamos en el aeropuerto, miraba como Patricia y mi padre se demostraban su amor entre besos y abrazos, él realmente estaba enamorado y es por eso que se atrevió a dejarnos así. Entonces recordé aquello momentos que vagamente viajaban en mi cabeza de vez en cuando, miraba muy a penas a mi papá y mi mamá en la playa pasándose comida entre ellos y luego a mi hermosa madre tomarme de la mano para llevarme a la orilla de la salada agua para mojarnos solamente los dedos, el reír de mi mama era como música para mi oídos, me hacía falta...

Si tan solo mi madre hubiese estado aquí sabía que podía contar con ella, y poder decirle que estaba totalmente enamorada de Austin y ella hubiera aceptado nuestro amor, siempre solía decirme 'En la guerra y en el amor todo se vale' o sea que no importaba que Austin y yo formáramos parte de la misma familia, lo éramos pero no de la misma sangre.

Después pensé que ironía, creí que odiaría vivir con mi padre pero ahora me daba cuenta de que fue una de las mejores decisiones que mi madre había tomado, el tener que irme a vivir con él si ella llegara a fallecer, ¿Destino? Quizás y si lo era no quería cambiar nada de este, mientras fuese con él.
—¡Mackenzie! —grito una voz muy familiar.
—¿Harry? —pregunte tapando mi boca con mi mano.
—Si, nos tuvimos que regresar antes un imprevisto en la pastelería de mamá —dijo luego de saludarme.
—Pues yo apenas me voy estamos esperando que sea la hora —dije apuntando a mi papá y a Patricia.
—Pues entonces creo que nos veremos dentro de una semana más —dijo Harry regresando su mirada a mí.
—Seria genial que pudieras venir conmigo —dije haciendo un gesto con mi boca.
—Pudiera ser preguntémosle a mi mamá —dijo poniendo sus ojos como platos.
—¿En serio? —pregunte emocionada.
—Si vamos —me llevo hasta donde estaba su mamá esperando las maletas.
—Hola Anne  —dije sorprendiéndola por atrás.
—¡Mackenzie hola! ¿Cómo estás? Hija —dijo ella emocionada por verme y como siempre diciéndome 'hija'.
—Mamá bueno Mackenzie me preguntaba si pudiera ir con ella a Canadá —inicio el plan convencimiento.
—¿Canadá? ¡wow! Harry eso es lejos —dijo Anne no muy convencida.
—Pero iremos con mi papá y con su esposa, no estaremos solos —dije inocente.
—No lo sé Harry, esto es de improviso —dijo ella negando con la cabeza.
—Mamá por favor, regresaremos en una semana y te llamare todos los días —suplico Harry.
—¿Traes tu pasaporte? —así era Anne, primero hacia negarse pero siempre resultaba decir que sí.
—Si, recuerda que siempre que salimos lo traigo —dijo Harry entusiasmado.
—Mackenzie asegúrate de que llame todos los días, no puedo vivir sin mi bebe —dijo ella tomándolo de la cara y dando un beso en su mejilla.
—Mamá hay muchas chicas aquí —dijo entre dientes Harry pero sonando divertido.
—Si mi amor lo siento —se disculpó ella.
—Apresúrate Harry que tenemos que ir a comprar tu boleto también —dije hablando rápido.
—Si está bien —dijo buscando sus maletas —Me llevare las misma allá debe haber una lavandería —
—De acuerdo hijo, cuídense mucho —
dijo abrazando a Harry asfixiantemente pero claro era su hijo y yo hubiera dado todo porque mi madre hubiera hecho lo mismo en un momento así pero ella ya no estaba conmigo —Y tu hija, cuídate mucho me dio mucho gusto verte —
—Claro señora Anne a mí también me dio mucho gusto verla, algún día regresare y me tendrá que  hacer unos wafles solo como usted sabe hacerlos —
dije abrazándola y sintiendo el amor maternal, y la verdad me sentí protegida.

Caminábamos hasta la caja para comprar el boleto de Harry, solo esperábamos que aun hubiera espacio en este si no tendría que mandarlo en camión, ¡Es broma! 
—Uno para Canadá —dijo Harry a la chica.
—¿Solo uno? —pregunto mirándome.
—Si a las 10:30 am —respondió Harry sonriendo.
—Un boleto a Canadá, son 103 dólares por favor —dijo ella tecleando algo en la computadora —Tienes suerte solo quedaban tres asientos —
—Si que buena suerte —
dijo aliviado él.

