Mi hermosa perdición

Cap - 21

EMMA:

Ya eran las 5 de la tarde, aún no me había arreglado, llevaba solo un short y una blusa cualquiera, asher me dijo que no me pusiera nada, que él me lo llevaría, pero… - el sonido de la puerta hace que interrumpa mis pensamientos -

Voy hacia ella y cuando la abro en mi boca se forma una gran o, asher está parado en frente mi con un traje azul marino, en tallado a su cuerpo los 3 botos de su camisa abierto, no está formal, pero tampoco informal, volví a repasarlo con la mirada, siempre le dije que me gustaba como le quedaba ese color.

- te gusta lo que ves cariño - sonrió con arrogancia, me fije que traía una caja de color negro seguro ahí me trajo algo para ponerme 

- claro que me gusta -  le respondí mirando la caja - que me has traído - le quite la caja 

- oye y me beso al menos - toco sus labios con su dedo índice 

- calla déjame ver - vi como se cruzaba de brazos haciendo un ligero puchero, no pude evitarlo y reí 

al abrir la caja, vi un hermoso vestido color vino, al sacarlo de la caja vi que era largo, de tirantes, tenía un escote en v, además que tenía una abertura en la pierna, era simplemente perfecto.

- te gusta... - no respondí, estaba anonadada del hermoso vestido que tenía adelante - si no te gusta, lo podemos cambiar, no hay problema, lo sabes, lo quieres cambiar

- no claro que no, es hermoso asher - me acerque a él y le di un pequeño beso 

- no sabes cuanto extrañe eso, dame más - reí mientras negaba, entonces recordé todo lo vivido, él, su esposa, Anthony 

- solo una asher, solo una, si la arruinas no hay más se acabará todo y por mucho que te ame, aprenderé a vivir sin ti 

- está bien primero la cena y luego te tengo que decir algo - suspire, al menos no me lo iba a ocultar - pero primero ponte ese vestido, créeme que fue difícil decidir por el 

- pero si es hermoso 

- no lo niego, fue difícil porque sé que van a verte 

- para eso tengo a mi mafioso - le hice recordar y roce mi nariz con la suya 

- de eso ni lo dudes, una sola mirada de deseo hacia ti que no sea yo, y ten pon segura que estarán 3 metros bajo tierra - se puso serio y entonces supe que lo decía en serio - ve a cambiarte quiero verte con ese jodido vestido 

me di media vuelta y recibí una nalgada de su parte, lo mire mal y vi que solo formulaba un lo extrañe, negué y entre rápidamente a la ducha haciendo que solo me demore 15 minutos en ella, al salir me coloque una bata encima, empece a secar mi cabello y a hacerle unas ondas naturales.

Cuando termine saque el vestido de la caja, me deshice de la bata, y me lo coloque, cogí también los tacos y me los coloque, al verme en el espejo no podía creer que era yo, me maquille un poco, salí con sumo cuidado y vi a asher sentado en el sillón, tosí para llamar su atención, inmediatamente volteo y sus ojos me repasaron, todo el cuerpo.

- en serio estoy considerando que lo mejor es quedarnos aquí - se acercó a mí y sus ojos conectaron con los míos, nos mirábamos con intensidad con el fuego que nos consumía

- a donde vamos a ir profesor Connors 

- no sea curiosa señorita Emma - dio un golpecito en la punta de mi nariz - date vuelta 

- que... No asher recién nos amistamos y lo primero que quieres es sex… - me mostró una cajita plateada, cerré los ojos con fuerza avergonzada 

- date vuelta, cariño - hice caso, me di la vuelta, sus manos fueron a mi cintura, agarro mi cabello y lo movió hacia un lado dejando mi cuello libre de él, acerco sus labios a él y empezó a hacer pequeñas succiones con ligeros mordiscos 

- asher.. - dio una ligera mordida haciéndome soltar un suspiro 

- nada más no te cojo porque tenemos una cita pendiente - susurro para luego mostrar frente a mis ojos un collar con el infinito y nuestras iniciales entrelazadas - te gusta... - 

Me mostró un collar que era un infinito con nuestras letras entrelazadas, era dorado con pequeños, diamantes incrustados en las letras, era hermoso, único.

- es hermoso asher - coloco el collar en mi cuello para luego dejar un beso casto en la curvatura de este 

gire para verlo, sus hermosos ojos me hipnotizaron, su sonrisa encantadora desarmaba toda armadura que cree para no volver a enamorarme o caer ante la tentación.

- vamos - extendió su mano, la vi y luego lo mire, analizando todas las posibilidades que conllevaría ello. Todo lo nuestro giraba problemas, pero cuando veía esos hermosos ojos azules me olvidaba de todo.

- no te prometo ser el príncipe azul, no te prometo un cuento de hadas, no, lo que yo te prometo es ser el dragón que cuide de ti, soy capaz de quemar el puto mundo solo por ti, eres la luz de mi vida - volvió a extender su mano y esta vez no me tomo ni siquiera un segundo para saber que era lo que iba a decir 

- muéstrame tu infierno asher Connors 

- no te vayas a quemar 

- tú no dejarías que eso me pase - sonreí y volví a hablar - hasta el fin del mundo asher Connors 

- hasta el fin del mundo Emma Jones 

estaba en el coche con asher, de vez en cuando pedía que me acercara a darle un beso o que le hiciera una muestra de cariño, ahora que lo pienso nunca me contó como fue su infancia, y unas inmensas ganas de saber como fue me invadieron.

- asher...

- dime saltamontes 

- como fue tu infan... - no termine de hacer la pregunta, ya que freno de golpe, vi su respiración un poco agitada, sus manos estaban destrozando el volante, al parecer se dio cuenta de que freno de una manera de la cual nos pudo haber matado a los dos 

- lo siento

- yo lo siento no debí ...

- mi infancia fue buena hasta que tuve 10, tengo vagos recuerdos, recuerdo que tenía un amigo imaginario, se llamaba Jackson, era igual a mí, pero de un momento a otro se fue... y yo empece en el negocio, mi primera víctima fue un hombre mayor de 40 años le había robado a mi padre y yo tenía que demostrar que podía tomar el mando de la mafia, Gabi aún era muy chica y yo debía protegerla, recuerdo como claramente el señor me pedía, me imploraba, que no lo matara que tenía una familia dos hijas y una esposa esperándolo para cenar, mire de nuevo a mi padre, pero solo recibi una mirada fria, ese era el mundo en el que debiamos vivir, ordeno que disparara y así fue solo tire del gatillo, la sangre del señor salpico en mi cara vi como su cuerpo se desplomaba... - suspiro - mi madre solo me ignoraba en ese entonces, solo le importaba Gabi, yo no era nadie ante sus ojos, solo era un error y lo comprendo, a mi nunca me quiso y aunque para mi siempre sera la mujer que me dio la vida, para ella yo soy el que arruino la suya - me tomo de las manos - tú me enseñaste que no solo podía ser gruñón y estar alejado de ellos, me enseñaste mucho más, tú me enseñaste que valgo algo en esta puta y miserable vida 




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