Mi Hermosa Pesadilla

CAPÍTULO 22

¿EL FIN?

CAPÍTULO 22

 

Tal como pensaba y esperaba el abogado, Lauren y Heysli, habían empezado a llevarse muy bien.

-Debemos quedar para salir, pero sólo las dos- Heysli le sonrió a Lauren.

-Claro- respondió la joven dedicándole una sonrisa. Se despidieron de la pareja y ahora iban con rumbo a la casa de Heysli, crearon una buena atmosfera, escuchando música y dándose besos de vez en cuando.

-Te recojo mañana- Heysli asintió y se acercó para besarlo en la boca, un movimiento suave y dulce, perdiéndose en ellos mismos.

-Te amo, Heysli- dijo tomándole el rostro con sus manos y ella lo miró atontada. -Lo hago de la forma más maravillosa que hay, a ti y sólo a ti, mi hermosa pesadilla.

-¿Por qué me dices de esa forma?- preguntó su morenita frunciendo el ceño.

-Porque te amé, soñando contigo, te amo a pesar de lo malo que fui y créeme estoy reparando lo que hice, jamás dudes de esto-, le tomó una de sus manos y Albert la llevó a su pecho para que sintiera como su corazón latía por ella. -Está así por ti, late de esa manera desde que te vi, desde que te encontré, desde siempre-. Albert cerró los ojos y volvió a abrirlos dando un leve suspiro. -Me arrepentí y lo estoy reparando, lo hago- susurró y beso los dulces labios de su morenita.

-Amor, no entendí mucho lo que has dicho pero sonó bonito y también te amo, a pesar del poco tiempo, no sé cómo te has metido en mi mente y corazón. No sé de qué te has arrepentido o que estás reparando, no me has fallado en nada así que tus palabras, no tienen validez-. Él negó con un ademán y se reconfortó, no quería perderla, quería disfrutar de ella un poco más antes de sincerarse con Heysli y contarle todo.

-Buenas noches, mi morenita- le dio fin al tema.

-Te veías tan serio, frío...- le dijo la joven mirándolo con burla. -Pero al final eres un sentimental y me gusta-, término por decir, el sólo la besó enredando su legua con la de ella.

-Deberías alejarte y entrar a tu casa- eso la tomó desprevenida.

-¿P… por qué?

-Porque estás despertando algo que no debería decir y créeme me estoy controlando- dijo Albert con voz ronca sobre los labios de Heysli.

-No te controles- susurró ella y el doctor se sorprendió, con esa confesión supo que ella sabía a que se estaba refiriendo, pero no era el momento, no en ese momento.

-No, ahora, mereces algo mejor. No has hecho nada con nadie ¿cierto?- ella negó un poco avergonzada. -Lo sabía, te daré algo más bonito para que lo recuerdes siempre pero no será ahora- la besó de nuevo y se separó de ella.

-Está bien- dijo ella dándole un rápido beso en la mejilla y bajando del auto, Heysli hizo un moviendo con la mano despidiéndose de él y entró a la casa.

La joven entró más que contenta de lo que había salido, con el corazón latiendo fuertemente, estaba enamorada, lo estaba y él también, ella lo sabía, se lo demostraba siempre.

Poco a poco todo iba mejorando, le pagaría a Albert cada cosa que hacía por ella, y obviamente, también pagaría el dinero que estaba gastando para sus estudios.

-¿Cómo te fue?- escuchó a Marisol apenas entró, estaba sentada en el sofá viendo televisión, junto al bebé quien parecía inquieto.

-Bien- le respondió más que emocionada. -Dame a ese bebé hermoso-. Tomó al niño en sus brazos y empezó a hacerle mimos. -¿Cómo te está yendo en el trabajo?- preguntó a su prima sin dejar de jugar con el bebé.

-Muy bien, los jefes son buenas personas y ya casi es mi paga, voy a comprarle más cositas al bebé, como ropa y su comida favorita y lo de la casa- Heysli la miró, la admiraba, Marisol estaba saliendo adelante sin sus padres, con un bebé que aun necesitaba cuidados.

-¿Crees que deba hablar con Albert?- le preguntó. -Quiero trabajar, me siento algo mal sin hacer nada.

-Estas estudiando Heysli, si haces algo, salir adelante, después de tanto por lo que has pasado y bueno trasero bonito ha dicho que te paga todo, no te quejes.

-Deja de decirle así y le devolveré cada peso que está gastando conmigo.

-Dicelo a él, no creo que le guste la idea, te quiere como reina y piensa en cada cosa contigo, lo noto. Mira él día que llegó y no había nada de comida fue corriendo al supermercado y trajo de todo. Tiene un gran corazón. Heysli estaba más que segura de eso, era un hombre con mascara fría, seria y algo altanera pero por dentro era puro amor, si, ese era su novio.




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