Harry pago y caminamos hasta los asientos donde estaba mi padre y su esposa sentados.
—Papá te aviso que Harry ira con nosotros —dije parándonos frente a ellos.
—Si eso te hace feliz y vendrás contenta está bien entonces —dijo él saludando con la cabeza a Harry.
—Gracias —dije parándome en mis talones, nos fuimos a sentar frente a ellos donde estaba yo anteriormente.
—Me tendrás que contar todo lo que ha pasado —dijo rápidamente luego de sentarnos Harry.
—Lo sé es que no tienes idea de cómo han cam... —
—¡Aquí estas! —exclamo parándose frente a nosotros.
—¡Gemma! Hermana me voy con Mackenzie de viaje a Canadá —explico Harry parándose frente a ella.
—¡Mackenzie! Tanto tiempo sin vernos —Gemma es la hermana mayor de Harry.
—Lo se me da mucho gusto verte —dije al abrazarnos.
—Bueno pues vine a despedirme, y a verte Mackenzie pero ahora tengo una cita de trabajo muy importante tengo que volar a la casa a arreglar, me dio mucho gusto verte —dijo y luego me dio otro abrazo, muy cálido.
—Claro y suerte, mátalos —dije guiñándole el ojo.
—Claro gracias —dijo luego de abrazar a Harry —Pórtate bien pequeño —
—Lo hare —aseguro Harry sonriendo.

Harry me dejo sentarme en la ventanilla, cuando el avión comenzó a moverse tome la mano de Harry inmediatamente y recordé al instante a mi amado novio, no pude evitar sonreír.
—No terminaste de contarme que es lo que ha pasado —menciono Harry de repente.
—Oh si claro, pues simple Austin resulta ser el chico más maravilloso que he conocido en mi vida y me he enamorado Harry, por primera vez —dije sin dudarlo.
—Pero ¿Cómo solo así como así? —pregunto Harry  alzándose de hombros.
—Si Harry así como así, simplemente me ha enamorado, completa y estúpidamente —dije sonriendo a la nada.
—Pues me alegro por ti al menos no estarás pasando un mal tiempo allá —dijo Harry recargando su cabeza en mi hombro.
—Si, ahora que estoy con el la paso excelente —dije emocionada.

Harry se quedó dormido.
Lo sacudí un poco para poder despertarlo y este abrió los ojos alarmado, fuimos por nuestras maletas y llegamos hasta un súper elegante hotel, Harry y yo compartimos suite con dos habitaciones, todo parecía ser de oro, todo era color dorado y otros colores muy elegantes.
—Tengo un sueño horrible —musite sentándome en la pequeña sala.
—Duerme yo me conectare a internet un rato —dijo Harry conectando su portátil.
—Gracias Harry, pero primero llamare a Austin —dije aplaudiendo emocionada.
—Claro tortolita —dijo mirándome por la rendijilla de su ojo.

Fui hasta mi habitación, tome mi móvil y busque el número de Austin.
—Hola mi vida —dijo rápidamente contestando.
—Hola mi amor, ya estamos en Canadá —avise sonriendo mirando al techo acostada en la cama.
—¿En serio? ¡No me digas! —dijo con sarcasmo riendo.
—Ja, ja que listo —dije riendo con él.
—Como si no lo hubiera notado —dijo luego —¿Qué haces? —
—Pues me acostare a dormir, tengo un sueño infernal no pegue los ojos en todo el vuelo más que Harry —dije sin recordar que él no sabía que Harry había venido al viaje.
—¿Harry? ¿Él está contigo? —pregunto confundido.
—Oh si no te lo dije, me encontré a Harry en el aeropuerto y le he pedido que venga conmigo al viaje y su mamá lo dejo —explique hablando un poco alejada del teléfono.
—Pues pídele que te cuide por mi —dijo tierno.
—Claro amor él lo hará, de eso puedes estar seguro —asegure sonriendo por lo que había dicho.
—Ya te extraño, no tienes idea de cuanto —dijo sonando triste.
—Yo también, como quisiera poder tomar un vuelo e ir directo hacia allá sin que nadie se opusiera a lo nuestro —dije torciendo la boca.
—Algún día lo haremos —dijo al otro lado de la línea —Pero por ahora duerme amor, más al rato cuando despierte llamas —
—De acuerdo, adiós te amo —
dije con una sonrisa.
—Te amo también mi amor, adiós —dijo este antes de colgar.

