Capítulo 3

Daniel: eso me sorprende demasiado, señor Andersen. Sera mejor que vaya a buscarla, ahora si con permiso necesito hablar con mi hermosa princesa.

Él se despide de todos ellos para salir al jardín y a los pocos minutos llega, pero cuando la ve de lejos sonríe. Él se quedó demasiado impresionado cuando la vio por primera vez, precisamente la idea de querer llevársela fue de él y de nadie más. Estaba completamente seguro de casarse con ella, Daniel se acerca y Amelia se sorprende cuando lo ve enfrente de ella

Amelia: buenas tardes, señor Johnson. Me puedo imaginar que ha venido a buscarme para decirme que va a romper su compromiso conmigo. Seguramente eligió a mi hermana como su esposa a pesar de que ella también está comprometida y eso lo entiendo, no tiene por qué justificarse conmigo, mis padres encontraran a alguien más con quien casarme y fue un gusto conocerlo.

Daniel: lo siento mucho, pero eso jamás sucederá. Solamente contigo me voy a casar y no estoy interesado en tu hermana. Por eso he venido a decirte que hoy mismo nos vamos a tu nueva casa y quiero que prepares todas tus cosas para irnos.

Amelia: estas seguro de lo que piensas hacer. Míreme acaso no se ha dado cuenta de que soy fea, eso no lo pienso negar, mereces casarte con una joven que sea bonita y yo soy la menos indicada para hacerlo, porque a los hombres lo único que les interesa son las apariencias.

Daniel: estoy completamente seguro y nuestro matrimonio será dentro de un mes. Precisamente ese fue el acuerdo que llegaron nuestros padres, nada más recuerda que yo seré tu esposo y lo que menos me interesa es tu apariencia.

Amelia: entonces es verdad todo lo que me has dicho. Eso todavía no lo puedo creer, pero antes de irme a preparar mis maletas quisiera pedirte algo muy importante y es que mi nana se vaya conmigo, ya que no la quiero dejar aquí, por favor.

Daniel: está bien. No tengo ningún problema con eso, ella se puede venir con nosotros y además no tengo pensado dejarte mucho tiempo sola.

Amelia: muchas gracias, señor Johnson. Ahora tengo que disponer de todo para que nos vayamos y espero que nunca se arrepienta, porque está a tiempo de hacerlo.

Daniel: esa decisión está tomada desde hace años. Siempre tuve presente que eras mi prometida y lo único que me faltaba era conocerte para hacer lo correcto.

Amelia: seguramente te desilusionaste de mi cuando me viste. Solamente haces todo esto porque hay un acuerdo en nuestras familias. Si quieres, yo puedo hablar con mi padre para cancelar esta boda que no pediste, así tendrás la oportunidad de saber elegir a su futura esposa.

Daniel: nunca me desilusionaría de ti, mi hermosa princesa. Además, no vas hablar con nadie, ya que serás mi esposa antes nuestras familias.

Amelia: me he llevado una gran sorpresa con usted y más cuando me dijo, mi hermosa princesa. Nada más lo único que le pido es que no me mienta y nosotros sabemos que no tengo belleza física.

Daniel: jamás le mentiría a mi futura esposa. Pero a partir de este día quiero que me digas por mi nombre, porque tenemos un mes para conocernos y este tiempo que estés a mi lado nos servirá mucho y solo faltaría hacer una cosa y es darte un beso.

Él se acerca a ella lentamente y desde que la vio tenía necesidad de besarla, así que el termina haciéndolo. Daniel se separa de ella y no podía creer que le había gustado el beso. Amelia no se esperaba nada de eso y sabía que él se había dado cuenta de que era el primero en besarla, él toma la mano de su prometida para entrar a su casa y ellos llegan a la sala donde se encontraban sus padres