Deje el teléfono sobre el mueble de aun costado y me tape con la sábana blanca, quede en un profundo sueño.
—Mackenzie, Mackenzie —decían mi nombre a lo lejos.
Abrí mis ojos con lentitud y me di cuenta que quien me hablaba era Harry.
—Mackenzie tu padre ha llamado, me pidió que te dijera que lo llames —dijo este hablando con tranquilidad.
—Gracias Harry, en seguida lo hago —respondí asintiendo con la cabeza.

Tome el teléfono y teclee su número.
—¿Hola? —pregunto al teléfono la voz de mi padre.
—Mande ¿Qué es lo que se te ofrecía? —pregunte con voz ronca, pues acababa de despertar.
—A las ocho de la noche tenemos una cena muy importante, ya les hare llegar enseguida un vestido elegante y un traje para tu amigo espero haber acertado en la talla —dijo él con tono relajado —A las 7:30 pasaremos por ustedes estén listos —
—Claro papá —
respondí y colgué rápido.

Camine hasta la sala donde Harry estaba aún pegado a la computadora, fui por un vaso de agua y camine hasta con el parándome junto a donde está sentado.
—Ya despégate, te quedaras ciego —dije dándole un golpecito en la cabeza.
—¡Hey! —Mirada asesina —¿Qué paso? ¿Llamaste a tu papá? —
—Si y tu ¿llamaste a tu mamá? —pregunte haciéndolo a un lado, para sentarme con él.
—Si ya la llame y le deje mensajes de texto —dijo sacudiendo la cabeza.
—Nos tenemos que arreglar, tenemos que ir a una cena con mi papá —avise mirando lo que tecleaba pero no lograba juntar las letras.

Tocaron el timbre de la suite, supuse que era la ropa que mi padre había mandado.
—Gracias —dije tomando las bolsas con los trajes dentro.
Camine hasta con Harry de nuevo y este aún estaba con los ojos pegados en la pantalla de su portátil, revolví mis ojos y volví mi vista a las bolsas, abrí una de ellas y sin querer adivine que aquella bolsa tenía mi vestido dentro.

Un vestido negro que fácil me podría llegar hasta arriba de las rodillas, menos mal que traje mi zapatillas, pensé. No tenía mangas y tenía una flor del mismo tono pero notable en la cintura, mire la etiqueta 'Dolce & Gabbana' abrí mis ojos como platos ¡Esto debe de costar mucho dinero!, pensé de inmediato al menos mi padre tenía clase, luego saque el traje de James sin duda era su medida si hasta parecía que lo había mandado hacer para él.

—Anda Harry debemos cambiarnos —dije lanzándole un poco de agua que aún quedaba en mi vaso.
—Está bien ya voy —dijo poniendo sus ojos en blanco.
—Pero ya —dije sonando como una madre apresurada.

Fui hasta la ducha, me puse el vestido y luego de verme en el espejo pensé en como peinarme y que tipo de maquillaje debía de usar. Alacié mi cabello lo más posible y use un maquillaje con algo de color para no parecer rara toda negro.
—Te ves muy bien Harry —dije mirándolo por el espejo dándome el ultimo retoque.
—Lo sé, parezco muchacho de la alta —dijo dándose vuelta tocándose el traje.
—Eso es lo que seremos hoy —dije guiñándole el ojo aun mirándolo por el espejo.
—Te ves hermosa por cierto —menciono apuntándome.
—Gracias Harry —dije 

Estábamos en la sala esperando a que llegaran por nosotros, estábamos en la computadora portátil de Harry tomándonos fotos a mas no poder y poniendo comentario por las redes sociales como 'Directo a la Casa Blanca' junto a una foto.
—No dejes esa me veo horrible —dije apuntando una fotografía.
—Si igual yo —dijo Harry mirando la foto.
Tocaron a la puerta y Harry grito al abrir que era hora, corrí hasta la habitación buscando mi teléfono cuando mire la pantalla para mirar la hora, tenía 11 llamadas perdidas todas de Austin, golpee mi frente con la palma de mi mano enojada conmigo misma por poner música alta y no escuchar el maldito teléfono.

Íbamos en la limosina que mi padre había mandado por nosotros, marcaba el número de Austin una y otra vez pero no me contestaba, seguro estaba molesto por que no le había contestado '¡Pero que estúpida!' me dije en voz baja, Harry iba fascinado mirando por la ventana y yo peleando con la jodida contestadora. Parece que se resignó y al fin contesto.
—Vaya hasta que te dignas a llamar —respondió molesto.
 




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